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Una ruta turística por Sevilla más allá de la Catedral y el Alcázar

Día Mundial del Turismo

La capital de Andalucía cuenta con más de cien edificios declarados BIC

Proponemos un recorrido alternativo para conocer la ciudad más allá de los enclaves habituales

Visitas guiadas gratuitas a Triana y la Macarena por el Día Mundial del Turismo

Puerta de Córdoba: un trozo de historia de Sevilla encerrado en una torre

Sevilla tiene mucho más ofrecer a sus visitantes que la Catedral y el Real Alcázar. La capital de Andalucía es uno de los destinos preferidos para los turistas extranjeros que visitan España, y también para los nacionales que buscan una ciudad con encanto para disfrutar del fin de semana. Por norma general, las personas que eligen la ciudad de la Giralda para disfrutar de unos días de asueto se limitan a acudir a la Catedral y el Real Alcázar, además de a pasear por el barrio de Santa Cruz o la Plaza de España. Son estos, sin duda los principales reclamos turísticos y patrimoniales, pero Sevilla ofrece muchos otros atractivos que en cualquier otra ciudad serían los más visitados.

Sevilla es, tras Barcelona, la segunda urbe de España con mayor patrimonio de titularidad municipal, a lo que hay que sumar un gran cantidad de edificios religiosos y los inmuebles propiedad de la Junta de Andalucía. El profesor de la UPO Ignacio Montojo identificó recientemente 145 espacios de interés turístico y cultural en Sevilla. De ellos, 103 están declarados BIC, una cifra que señala el enorme potencial de la ciudad. En el Día Mundial del Turismo proponemos una ruta alternativa con diez hitos, tanto para propios como extraños, para conocer Sevilla en profundidad.

La antigua calle Real

La iglesia de Santa Marina. / D. S.

La calle San Luis, antigua Real, reúne importantes monumentos en sus 800 metros. Es este un buen punto para iniciar una ruta turística por la ciudad, ya que también se podrá visitar la Basílica de la Macarena, donde recibe culto la Virgen de la Esperanza, una devoción sevillana que es universal; y la antigua muralla islámica de Sevilla. La cerca defensiva está siendo actualmente restaurada por el Ayuntamiento y en un futuro próximo está llamada a convertirse en uno de los principales reclamos. Una de las ideas es que pueda recorrerse el paseo de ronda y recuperar la Puerta de Córdoba, el único de los antiguos accesos a Sevilla que conserva su configuración original.

El recorrido por la calle San Luis ofrece la posibilidad de visitar distintas iglesias mudéjares construidas tras la Reconquista de la ciudad. Como San Gil, que cuenta con la declaración de Monumento Nacional; Santa Marina, sede de la Hermandad de la Resurrección; o San Marcos, levantada también tras la reconquista sobre una antigua mezquita, de la que se conserva aún su torre alminar.

San Luis de los Franceses. / Juan Carlos Vázquez

En mitad de la calle se encuentra una de las joyas barrocas de Sevilla. El conjunto de San Luis de los Franceses. Esta iglesia construida por Leonardo de Figueroa, el arquitecto estrella del barroco hispalense, es propiedad de la Diputación Provincial, que la mantiene abierta al público. Además del fastuoso templo se pueden admirar la peculiar cripta, que ocupa la misma extensión de la iglesia y tiene una peculiar forma de flor con sus pétalos; y la capilla doméstica o antiguo noviciado de los jesuitas.

El antiquarium de la Encarnación

Antiquarium. / Archivo

Son muchos los turistas que suben a las setas para obtener una visión muy interesante de la ciudad, pero son pocos los que hacen lo propio con el Antiquarium. Se trata de un espacio arqueológico ubicado en el subsuelo de Metropol Parasol de la plaza de la Encarnación. Fue inaugurado el 27 de marzo de 2011 y se compone del yacimiento arqueológico más importante que se conserva de la etapa romana de Sevilla, que fue hallado tras una primera excavación en la plaza en los años 1990 con el fin de construir un aparcamiento subterráneo y remodelar la plaza.

