El nuevo museo de Santa María la Blanca se puede visitar gratis desde este martes

El museo del templo de las tres religiones de Sevilla se podrá visitar desde este martes de manera gratuita. La antigua sala capitular de la iglesia de Santa María la Blanca ha sido restaurada y transformada en un espacio expositivo que es un auténtico canto a la Virgen y que contribuye a enriquecer y contextualizar la visita a uno de los templos más singulares y bellos de Sevilla, joya del barroco. El arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha bendecido este lunes el museo en presencia del alcalde, Antonio Muñoz; el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal; la delegada territorial en Sevilla, Minerva Salas; el delegado de la Junta en Sevilla Ricardo Sánchez; el párroco de San Nicolás y Santa María la Blanca, Miguel Ángel Núñez; y el arquitecto responsable de la intervención, José María Rincón, entre otras autoridades.

El proyecto de musealización de la sala capitular, realizado por la constructora Kalam, concibe Santa María la Blanca como un espacio de oración desde hace más de diez siglos, donde las sucesivas construcciones se superponen atravesando el tiempo y llegando al presente. La intervención aporta una visión contemporánea al legado del templo, sumando una capa más a su estratigrafía.

Las piezas históricas, como textiles, grabados u orfebrería, se mezclan con el arte contemporáneo, como los vidrios realizados por el artista Manuel Caliani; y diversos documentos que ponen de relieve la relevancia histórica de un templo que conserva las huellas de la mezquita y la sinagoga judía y en el que, en su etapa barroca, trabajaron artistas de la relevancia de Murillo, los hermanos Borja o Pedro Roldán.

De hecho, una de las vitrinas más relevantes del nuevo espacio museístico es la dedicada a Murillo en la llamada Sala del Tesoro. En ella se puede ver el cáliz que representó en el cuadro de la Última Cena, el contrato con la Hermandad sacramental para realizar este lienzo; un documento del bautizo de un hijo de Murillo, cuyo padrino fue Miguel de Mañara; o el censo parroquial de 1650 que recoge la presencia del pintor como vecino de la actual calle San José. Además, la visita termina con una sorpresa. A través de una pequeña ventana se pueden admirar al ras las yeserías y una de las copias de Murillo.

Un nuevo lenguaje expositivo

El arquitecto que ha diseñado el museo, José María Rincón, ha destacado la apuesta por llevar el lenguaje barroco de la iglesia al siglo XXI: "La arquitectura y el arte contemporáneo está al servicio de la evangelización". Por su parte, monseñor Asenjo ha destacado que el el nuevo espacio tiene un innegable carácter cultural, pero ha subrayado su marchamo religioso por encima de todo: "Muestra la devoción a la Virgen de Sevilla y de este barrio. Tiene una dimensión catequética y evangelizadora por encima de todo".

Antes de pasar a firmar en el libro de honor, han cerrado el acto el alcalde y el consejero. Muñoz ha resaltado el esfuerzo que administraciones públicas y entidades particulares están realizando en los últimos años para restaurar el inmenso patrimonio histórico de la ciudad: "Es importante que esta cuestión esté siempre en las agendas". Por su parte, Bernal ha insistido en la importancia que tiene para la ciudad que los visitantes puedan conocer este legado: "Hoy hablamos de un excelente trabajo que permite el acceso a piezas relevantes del patrimonio del templo y a conocer las entrañas del propio edificio".

Tras la bendición e inauguración, desde este martes 27 al viernes 30 se realizará una jornada de puertas abiertas. Las personas que quieran conocer el museo lo podrán hacer de 10:30 a 13:30. La siguiente semana, ya se abrirá los mimos días pero el donativo será de dos euros. Con la recaudación se restaurará en un futuro el camarín de la Virgen y el altar mayor. Las primeras investigaciones sobre este espacio ya han revelado la existencia de restos anteriores a la actual construcción barroca

El acceso al nuevo museo se realiza a través del número 18 de la calle Archeros.