El Cristo de los Desamparados ha sido reconocida por el Arzobispado, por decreto, y se incorpora la nómina de las procesiones de vísperas en Sevilla.
La imagen es un magnífico crucificado de Martínez Montañés que recuerda bastante al Cristo de la Clemencia de la Catedral hispalense y que ha llegado a formar parte, incluso, de una exposición organizada en Nueva York.
Conocido en su día como el Cristo de la Sopa, por la labor de caridad que desarrollaban los carmelitas del Santo Ángel, sale en un paso, obra de Pérez Calvo y Ortega Bru, adquirido a finales de la década pasada a una cofradía de Sanlúcar de Barrameda y en el que destaca su clásica canastilla, que tanto recuerda a la de San Bernardo.
Lo iluminan candelabros de guardabrisas que pertenecieron al Carmen de Calatrava. La joyería El Toisón ha restaurado las cantoneras de plata de la cruz, del siglo XIX. El crucificado porta potencias, también de material argénteo, del XVIII.