Dentro del conjunto se halla la zona correspondiente a los siglos I al VI, que pertenece a la etapa romana, en la que destacan los mosaicos de la Casa Romana, la Casa de la Ninfa y la Casa de Baco, así como un mural de tres metros en el Patio del Océano. Cuenta además con la Casa de la Columna, que contiene el mosaico de la medusa, la Casa de las Basas, la Casa del Sigma, la Casa de la Noria y el Hospitium de los Delfines. Una segunda zona corresponde a la época andalusí de la ciudad (siglos XII-XIII), en la que destaca una casa almohade. Además, conserva información de la Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. Todo el conjunto es un excelente centro de interpretación de la historia de la ciudad.

La Casa de los Pinelo

Uno de los patios que conforman la Casa de los Pinelo. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla cuenta con una gran cantidad de casas-palacio de excelente factura, la mayoría de ellas renacentistas, como el propio edificio de la Casa Consistorial. Esta que proponemos, la de los Pinelo en la calle Abades, es menos conocida, pero cuenta con un valor excepcional. Además, es sede de dos reales academias: la de Buenas Letras, que ocupa la planta baja; y la de Bellas Artes, que dispone de una importante colección de obras. Fue construido en torno al año 1500 por el comerciante genovés Francisco Pinelo. Su patio es una auténtica joya del renacimiento con una decoración fastuosa.

El Palacio de San Telmo

La capilla del Palacio de San Telmo. / D. S.

Es la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Se trata de un edificio barroco construido entre los siglos XVII y XVIII para ser la sede de un colegio de marineros. En la segunda mitad del siglo XIX fue la residencia habitual de los duques de Montpensier. En el siglo XX sirvió como seminario diocesano. Posteriormente, el Arzobispado de Sevilla se lo vendió a la Junta de Andalucía, que hizo obras para convertirlo en sede de la Presidencia. La administración autonómica organiza visitas guiadas para conocer este fantástico edificio del que destaca la capilla dedicada a la Virgen del Buen Aire que mantiene su programa iconográfico original.

La Torre de Don Fadrique y Santa Clara

La torre de don Fadrique tras su reciente restauración. / Antonio Pizarro

Situado en el barrio de San Lorenzo, una collación histórica en pleno centro, se trata de una auténtica joya. Desde que el Ayuntamiento adquirió en propiedad de la mayor parte del Real Monasterio de Santa Clara –el Arzobispado ha mantenido la titularidad de la iglesia y sus dependencias anexas que ahora restaura– se han realizado diversas campañas arqueológicas coincidiendo con las fases de restauración y rehabilitación de las distintas zonas que han permitido afianzar las huellas de cómo era la gran residencia que don Fadrique, hijo del rey Fernando III y hermano del rey Alfonso X, construyó en esta zona de la ciudad. La torre, con una historia de leyenda, formó parte del primer palacio cristiano que se hace en Sevilla tras la reconquista de 1248. Ha sido reabierta este verano tras una gran restauración.

Las dependencias del antiguo convento, rebautizado como Espacio Santa Clara, acoge exposiciones, conferencias y distintos eventos. El Ayuntamiento tiene previsto continuar en los próximos años con su rehablitación.

El Hospital de la Caridad

La iglesia del Hospital de la Caridad. / José Ángel García

El Hospital de la Santa Caridad lleva casi 400 años siendo la última morada de los que no tienen nada. Ancianidad, soledad y pobreza son los tres requisitos necesarios para residir en esta casa que, aunque se tiene constancia de la existencia de la hermandad ya en 1456, fue tras el ingreso del venerable Miguel de Mañara, en 1662, cuando recibe el impulso que todavía hoy mantiene. Para poder atender a todas estas personas la Santa Caridad necesita de la colaboración de muchos, como sus cerca de 500 hermanos o los voluntarios que acuden de manera regular a aportar su granito de arena. Junto a esta impagable labor asistencial, la Santa Caridad, sobre todo su iglesia del Señor San Jorge, es uno de los mejores y más importantes exponentes del barroco sevillano, con las destacadísimas obras que Murillo, Valdés Leal o Roldán crearon siguiendo el discurso iconográfico dictado por Mañara.

Situado en la calle Temprado, se levantó en parte de las antiguas naves de las Reales Atarazanas, un edificio muy importante para la historia de la ciudad que ahora está en restauración.

