La triste realidad de los museos de Sevilla
La ampliación del Bellas Artes y la rehabilitación del Arqueológico acumulan un retraso indecente, la situación del de Artes y Costumbre populares es calamitosa con una planta cerrada desde 2005 y el proyecto del Pabellón Real no arranca
El Ayuntamiento de Sevilla reclama al Gobierno y la Junta que acometan la ampliación del Bellas Artes
Edificios cerrados, plantas clausuradas, proyectos que se eternizan, ampliaciones que nunca llegan y el gratis total. Los museos sevillanos no pasan por su mejor momento. Se puede afirmar incluso que atraviesan por una situación dramática. Y da igual la institución que los gestione o de quién dependan: Ayuntamiento, Junta de Andalucía o Estado. Uno de los más claros ejemplos es el de la Plaza de América. Allí se encuentran el Museo Arqueológico, el segundo en importancia de España, que se encuentra cerrado y con una ambiciosa reforma por delante que amenaza con dilatarse mucho más de lo previsto. El Museo de Artes y Costumbres Populares, que tienen una planta clausurada desde hace casi 20 años. Y el Pabellón Real, cuyo proyecto para convertirse en museo del regionalismo y Aníbal González ha sido rechazado por Patrimonio. A ello hay que añadir la situación del Bellas Artes, con una ampliación en Monsalves que nunca llega; y la situación de la Colección Bellver en una Casa Fabiola cerrada por obras tras una apertura apresurada.
Sevilla siempre ha presumido de tener la segunda pinacoteca de España. Una afirmación que algunos consideran un tanto exagerada. El antiguo convento Casa Grande la Merced es sede de esta pinacoteca que cuenta con excelentes obras de Murillo, Zurbarán o Valdés Leal. Pero hay una gran cantidad de fondos, legados del siglo XIX fundamentalmente, que se encuentran almacenados y sin poder exhibirse. Las obras de autores costumbristas como García Ramos, Villegas o Jiménez Aranda no tienen cabida entre la amplia y gran colección de pintura barroca sevillana. Por eso, desde hace décadas, se habla de incorporar una anexo en el que poder mostrar estas colecciones.
El edificio que se eligió es el Palacio de Monsalves, a pocos metros del museo, cuyo origen es uno de los más antiguos de Sevilla. Los Monsalves fueron catalanes que llegaron a la ciudad con Fernando III en la reconquista. El edificio contaba con una fantástica portada de piedra que su propietario, Tulio O'Neill, trasladó a finales del XIX a otro palacio que tenía en Córdoba. Se puede ver en un grabado que Richard Ford hizo de la casa.
Desde entonces, el edificio ha pasado por distintas manos. Una de las épocas de mayor esplendor es la que atraviesa siendo su propietario Javier Sánchez-Dalp. El marqués de Aracena le hace una profunda reforma liderada por Aníbal González en consonancia con otra de sus residencias: el antiguo palacio de los Medina Sidonia en la Plaza del Duque de la Victoria. En el comedor de su primera planta se podían admirar, por ejemplo, las pinturas de Juan de Arguijo que se guardan en el museo sin que se puedan ver.
En 1948 el Palacio de Monsalves se vende a la Compañía Sevillana de Electricidad que lo une a la casa de José de la Cámara, en la calle Alfonso XII, para establecer su sede. El arquitecto Rafael Arévalo es el encargado de adaptar el edificio. En 1970, cuando la empresa se traslada a la Borbolla, Monsalves pasa a manos del Estado que establece allí la delegación de Educación. En 1984 llega a manos de la Junta de Andalucía, que lo destina a distintas consejerías. Tras cerrarse, ha servido de plató para distintas películas y series.
Fue en el año 2000 cuando se empezó a hablar de la ampliación del Bellas Artes en este edificio. En su momento también se planteó que acogiera la colección Bellver. En 2015, se lleva a cabo la apuesta más firme firme por parte de la Administración Autonómica para llevar aquí las colecciones almacenadas del museo. Recientemente, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha reconocido que la ampliación el Bellas Artes no se abordará hasta que se terminen las obras y se reabra el Arqueológico.
Desde hace poco tiempos, el rumor de una posible venta ha encendido todas las alarmas. "Es lo que nos faltaba. La Junta no ha hecho nada y ahora quiere venderlo. Sería denigrante para Sevilla que eso ocurriera. El Bellas Artes debe quedarse donde está y Monsalves debe acoger ya la ampliación. El conjunto histórico no puede perder más cultura. Son ya 22 años los que han pasado desde que se empezó a hablar de esto. Demuestra la incapacidad de todos", lamenta Joaquín Egea, presidente de Adepa.
El cierre por obras del Museo Bellver
En octubre de 2018 se abrieron las puertas de Casa Fabiola-Colección Mariano Bellver, par acoger la colección de este gran coleccionista. Culminaba así una donación que también coleó durante muchos años. El espacio elegido por el Ayuntamiento fue la Casa Fabiola, un palacio del siglo XVI muy transformado en la calle del mismo nombre del barrio de Santa Cruz. El coste de la operación fue de 4,5 millones y tras una adaptación y musealización el sueño del mecenas Bellver y su mujer, Dolores Mejías, se hacía realidad.
