Un sueño reinterpretado en la iglesia de Santa María la Blanca

El origen de la devoción a la Virgen de las Nieves en un lenguaje contemporáneo. Ya lucen en la Sala Capitular de la iglesia de Santa María la Blanca, el templo de las tres religiones, la serie de cuatro grandes vidrios policromados que narran con total actualidad la prodigiosa nevada del 5 de agosto sobre el monte Esquilino en Roma, origen de la devoción a la Virgen de las Nieves. El templo se prepara para abrir en los próximos meses esta nueva zona expositiva que será un "auténtico canto a la Virgen", como explica el párroco, Miguel Ángel Núñez.

Estos grandes vídrios de gran formato han sido elevados y fijados en su lugar bajo la atenta mirada del arquitecto José María Rincón, responsable de la transformación de la antigua sala capitular del templo. Con esta compleja operación técnica debido al tamaño de los vidrios, el mayor de ellos con más de tres metros de largo, han culminado las obras de rehabilitación de este espacio prácticamente desconocido, incluso para los mismos feligreses, que servirá de zona expositiva del legado histórico de uno de los templos más emblemáticos y con más historia de la ciudad.

Los vidrios policromados con pintura vitral han sido realizados por el joven artista Manuel Caliani Santos. Muestran con un lenguaje estético contemporáneo el prodigioso suceso de la nevada en pleno agosto sobre el monte Esquilino que dio lugar a la actual basílica de Santa María la Mayor en Roma, según la Virgen había revelado en sueños al patricio Juan y su esposa. Corría el año 358.

Estas pinturas realizadas por Caliani entroncan con la propia historia y el pasado glorioso de Santa María la Blanca. Fue a instancias de Justino de Neve cuando el templo vive su remodelación estética que lo traslada al barroco. Murillo trabajó para Santa María la Blanca sobre el mismo argumento dejando tras de sí dos de sus obras más icónicas: El sueño del patricio Juan y su esposa y El matrimonio ante el papa Liberio. Ambas obras fueron expoliadas por el mariscal Soult durante la invasión francesa y verse actualmente en el Museo del Prado, mientras Santa María dispone de unas copias de los originales realizadas por copistas del propio museo en los años setenta.

Con gran creatividad y una técnica única a base de lacas, Manuel Caliani ha compuesto para este nuevo espacio expositivo de la sala capitular, una serie narrativa en cuatro escenas: El sueño del patricio Juan y su esposa; La procesión al monte Esquilino, donde se puede observar el simpecado de la Hermandad de las Nieves; El trazado de planta de la basílica; y La consagración de Santa María la Mayor. Pese al antecedente de Murillo sobre el tema, Manuel Caliani ha logrado proyectar con originalidad y personalidad propia la historia legendaria que narra el origen de la basílica de Santa María la Mayor o de las Nieves, como fue su título primitivo. En las vigas del espacio también se narra la leyenda, sirviendo como complemento a las pinturas.

Los vidrios se sitúan sobre unas grandes vitrinas que mostrarán al visitante importantes piezas y documentos del templo. La idea es que este lugar no sólo sea un simple espacio expositivo, sino que también pueda acoger actividades culturales. La segunda sala, con unas dimensiones más reducidas, se va a dedicar principalmente a mostrar el tesoro de orfebrería.

Manuel Caliani Santos estudió Bellas Artes en la Universidad de Sevilla 2011-2015 y cursó máster de Arte, Museos y Gestión de Patrimonio en la Universidad Pablo de Olavide en 2015-2016. Como tantos artistas jóvenes se dio a conocer a través de la cartelería, destacando la Semana Santa de Moguer 2018, y el 350 aniversario de Nuestra Señora de la Alegría de Sevilla 2022. Su contacto con Santa María la Blanca comenzó como escultor e imaginero al recibir el encargo de un relieve y un arcángel que completara el conjunto del nacimiento de Cristóbal Ramos existente en el templo.