La iglesia de Santa María la Blanca

Las yeserías de Santa María la Blanca. / Juan Carlos Vázquez

Es otra de esas joyas ocultas de Sevilla. Es el templo de las tres religiones, puesto que fue mezquita, posteriormente sinagoga y, desde 1391, iglesia Cristiana. El actual templo data del siglo XVII. Los historiadores del arte creen que Murillo, gran amigo de Justino de Neve, fue el diseñador del programa decorativo e iconográfico de la iglesia. El catedrático Teodoro Falcón atribuye la realización de las yeserías a los hermanos Borja; el vaciado y modelado de las grandes figuras a Pedro Roldán; y las pinturas murales a, probablemente, Alonso Pérez, si bien también pudo participar el propio Murillo. Al gran pintor del Barroco sevillano sí se le encargó que representara, en dos grandes lunetos situados bajo la cúpula, los orígenes de la basílica romana, y, en otros dos más pequeños, situados en los cabeceros de las naves laterales, una exaltación de la Inmaculada Concepción y del sacramento de la eucaristía. Las pinturas fueron expoliadas por el mariscal Soult durante la invasión francesa y se han recuperado con unas excelentes copias. La iglesia ha abierto esta misma semana su nuevo museo, un atractivo más para la visita.

Los baños de la Reina Mora

Los baños de la Reina Mora. / Antonio Pizarro

Sevilla contaba con un total de 19 baños árabes, siendo los de la Reina Mora los de mayor tamaño, puesto que ocupaban toda la manzana actual dando el nombre de Baños a la calle por la que se accede.

Como informa la Hermandad de la Vera Cruz, que cuenta con la concesión y se encarga de organizar las visitas, su nombre de Baños de la Reina Mora "quizás sea debido al hecho de que el Rey Alfonso X El Sabio se los donó a su madrastra la reina Juana, y que de ser baños moros de la Reina, el pueblo lo readaptara a baños de la Reina Mora. En realidad, estos baños se encuentran demasiado alejados del alcázar de la ciudad como para que se desplazara hasta aquí ninguna noble musulmana para bañarse". En el año 2017 la hermandad inicia la rehabilitación de los baños.

Las visitas se pueden realizar de manera libre, concertadas o en grupo. Para ello, hay que pedir cita en el correo: bañosdelareinamora@veracruzsevilla.org.

Recientemente, se han recuperado otros baños de gran valor a los pies de la Giralda.

El Jardín de la Contratación

El jardín de la Contratación. / Juan Carlos Vázquez

La actual sede de la delegación de Gobierno de la Junta en Sevilla, situada en la Plaza de la Contratación, esconde un gran jardín de época andalusí. Un vergel único, inspiración de otros posteriores cristianos, y que es el único que de época almohade que se conserva. Otros ejemplos de jardines andalusíes del Alcázar, como el Cuarto del Yeso, el Patio del Crucero o el Patio de la Montería, fueron modificados y apenas evocan ya a los originales. El jardín del Patio de la Contratación fue redescubierto en los años sesenta del siglo XX por Rafael Manzano. La construcción a principios del siglo XVI de la Casa de la Contratación en este espacio lo había enterrado. En época almohade existió en este lugar un edificio de gran tamaño y carácter residencial. Poseía un patio rectangular de 30,20 por 22,50 metros orientado en dirección noroeste-sureste. La Junta lo abre a las visitas un día a la semana.

Panteón de Sevillanos Ilustres

La tumba de Bécquer en el Panteón de Sevillanos Ilustres. / D. S.

La antigua cripta del templo de la Anunciación, reformada y protegida arquitectónicamente, acoge el Panteón de los Sevillanos Ilustres. Con acceso por la facultad de Bellas Artes, junto a la puerta lateral del templo, obra del arquitecto Hernán Ruiz II, que comunicaba la iglesia con el claustro de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, dos tramos descendentes de escaleras conducen al Panteón, con planta de cruz latina, techumbre abovedada y revestido con placas de granito pulido, gris en las paredes y de un salpicado rosa en el suelo. Entre los sevillanos ilustres enterrados en este lugar se encuentran los hermanos Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer, Arias Montano, Mateos Gago, Alberto Lista, José María Izquierdo, Fernán Caballero, Sánchez Bedoya, o Amador de los Ríos, entre otros. La visita, organizada por la propia Universidad de Sevilla, se puede concertar en la siguiente página web.

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