El lamentable estado del compás del convento de Santa Clara de Sevilla

Una imagen muy poco reconfortante. Las personas que acuden a visitar la fabulosa iglesia del convento de Santa Clara tras su restauración han de hacerlo a atravesando un espacio en ruinas, con vallas tiradas y una vegetación totalmente salvaje y descuidada. Así se encuentra el otrora bucólico compás de acceso al cenobio desde la calle Santa Clara. Este espacio que cuenta con una bella plaza que en su día estuvo ocupada por talleres artesanos está pendiente de rehabilitar, aunque hace tiempo que están previstos los trabajos. Con una inversión no muy elevada, Santa Clara recuperaría el bello acceso natural que conduce a una iglesia que luce en todo su esplendor tras las obras y que pronto contará con visitas guiadas por parte del Arzobispado.

El pasado 10 de febrero, tras más de 3 años de obras y una importante inversión que superó los más de 3 millones de euros, la barroca iglesia de Santa Clara reabría sus puertas. Sevilla recuperaba así uno de sus templos más bellos, cuya traza actual se debe a Juan de Oviedo y Miguel de Zumárraga, quienes la reformaron entre los años 1620 y 1622, y que cuenta con excelentes retablos y esculturas de Martínez Montañés. Pero su acceso natural se ha mantenido en la más absoluta de las ruinas. Por allí han de pasar las personas que acuden a misa cada domingo a las 10:30.

Tras adentrarse en el espacio marcado por la gran portada barroca, los visitantes atraviesan un estrecho pasillo que desemboca en el atrio de entrada a la iglesia conventual. Pero antes, a la derecha, se encuentra el que es, como subraya el arquitecto José García-Tapial, el más importante, y casi el único superviviente en la ciudad del tipo de compás de los conventos sevillanos presidido por una fuente procedente del antiguo colegio de Maese Rodrigo. El estado de conservación también priva de la experiencia que suponía acceder a un convento de clausura. "En efecto, el compás era el primer filtro, el espacio semipúblico que nos preparaba para el ingreso, por un estrecho pasaje con los recintos de pequeña escala destinados a locutorios, torno y grada hasta llegar a la puerta reglar, cruzar la clavería y, finalmente, tras un último quiebro, descubrir la monumentalidad y belleza de su patio principal", explica quien fuera primer responsable de la rehabilitación integral del cenobio hace ya más de 20 años.

Desde que en el año 2001 Urbanismo adquiriera parte de las edificaciones que integran el Convento de Santa Clara mediante un acuerdo de compraventa con la Archidiócesis de Sevilla, el Ayuntamiento ha invertido unos ocho millones de euros en distintas actuaciones de recuperación que han permitido hasta ahora que se hayan rehabilitado de manera integral unos 3.900 m2 de edificación y 2.000 m2 de espacio libres.

El Consistorio preveía invertir otros 5,7 millones hasta 2024 para rehabilitar y dar contenido al resto de los espacios que suman un total de 3.657 m2 de superficie construida y 2.752 m2 de espacios libres. El anterior gobierno municipal contemplaba, además, devolver la colección arqueológica municipal a Santa Clara y retomar la idea de instalar en el antiguo cenobio el museo de la ciudad, o al menos un centro de interpretación que permita reflexionar sobre su evolución urbana.

Pero la realidad es que han pasado los meses, ha habido un cambio en el gobierno local, y los planes para Santa Clara están lejos de cumplirse, al menos en los plazos y formas previstas.

La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente adjudicó a finales de octubre de 2022 la asistencia técnica que debía elaborar toda la documentación necesaria para las próximas fases de rehabilitación del antiguo convento. La empresa que adjudicataria fue Buró4 por 191.399 y el plazo de ejecución se fijó en 18 meses.

Estas futuras obras que contempla el Ayuntamiento iba a afectar a la edificación al norte del compás y la portada de la calle Santa Clara; el sector sur y el compás; la sala de Profundis y el sepulcro del obispo Silves; las viviendas de vida particular y los huertos antiguos.

El cronograma que se manejaba entonces planteaba que la recuperación integral se acometería a lo largo de tres anualidades. En la primera se invertirían 262.500 euros para la puesta en funcionamiento de la alberca de la Torre de don Fadrique y la reparación del forjado del claustro oeste.

En el siguiente ejercicio se acometerían obras presupuestadas en dos millones de euros para continuar con la rehabilitación de las edificaciones de la zona norte del compás y la portada de la calle Santa Clara, acceso natural al cenobio del barrio de San Lorenzo; la rehabilitación del sector sur y el compás; la restauración de la valiosísima sala de profundis y el sepulcro del obispo; y la reparación de las viviendas de vida particular y los huertos. Finalmente, el tercer año se afrontaría la inversión más cuantiosa: 3.464.000 euros. Se continuaría con la rehabilitación del sector sur y el compás y las viviendas de vida particular y los huertos.

Según estos plazos, habría que esperar 3 años desde el inicio de las obras, que no tienen fecha aún, para que el compás y el acceso natural estén completamente recuperados.

Además de acoger el museo de la ciudad y la colección arqueológica, el Ayuntamiento preveía otros usos como sede formativa de las universidades sevillanas, especialmente para las disciplinas que incidan en la cultura y el patrimonio; sede de la cátedra de Economía de la Cultura; o espacio para desarrollar encuentros, festivales y congresos relacionados con la música, la pintura, las artes plásticas, etcétera.

La última de las intervenciones llevadas a cabo, concluida en la primavera de 2022, fue la rehabilitación de la Torre de Don Fadrique y jardines de su entorno, trabajos que contaron con un presupuesto de adjudicación de 729.000 euros y financiación estatal del Programa 1,5 % Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En paralelo al desarrollo de estas obras, desde la Gerencia de Urbanismo se inició también un proyecto para la conservación del sector sureste del convento, donde se hallaban las antiguas cocinas. Por otro lado, el Arzobispado de Sevilla llevó a cabo la rehabilitación de la iglesia y sus dependencias anexas dentro del mismo convento, trabajos cofinanciadas por la Gerencia de Urbanismo con una aportación de 3.082.000 euros.