La restauración de la muralla de la Macarena confirma que estaba revestida de blanco
Concluye la primera fase de la intervención, correspondiente a la zona intramuros
La licitación de los trabajos en la cara externa ya están en marcha y empezarán a mediados de año
Arco de la Macarena: La restauración de la puerta de los reyes
Las obras de la muralla de la Macarena durarán dos años y se dividirán en cuatro fases
Los trabajos de restauración que se están acometiendo en la muralla de la Macarena están deparando importantes sorpresas. Las investigaciones realizadas han constatado que la cara exterior estaba recubierta de blanco, mientras que la interna, cuya consolidación acaba de terminar, presentaba un aspecto mucho más parecido al actual, aunque también contaba con algunos cajones en blanco. Los investigadores desconocen por el momento si sobre este enlucido habría algún tipo de decoración pictórica.
El alcalde Sevilla, Antonio Muñoz, ha visitado este martes la muralla restaurada acompañado del delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; el delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social, Juan Manuel Flores; la delegada de Patrimonio Municipal e Histórico Artístico, Carmen Fuentes; el delegado del distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera, técnicos de la Gerencia y responsables de la empresa adjudicataria de los trabajos. La intervención, promovida por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, cuenta con una importante financiación del Estado gracias al programa del 1,5% Cultural. El director de la obra, Fernando Sánchez Navarrete, ha sido el encargado de explicar el resultado de esta primera intervención sobre el lienzo de muralla islámica: "La estructura está perfectamente. Presentaba un deterioro superficial. El objeto de la intervención ha sido la consolidación y restauración parcial de unas zonas determinadas. No ha sido algo caprichoso. Había que intervenir en esos puntos manteniendo las huellas históricas y su lectura. No ha habido reintegraciones volumétricas".
A la cara interna de la muralla, en el tramo de 560 metros que va desde el Arco de la Macarena hasta la Puerta de Córdoba, se la ha realizado durante el último año una limpieza de sus paramentos, que es quizás lo que más llame la atención ya que ahora presenta un tono algo más claro; relleno de fisuras, grietas y oquedades, reintegraciones de volúmenes y de aplicación de tratamientos de protección. Todo ello se ha acometido tras la realización de numerosas pruebas y estudios y siempre siguiendo un criterio de reversibilidad. En suma, una intervención patrimonial en la piel para devolver al lienzo interior su aspecto originario y restituir sus valores históricos y arquitectónicos, garantizando de este modo que siga conservándose a lo largo de los siglos.
El arqueólogo y codirector de los trabajos, Óscar Ramírez, ha insistido en que esos análisis previos han sido fundamentales para obtener una importante información física e histórica del monumento, para discernir actuaciones previas y determinar qué partes eran las originales. "Durante el proceso de la obra se ha hecho un estudio paramental completo mediante fotogrametría que nos permite disponer de un modelo completo y exhaustivo del recinto amurallado que permite conocer y determinar daños y hacer un seguimiento".
Gracias a los estudios, que también se han aplicado al Arco de la Macarena y continuarán en la cara externa, se ha apuntalado la hipótesis que determina que las primeras fases de construcción de la cerca corresponde a los almorávides, mientras que los almohades la amplían y refuerzan. Se ha podido extraer, por ejemplo, material cerámico del siglo XII utilizado en la construcción. "Estos elementos ayudan a corroborar la cronología. Nos movemos prácticamente en el siglo XII. También hemos descubierto los huecos donde iban las agujas que soportaban el encofrado".
Revestida de blanco
Durante la restauración se han encontrado dos tipos de revestimientos. Uno del mismo material que la tapia pero con un árido más fino en el interior, cuyo color en origen sería muy similar al que ahora presenta. El otro, en el exterior, se corresponde con un revestimiento más acabado. Un enlucido en blanco que todavía es visible en algunas zonas y que en su día pudo completarse con alguna otra decoración superficial. "La muralla estaría revestida en blanco tanto intramuros como extramuros. También la barbacana, al menos en sus dos primeros cajones", ha explicado el arqueólogo, que ha añadido que todas las fábricas antiguas estaban recubiertas pero se han perdido. Un caso que lo demuestra fue el descubrimiento realizado en la Giralda durante la primera fase de su restauración.
