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Patrimonio avala el aparcamiento de la Torre de la Plata al que se opone la Academia de Bellas Artes

El Ayuntamiento tiene previsto realizar una instalación provisional mientras se diseña un desarrollo del suelo acorde con el Plan Especial

El aparcamiento que oculta los vestigios almohades de Sevilla

El solar donde se instalará el aparcamiento con la Torre de la Plata al fondo. / Antonio Pizarro

El mismo día que se celebra el octavo centenario de la construcción de la Torre del Oro, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha avalado la instalación de un aparcamiento junto a la Torre de la Plata, en un espacio cargado de historia que oculta otros muy destacados restos de la Sevilla almohade y que debería ser uno de los principales atractivos de la ciudad.

Tras conocerse que el Ayuntamiento iba a realizar este proyecto para dar respuesta a las necesidades de los vecinos del Arenal, ha sido múltiples las voces que se alzado contra lo que se advierte como "la degradación de un espacio histórico”. Así lo consideró la Academia de Bellas Artes en un escrito remitido al alcalde en el que trasladaba su rechazo y"la inquietud creada por el acuerdo municipal para establecer, aunque sea de manera provisional, un aparcamiento de coches en el espacio situado entre las calles Santander y Morales Padrón y la muralla almohade".

La Academia recordaba que es más que probable que en este lugar que formaba parte del conjunto de la Casa de la Moneda, donde también estuvo el llamado Corral de las Herrerías, se ubicaban las primitivas atarazanas almohades, anteriores a las del rey Alfonso X. "Este espacio fue felizmente recuperado para la ciudad en los años ochenta del pasado siglo por la Gerencia de Urbanismo, pero todavía no ha sido dignificado de la manera que se merece para disfrute de todos los ciudadanos".

El Ayuntamiento, por su parte, ha defendido que esta iniciativa se diseñó para ordenar un uso que se venía realizando en esta parcela desde hace tiempo de forma temporal hasta que se ejecute un proyecto acorde con el Plan Especial. En este tiempo, además, el Consistorio definirá un programa de medidas para la conservación y recuperación del lienzo de la muralla.

"El Ayuntamiento licitó, en respuesta a la demanda vecinal, un contrato para el aparcamiento provisional, regulado y ordenado en superficie sólo para residentes en este solar de la calle Santander del Distrito Casco Antiguo con un total de 80 plazas. El acondicionamiento y explotación provisional fueron adjudicadas a Aussa y se abrió un plazo para solicitudes de personas empadronadas con prioridad para quienes se encuentren empadronados en las calles Profesor Morales Padrón, Torre de la Plata y Santander. De esta forma, se ordenaba y regulaba un uso como aparcamiento que se venía desarrollando desde años en esta parcela sin control alguno. El plazo mínimo de este contrato es de dos años fecha a partir de la que se podrá determinar si se prorroga o no".

Con el dictamen favorable de Patrimonio, el Ayuntamiento ha avanzado que se iniciará la ejecución del proyecto de adecuación del suelo para un uso provisional mientras se diseña el plan definitivo para esta parcela.

Las voces críticas de los expertos

El arquitecto que dirigió en los años 80 la recuperación de este espacio siendo director de la Gerencia de Urbanismo es José García-Tapial. En una entrevista publicada por este periódico consideraba que el solar del antiguo Corral de las Herrerías debería mantenerse como un espacio libre, ajardinado, con zonas de estancia, para que se pudiera admirar bien tanto la muralla como la Torre de la Plata. Además, sería interesante que las excavaciones que sacaron a la luz los restos de lo que parecían las atarazanas almohades se pudieran integrar y hacerse visibles.

El compañero de García-Tapial en aquel trabajo de recuperación del recinto, José María Cabeza, quien fue durante muchos años conservador del Alcázar, también rechazaba de plano la solución adoptada por el Consistorio. “Un aparcamiento es una desconsideración total hacia nuestro patrimonio. Aquí estuvieron las atarazanas islámicas, que podemos considerar el astillero privado del Alcázar almohade, del que formaba parte. Sus restos están ahí gracias al trabajo de Fernando Amores y al nuestro. En el propio pavimento se podría identificar su traza para que todos las conocieran”, señalaba.

En los mismos términos se pronunciaba el también arquitecto Fernando Mendoza, premio nacional de restauración, en una tribuna publicada en este periódico.

Por su parte, Adepa también ha advertido que no consentirá que el aparcamiento se cronifique de nuevo en este espacio de tanta importancia y advierten que van a pelear para que el Ayuntamiento saque de este ostracismo a la Torre de la Plata, a la muralla y todos los vestigios almohades de la parcela: “No vamos a ceder. La advertencia de la Academia de Bellas Artes es un primer paso. Nos vamos a dirigir a Icomos (organismo dependiente de la Unesco) para solicitar que estudie la situación de este espacio y de la Casa de la Moneda en su conjunto. No se puede permitir que los coches aparquen la lado de un monumento almohade del siglo XII”, apuntaba su presidente, Joaquín Egea, a este periódico.

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