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¿Cuánto cuesta renovar la iluminación exterior de la Catedral de Sevilla?

El Ayuntamiento, de quien depende la instalación, tiene un proyecto que lo fija en 1,5 millones de euros.

La Catedral instala un complejo sistema para controlar las condiciones ambientales

La Catedral de Sevilla: un referente mundial en la conservación preventiva

La Giralda y la Catedral resaltan iluminadas en la noche. / Antonio Pizarro

Una renovación necesaria. La modernización de la iluminación exterior de la Catedral de Sevilla no puede esperar más. Así lo han afirmado en diversas ocasiones los dos últimos responsables de la conservación del Templo Metropolitano. Tanto Alfonso Jiménez, que ocupó el cargo de maestro mayor durante varias décadas, como Jaime Navarro, arquitecto-conservador desde 2015, han señalado la necesidad de cambiar una instalación que se remonta a 1972 y que, además de proyectar una luz que distorsiona el monumento, es muy poco eficiente, deficiente en su instalación y peligrosa paras las miles de personas que cada año visitan las cubiertas del templo, donde se encuentran la mayoría de los proyectores.

Pese a las claras intenciones del Cabildo, es el Ayuntamiento el que debe afrontar la renovación de las luminarias y todo el sistema, puesto que su responsable es alumbrado público.

La actual instalación de la Catedral data de diversas épocas y es fruto de la actuación de diferentes organismos. La primera actuación fue en 1972. La Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación aprobó el proyecto de iluminación artística de la Catedral para iluminar su exterior. El último proyecto data de 1982. Muchos años han pasado desde entonces.

La fachadas renacentistas y la Giralda. / Víctor Rodríguez

La Catedral se ha modernizado en todos los aspectos menos en este. Recientemente, el Cabildo, por ejemplo, ha procedido a cambiar las luminarias de numerosas capillas del templo. El mejor exponente es el retablo mayor. En el año 2017, el Cabildo invirtió 100.000 euros en sustituir la vetusta instalación por una con tecnología led. La nueva iluminación dinámica permite desarrollar varias combinaciones y la posibilidad de contemplar de manera secuenciada diferentes escenas y fragmentos de esta gran retablo.

Focos en la cubierta del templo. / Juan Carlos Muñoz

Son varios los intentos que se han realizado en los últimos años para cambiar la instalación. Como informó este periódico en el año 2013, el gobierno municipal, través de la Gerencia de Urbanismo, cursó una petición al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, para que le concediera una ayuda para desarrollar el denominado Proyecto de Renovación de la Iluminación Artística de la Giralda y la Catedral e implantación de nueva iluminación en las fachadas Este y Sur y en los últimos cuerpos y ventanas de la Giralda. La intención es que el Gobierno financiara el 50% de los 240.000 euros que costarían los trabajos. La ayuda no fue concedida.

Anclaje de uno de los focos. / Juan Carlos Muñoz

Más recientemente, la Gerencia de Urbanismo ha realizado un estudio sobre el estado de la instalación y una propuesta de renovación que incluye incluso la instalación de luces interactivas y que pudieran generar un mayor ahorro energético. El borrador del proyecto ha valorado la inversión necesaria en 1,5 millones de euros, aproximadamente.

Desde el Ayuntamiento han asegurado a este periódico que se sigue trabajando para mejorar y renovar la iluminación artística, aunque sostienen que la instalación, aunque vetusta, funciona correctamente y no supone ningún peligro. El proyecto se mantiene y se busca la mejor fórmula de financiación a través de fondos europeos o un acuerdo que haga posible su ejecución. Para ello, sostiene, el trabajo de campo ya está hecho y simplemente habría que realizar una actualización del mismo.

Foco cogido a una de las balaustradas. / Juan Carlos Muñoz

En cualquier caso, el proyecto que plantea el Ayuntamiento es muy ambicioso, puesto que propone cambios de color o diferentes texturas para el edificio. El presupuesto podría disminuir de manera importante si se limitara la intervención a la renovación de los proyectores existentes por otros más modernos con tecnología led con menor gasto energético, mucho más eficientes y que darían al monumento un color mucho más natural y sin distorsionarlo.

Uno de los cables que discurre por el suelo. / Juan Carlos Muñoz

En las azoteas y cubiertas de la Catedral hay actualmente 182 proyectores de diversos tipos y potencias (vapor de sodio, halógena de cuarzo, o cuarzo iodo), a las que hay que añadir las que se sitúan sobre otros edificios de la Avenida de la Constitución o las plazas Virgen de los Reyes y del Triunfo, todas antiguas con el consiguiente perjuicio en forma de ruidos y vibraciones para los vecinos.

La mayoría de las lámparas están ancladas directamente al suelo, con la evidente afección para el monumento. Los cables no están ocultos y la mayoría de las cajas presentan un deficiente estado de conservación.

Pasear por las cubiertas evidencia el caótico estado de la iluminación, que en muchos lugares no presenta ni orden ni concierto. Hay una evidente acumulación de focos, ya que en la mayoría de las intervenciones en lugar de eliminar lo antiguo se ha dejado junto a lo nuevo.

Numerosos focos y cajas de registro acumuladas en las cubiertas de la Catedral. / Juan Carlos Muñoz

Los técnicos del monumento aseguran que lo peor de todo son los anclajes en el suelo, por los que puede filtrarse el agua y se acumula la suciedad. El cableado, además, no es coherente. Debería reducirse y ocultarse. Una muestra de la ineficiencia de la actual iluminación son los focos que alumbran las vidrieras para dar contraste. Un sinsentido porque por las noches no hay nadie en el interior.

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