El Pabellón Real, el gótico isabelino según Aníbal González
Patrimonio histórico
El edificio ubicado en la Plaza de América será sometido a una profunda restauración durante un año Su bella decoración, realizada en cerámica y barro tallado, se encuentra en muy mal estado
Grietas y fisuras, pérdida de piezas, elementos fracturados, falta de adhesión, debilitamiento de los soportes, pérdida del vidriado generalizada, proliferación de microorganismos, bacterias, hongos y algas, vegetación abundante, incrustación de elementos ajenos como mallas metálicas o clavos, suciedad superficial, intervenciones defectuosas... El Pabellón Real será sometido a una intervención integral que le devolverá todo el esplendor proyectado por Aníbal González cuando lo concibió a principios del pasado siglo. El edificio será restaurado en profundidad durante un año para reparar su valiosa decoración, fundamentalmente cerámica. Desde su construcción, ha sufrido diversas intervenciones para remodelar su interior y adaptarlo a los diferentes usos que ha tenido, pero el bello exterior, inspirado en un estilo gótico español de la época de los Reyes Católicos, apenas ha sido sometido a obras de conservación desde su construcción. La duración de los trabajos es de 12 meses y el coste de 1,6 millones.
La Gerencia de Urbanismo ha redactado durante los últimos meses el proyecto de conservación y restauración de las fachadas del Pabellón Real, correspondiéndole a Cristina García Lorenzo, licenciada en Bellas Artes y especialista en restauración de cerámica, el estudio de los elementos cerámicos para elaborar el diagnóstico y la propuesta de intervención en los mismos. "El conjunto cerámico presenta, en general, un avanzado estado de deterioro como consecuencia de una serie de causas, que de forma individual o conjunta, han influido negativamente en su conservación". Este continuo proceso de degradación, que va en aumento, no parará de no paliarse las causas de su alteración.
Entre los motivos del deterioro, se identifican los de "tipo social", como las intervenciones llevadas a cabo por el hombre, la falta de mantenimiento o la contaminación; las "técnicas", relativas a defectos de fabricación de las piezas, calidad de los materiales y su puesta defectuosa; las "físico-químicas", debido a los agentes climáticos, las humedades y la contaminación atmosférica; las "biológicas", por la acción de los seres vivos y sus residuos, todo relacionado directamente con la humedad; o la "degradación intrínseca de los materiales", a consecuencia del envejecimiento propio del paso del tiempo.
La acción de cada uno de estos factores han provocado toda una serie de daños en la cerámica. El principal problema se encuentra en la crestería y los pináculos que rematan el edificio. "Su ubicación, junto con el deterioro del vástago que las sostiene, la degradación del material de relleno, la acción de las palomas y la falta de mantenimiento, han ocasionado la pérdida de una gran cantidad de elementos".
La propuesta de intervención contempla la conservación del mayor número posible de piezas cerámicas originales. Muy puntualmente se realizarán restauraciones en las que se eliminarán los originales para sustituirlos por materiales nuevos. "Estas intervenciones quedan justificadas por una baja calidad de los materiales originales o por el elevado grado de deterioro que alcanzan algunos elementos que se van a sustituir". Se van a eliminar los vástagos de hierro oxidado, ya que es ésta una de las causas del deterioro de los pináculos y las cresterías. Serán sustituidos por varillas de acero inoxidable. También se realizarán moldes de todos los elementos cerámicos para sustituir las piezas cuyo deterioro las haga irrecuperables y para reponer las perdidas.
El proceso de conservación y restauración de los elementos cerámicos conllevará la consolidación del bizcocho, la limpieza de la superficie vítrea, la fijación del vidriado, la reintegración volumétrica, la reintegración cromática, la protección biocida y la reposición de piezas. "Con esta propuesta de tratamiento pretendemos atajar las causas de alteración y conservar estos revestimientos cerámicos, interviniendo lo preciso para facilitar una lectura y unidad coherente a la obra". La intervención contempla la aplicación de un hidrofugante nanotecnológico tras la limpieza de las superficies para retrasar la acumulación de suciedad por la retención de agua que se produce especialmente en las molduras y relieves.
El principal problema del deterioro de la fábrica de ladrillo original es la humedad por capilaridad. Para atajarlas, se propone evitar que las zonas ajardinadas con riego acometan contra las fachadas. Se realizará un pequeño foso perimetral que aísle las fachadas del entorno y ayude a la desecación por ventilación de los muros. En las zonas en las que los jardines acometan en los muros, además del foso, se pavimentará con un acerado de un metro para alejar el aporte de agua. Para este pavimento se realizará una base de albero compactado, una solera de hormigón y una pavimentación de losas de piedra natural. Por último, se realizará un tratamiento con inyecciones en la base de los muros con micro emulsiones de sodio siliconadas epoxídicas a presión para eliminar la humedad.
La intervención integral contempla también un tratamiento para la exclusión de aves, que tantos daños causan. Se propone combinar dos sistemas. El de red especial tintada, en las ventanas y coronas de los escudos; y el de impulsos mediante un sistema electroestático, un método disuasorio de gran efectividad que se ubicará en todos los elementos en el que se pueda producir el posado.
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