El milagro de la luz en la capillita de San José
El céntrico templo de Sevilla reabre sus puertas este martes tras completarse la primera fase de la restauración de sus pinturas murales
La hora de la capillita de San José
Las pinturas murales de la capillita de San José recuperarán el aspecto previo al incendio de 1931
Las iglesias de Sevilla recuperan sus cielos
Un colorido que llamará mucho la atención. La capillita de San José reabre este martes al culto tras completarse la primera fase de la restauración de sus pinturas murales, que comenzó hace ocho meses. Los restauradores de la empresa especializada Ágora se encuentran estos días realizando las últimas reintegraciones de las pinturas realizadas en 1931 tras el incendio para acomodarlas a la nueva visión unitaria que del conjunto de las bóvedas, pero siempre permitiendo su diferenciación con la original. Precisamente, son las escenas y los motivos barrocos los que van a sorprender pos sus vivos colores y calidades. La restauración también ha permitido a los restauradores y historiadores ahondar en su autoría, que aunque no está documentada, se puede encuadrar en la producción de Domingo Martínez, en su primera fase; y en su yerno Juan de Espinal, en lo concerniente al programa iconográfico.
Aunque el andamio de trabajo que cubre buena parte de la capillita de San José no se retirará hasta dentro de un mes, las personas que acudan desde este martes al templo podrán admirar ya su nuevo cielo. Donde antes había una mancha de pintura oscura en la que apenas se podían distinguir figuras o formas, ahora hay unas escenas llenas de color que parecen cobrar vida por su realismo. Los restauradores han tratado en esta primera fase de los trabajos las dos primeras bóvedas de la nave, quedando aún la tercera. “Se ha realizado una limpieza y reintegración de las áreas originales y ahora estamos en la fase de reintegrar lo correspondiente a 1931, mucho más oscura. Eso hay que compaginarlo. Lo que estamos haciendo es distinguir lo de 1931 mediante un rayado”, explica Juan Aguilar, director de Ágora.
Los restauradores han podido recuperar parte de la compartimentación pictórica de la bóveda. Gracias a la labor de los historiadores se ha encontrado en la Colombina el documento en el que Gestoso describe las pinturas y sus fotografías. “Gracias a ello hemos podido ver las partes estructurales de las bóvedas. En el año 1931 se pintan con un color homogéneo. Con las fotos se ha reconstruido por ordenador y se ha transferido a las bóvedas, añade Aguilar. Por ello, ahora se observan en dibujados sobre blanco los dos huecos de las macollas de madera que se perdieron en el incendio. Sabiendo la forma, en un futuro se podría escanear la que queda y reconstruirla".
La pintura original que quedaba estaba muy repintada. Al eliminar estos repintes, con un disolvente específico tras analizar su naturaleza, se encontraron con importantes faltas, pero al mantener la forma se han podido reconstruir para ofrecer una visión unitaria del conjunto.
La restauración ha generado un importante conocimiento sobre las pinturas originales barrocas. Todo apunta a que la decoración se encargó a Domingo Martínez, quien realizaría las pinturas de los arcos fajones o de los paramentos verticales. La construcción después quedó paralizada durante 40 años. Cuando se retoma, y se acomete ya la capilla mayor, Martínez había fallecido y fue su yerno Juan de Espinal el que se encarga de unificar el programa iconográfico pintando las escenas de la Sagrada Familia que hay en los lunetos. “La lógica indica que fue así. En los arcos se ve la mano de Domingo Martínez y su técnica. En las zonas altas de los lunetos de la nave hay elementos rococó que no se introducen en Sevilla hasta la segunda mitad del siglo XVIII, por lo que no pueden ser de Martínez”, aclara Juan Aguilar.
Esta restauración, que en realidad corresponde a los años 2020 y 2021 pero que se retrasó por la pandemia, ha podido llevarse a cabo gracias al convenio de colaboración firmado con el Ayuntamiento, que ha corrido con el 80% del total. De la nave principal queda por acometer la tercera bóveda. Es la que conserva el mayor porcentaje de pintura original, además de una profusa decoración en el arco fajón y las pilastras.
Para unificar la tonalidad de los colores se ha instalado una nueva iluminación led cenital que engrandecerá la visión de estas pinturas barrocas realizadas mediante veladuras que transmiten una luminosidad excepcional.
El agradecimiento de la comunidad capuchina
Los frailes capuchinos llevan más de una década luchando para recuperar la excepcional decoración de la capillita de San José. Fray Alfonso Jiménez, vicario del convento sevillano, muestra su enorme alegría por todos los religiosos que han luchado para que la restauración se vaya completando. Todavía queda un trecho para lograr la restauración integral de la capillita, por lo que siguen llamando a las puertas del Ayuntamiento, a través de su Gerencia de Urbanismo para firmar un nuevo convenido que dé el impulso definitivo; y las de la consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. También invitarán al arzobispo, monseñor José Ángel Saiz, a que conozcan este tesoro de la ciudad.
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