Una rehabilitación en cuatro fases
El Ayuntamiento ha planteado la obra de recuperación de la Muralla de la Macarena en cuatro fases. La primera, correspondiente a su interior y que acaba de terminar, fue adjudicaba a la empresa Patrimonio Inteligente S.L. por 738.438 euros. El Gobierno se ha hecho cargo de algo más del 40% del presupuesto de la intervención.
La segunda fase se corresponde con la restauración del Arco de la Macarena. Las obras están ya bastante avanzadas y terminarán antes de la Semana Santa. Los trabajos se centran principalmente en las labores de reparación de los pináculos y en la sustitución de la impermeabilización de la cubierta. Tras esta consolidación, se está procediendo a la eliminación de las reparaciones puntuales realizadas con morteros de cemento, así como de las pinturas aplicadas con productos acrílicos. Urbanismo acomete también la reparación de las diversas patologías que afectan a las fábricas. Asimismo, se restauran los paños de azulejos y la policromía aparecida en la cornisa.
Los hallazgos en el Arco de la Macarena
Los trabajos realizados han permitido sacar a luz muestras del almenado de la puerta medieval o elementos decorativos del siglo XVIII como policromías y esgrafiados en tonos ocre, rojo, almagra y negro. Durante las obras también se ha descubierto en el interior del Arco una antigua cámara usada hasta el siglo XIX por el cuerpo de guardia de la muralla para el cobro del portazgo, que será recuperada y protegida con un vidrio laminar para que pueda ser observada desde el exterior. Este y otros hallazgos han provocado la aprobación de un modificado para este proyecto que elevará la inversión total en este elemento hasta los 225.000 euros, aproximadamente, frente a los 205.000 euros iniciales. El aspecto final será muy parecido al que tenía, con una terminación en color albero apagado, con algún revestimiento de las cornisas en almagra y los almohadillados en blanco.
La tercera fase es la rehabilitación integral de la cara externa, que también cuenta con una importante subvención por parte del Estado. El alcalde ha explicado que ya se encuentra en fase de licitación y podría estar adjudicada antes del verano. En el mismo sentido que la intervención realizada en la cara intramuros, la operación prevista en esta parte supone trabajos de tipo preventivo y correctores, que en este caso se extenderán también a la barbacana, a la liza (espacio entre la barbacana y la muralla) y a las torres, entre las que destaca la Torre Blanca o de la Tía Tomasa, que será acondicionada en esta tercera fase de obras. El plazo de ejecución es de 18 meses.
La última fase es la restauración en la Puerta de Córdoba, la única de la ciudad que se conserva con sus características originales. El Ayuntamiento va a colaborar en la rehabilitación de una parte de la muralla que forma unidad estructural con este edificio que pertenece a la Hermandad de San Hermenegildo y que también será visitable. En una primera actuación de estas obras está previsto llevar a cabo la restauración de los paramentos exteriores de la Puerta de Córdoba, tanto de sus fábricas de tapia como de sus portadas de piedra y puertas de madera. En una siguiente intervención se abordará la recuperación del interior. Se destinarán 70.000 euros para ello. Patrimonio ya estudia la intervención.
Finalmente, con la idea de mejorar la conservación de la muralla y de valores patrimoniales, el Ayuntamiento trabaja en un proyecto de reordenación de la movilidad de su entorno y del paisaje urbano y en una actuación que permita hacer visitable la liza (o calle interior de la muralla) y la Torre Blanca.
La obra patrimonial "más importante"
Tras años esperando la recuperación de la muralla, algo que era muy demandado por asociaciones y vecinos, que ven en su restauración y apertura un acicate para atraer turismo a la zona, Muñoz ha insistido en el gran esfuerzo realizado por el Ayuntamiento para su consecución: “Estamos ante la obra más relevante en cuanto a la conservación del patrimonio durante este mandato municipal. La imagen de la muralla una vez que finalicen esas cinco fase de las actuaciones será radicalmente diferente, como ya podemos comprobar hoy con el lienzo intramuros, y constituirá un elemento de gran atractivo para atraer turistas hacia esta parte de la ciudad y dinamizar el barrio”.
Por su parte, Pedro Fernández ha destacado que "con esta restauración se comprueba la efectividad del programa 1,5% Cultural para garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los municipios y de los bienes que lo integran. En la capital hispalense el Gobierno de España subvenciona actuaciones que suman una inversión cofinanciada de más de 3,5 millones de euros, entre las que se encuentran esta primera fase ya finalizada y una segunda en la Muralla de la Macarena".
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