Pero la premura en abrir el espacio, el donante murió poco después, hizo que no se realizaran todas las actuaciones necesarias. Ahora se encuentra cerrado para, entre otras actuaciones, construir dos monteras o instalar aire acondicionado. "Tendrá obras mejores y peores pero es un museo etnográfico del siglo XIX, como el Museo Romántico de Madrid, donde se recrea un ambiente. Merece mucha más atención", indica Egea.
Una de las plazas más bonitas de Europa
La Plaza de América es uno de los lugares museísticos más bellos de Europa. En este privilegiado enclave del Parque de María Luisa se alzan tres edificios realizados para la Exposición Iberoamericana de 1929 que son auténticas joyas de la ciudad: el Pabellón Real, en estilo gótico isabelino; el pabellón de Arte Antiguo, en mudéjar; y el de Bellas Artes, ejecutado en estilo plateresco. Los tres, un siglo después de su concepción, pasan por una situación, cuanto menos, delicada.
El antiguo Pabellón de Arte Antiguo acoge actualmente el Museo de Artes y Costumbres Populares. Fue construido por Aníbal González entre 1913 y 1915. Su decoración con ladrillo y cerámica hace que se le conozca como Pabellón Mudéjar, por su clara vinculación con este estilo andalusí. Abrió sus puertas como museo el 4 de marzo de 1973 y, casi desde el principio, con importantes problemas de conservación en el propio edificio. Sus dependencias pasan a ser museo íntegramente el 26 de marzo de 1980 cuando el Ayuntamiento firma el acuerdo de cesión de uso, con carácter indefinido mientras sea para ese cometido, al Estado, que adquiere el compromiso de acondicionarlo. Tras la rehabilitación, en la que se crea la plata semisótano, la reapertura se produce en 1984, coincidiendo con la transferencia de la gestión de museos de titularidad estatal a Andalucía.
El próximo año se cumplirán 50 años desde su reapertura y, si nadie lo remedia, será con la triste realidad de tener su principal planta cerrada desde 2005 "por reforma museográfica". Desde esa fecha se ha invertido alguna cantidad, se han anunciado proyectos más potentes y se han intercambiados muchos reproches entre el Estado y la Junta sobre quién debe asumir la rehabilitación. "La realidad es que han pasado casi 20 años y sigue cerrado. Es lamentable. No podemos seguir por este camino", insiste el presidente de Adepa.
Muchas dudas sobre la reforma el Museo Arqueológico
A finales de noviembre de 2021 se anunciaba que las obras del Museo Arqueológico podrían comenzar tras el verano de 2022, pero el Ministerio de Cultura y Deportes asegura que el proyecto está pendiente de su aprobación por Patrimonio. Son muchas las dudas que plantea esta reforma. La dotación económica en el proyecto de presupuestos elaborado por el Ejecutivo sólo prevé un millón de euros para el año 2023, pese a que la obra en su conjunto se acerca supera los 25. La reapertura, prevista para 2026, se antoja difícil en estas circunstancias, pese a que desde el Ministerio aseguraron a este periódico hace unas semanas que se está cumpliendo con las fechas previstas.
Este pabellón se construyó entre 1912 y 1919 en estilo renacentista. En 1942 acoge el museo Arqueológico de Sevilla que por calidad y cantidad es el segundo de España. En 2009, el Ministerio de Cultura convocó un concurso para su reforma. La ganó el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra. "Han pasado 13 años desde entonces. Es un proyecto grandioso, cuando sólo habría que haber hecho las obras necesarias y no cerrarlo por completo. La Junta de ha gastado más de tres millones en sacar las obras y ahora tiene que hacer unas obra en Santa Inés para exponer una selección. ¿Cuándo lo veremos? A este paso la reforma durará 20 años. Es algo grotesco", indica Egea.
El palo de Patrimonio a la reforma el Pabellón Real
Después de más de un año esperando, la Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Junta de Andalucía, ha dado un severo repaso a la reforma prevista en el Pabellón Real. El Ayuntamiento anunció que sería sede del museo del regionalismo y de Aníbal González. Con esta iniciativa se trasladarían las oficinas municipales que ahora alberga y se le daría un uso museístico y expositivo propios de un edificio patrimonial de esta belleza y acorde con el lugar.
El edificio fue levantado en 1916 en un estilo gótico isabelino. Su exterior, con una fastuosa decoración cerámica, fue restaurado por el Ayuntamiento, que invirtió más de un millón de euros. Se inició entonces la redacción del proyecto para su adaptación a espacio expositivo y divulgativo. Desde Adepa reclaman que, además de respetar el edificio, que ya perdió su decoración interior en anteriores reformas, sirva como espacio de homenaje a todos los arquitecto regionalistas que contribuyeron a diseñar la imagen de Sevilla en las primeras décadas del siglo XX: Talavera, Espiau, Gómez Millán...
"Los políticos en Sevilla, de cualquier administración y partido, no son capaces de llevar a cabo su labor. Están todo el día prometiendo y generan unas expectativas que luego se diluyen y terminan en frustración. Los ciudadanos deberían castigar con sus votos estas actitudes", finaliza Egea.
Sevilla avanza hacia el centenario de la Exposición de 1929 y la idílica Plaza de América con sus pabellones convertidos en museos, debería estar abiertos y en perfecto estado de revista. Es de justicia.
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