El incierto futuro de una de las iglesias más bellas y desconocidas de Sevilla

Una fabulosa iglesia del siglo XVII con un futuro más que incierto. El de San Pedro de Alcántara es una templo en la calle Cervantes que es desconocido por la mayoría de los sevillanos, pese a su gran historia y valía artística. Sus responsables eran las religiosas Esclavas del Sagrado Corazón pero el cierre del colegio mayor universitario La Luz, que formaba parte del mismo complejo, ha alertado a las asociaciones y entidades que en los últimos años han estado organizando conciertos y distintos actos para que la capilla se pudiera visitar. Tras la marcha de las religiosas, todo son dudas que nadie alcanza a responder.

“Estamos hablando de una iglesia cuajada de historia y se debe explicar qué va a pasar con ella. De momento nadie nos sabe decir qué ocurrirá. Tanto desde las Orden Tercera Franciscana, propietaria de la capilla que existe en el mismo recinto, como desde Adepa hemos solicitado al Arzobispado que nos lo aclare”, señala Joaquín Egea, presidente de Adepa. En una reciente carta enviada al arzobispo, José Ángel Saiz Meneses, Adepa advierte de la situación de abandono en la que puede verse sumido el templo y del precario estado de conservación de, por ejemplo, las valiosas pinturas murales de Domingo Martínez que requieren de una restauración urgente. También plantea su deseo de que el templo mantenga la actividad religiosa, como las Comuniones y Confirmaciones del Colegio St Mary’s School.

“El pasado abril, le fue remitido por la Orden Franciscana Seglar un escrito solicitando la reincorporación de la antigua iglesia, sacristía y dependencias del atrio de San Pedro de Alcántara que por el beato Marcelo Spínola fue cedida con condiciones a la comunidad de las Esclavas. En nombre de los colegios Buen Pastor y St Mary’s School de esta localidad y la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (ADEPA) manifestamos nuestro apoyo al interés de la Orden Franciscana Seglar, ofreciéndonos a seguir colaborando como venimos haciendo desde hace dieciocho años con la comunidad de las Esclavas”, señala el escrito.

El Arzobispado debe aclarar cuál es la situación y a quién pertenece el templo, porque no está claro si cuando Spínola cedió la iglesia a las mojas formaba parte del patrimonio de la Orden Franciscana. De hecho, un documento del archivo de la Orden que se conserva en el Loreto (Espartinas) señalaría que con la cesión se cerró una puerta que comunicaba la capilla con la iglesia y que en el caso de que las religiosas se marcharan, se revertiría esta situación.

“Queremos que se conozca el templo porque forma parte del patrimonio sevillano más importante. Le hemos dicho al arzobispo que con un acuerdo con la Orden Tercera o con otro tipo de convenio queremos seguir colaborando en el mantenimiento de las actividades religiosas y en la recuperación patrimonial del edificio”, abunda Egea.

Desde Adepa muestran su inquietud porque puedan trasladarse algunas de las importantes obras de arte que atesora la iglesia e inciden en el delicado estado de conservación de las pinturas o la azulejaría, cuya restauración han intentado promover en los últimos años ante el desinterés de la comunidad de religiosas.

Estructuralmente el templo se encuentra en buenas condiciones gracias a la rehabilitación que promovió la Gerencia de Urbanismo a principios de siglo. El acuerdo que se alcanzó entonces con el Ayuntamiento obligaba a abrir la iglesia a los ciudadanos, algo que no se produjo. De hecho, las monjas trasladaron el culto a una capilla doméstica en del colegio mayor por comodidad.