Monseñor Saiz Meneses: “Hemos de competir en las cosas importantes, no en lo secundario, como las luces de Navidad”
Entrevista al arzobispo de Sevilla
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Vísperas de Navidad. El bullicio de la calle contrasta con la quietud que se vive por la tarde en el Palacio Arzobispal. Pero hay un despacho en el que la actividad no cesa. Monseñor José Ángel Saiz mantiene una actividad frenética, a pesar de disponer ya de dos obispos auxiliares. Ya lo dijo en su momento: “Aquí hay actividad para cinco”. En esta entrevista con Diario de Sevilla habla de aspectos tan delicados como los abusos sexuales en la Iglesia, identifica los retos a los que se enfrenta la institución, responde con contundencia a la proliferación de salidas extraordinarias y lamenta la competición de algunas ciudades por ser la que más luces ponen en lugar de centrarse en los fundamental.
Afronta usted la tercera Navidad en Sevilla, ¿qué mensaje manda a los sevillanos?
El mensaje que mandaría sería doble. Por un lado, les pediría que recemos y pidamos por la paz para el mundo, que cada uno construya la paz en su entorno, en su familia, en su trabajo... que eduquemos para la paz. La paz está ahora muy maltratada. Tenemos el conflicto en Israel, en Ucrania y otras guerras que no salen tanto en los medios. En segundo lugar, haría una llamada a la interioridad, a la profundidad, a apuntar a lo esencial, a no dejarnos atrapar por el consumismo, que parece que nos persigue y nos envuelve. A veces con motivos aparentemente navideños también nos va atrapando. La Navidad la celebramos el 25 de diciembre. Lo que celebramos antes son cuatro semanas de adviento, de preparación. La Navidad no comienza el día 1, 2 o 3 de diciembre con el encendido de las luces. Se celebra el 25 de diciembre.
Qué le parece la carrera por ser la ciudad más navideña, es decir, con más luces y espectáculos. Es algo que se aleja del verdadero sentido de la Navidad.
Sí, afortunadamente esta decoración suele tener motivos navideños y religiosos, pero hemos de tener cuidado en que, sin despreciar lo secundario, nos olvidemos de lo profundo y principal. Hemos de competir en las cosas más importantes, más elevadas y no tanto en lo secundario como las luces.
Cada vez es más complicado encontrar una Misa del Gallo a las 12.
Todavía se mantiene. Más difícil es la Vigilia Pascual, que se han ido adelantando en su horario. El mismo Papa Francisco lo ha hecho en Roma. Misas del Gallo las hay todavía a las doce de la noche. Por ejemplo en la Catedral. Yo invito a todo el mundo a que acuda este año. Luego se fue imponiendo una misa, que en Cataluña llamábamos la misa del "pollet", del pollito, que era como una Misa del Gallo que se celebraba como a las ocho de la tarde y era para familias con niños pequeños y fue ganando mucho terreno.
Hace unos días publicaba la carta pastoral No tengáis miedo dedicada a los jóvenes. ¿Qué lugar les otorga en su episcopado?
Un lugar importante. Primero porque lo tienen y después porque de alguna manera mi ministerio sacerdotal y episcopal ha estado muy vinculado a los jóvenes. En los años de sacerdote trabajé mucho con ellos. En Barcelona la misión más larga que tuve en esos tiempos fue como responsable de pastoral de la Universidad Autónoma y párroco de un templo universitario. Luego de obispo fui consagrado el 15 de diciembre de 2001, con 45 años. Como era el obispo más joven cuando llegué a la conferencia episcopal me encargaron los jóvenes. Estuve de 2002 a 2008. Ese año hubo elecciones y me eligieron presidente de la comisión de Seminarios y Universidades. Y ahí estuve dos mandatos, seis años. También era con gente joven. Después he estado en la pastoral Penitenciaria y ahora estoy en la Comisión Ejecutiva. Pero siempre mi trayectoria pastoral ha estado muy ligada a los jóvenes. Entonces, el año pasado cuando presentamos el nuevo Plan Pastoral lo acompañé con una carta que se titulaba Mira, hago nuevas todas las cosas, una cita del Apocalípsis. Ahí hablaba al final de lo Areópagos modernos en los que hemos de emplearnos en la acción pastoral de la Iglesia. De todos ellos, yo decía que había cuatro con particular relevancia: el mundo de los jóvenes, la pobreza y la inmigración, el mundo de la cultura y los medios de comunicación y las redes sociales. Es posible que si tengo tiempo escriba una carta pastoral sobre cada uno de ellos. Pero en cualquier caso, si escribía una carta pastoral sobre los jóvenes tenía que ser ahora que veníamos de la JMJ de Lisboa donde han participado más de 5.000 sevillanos que han vuelto entusiasmados y era un momento propicio. Los jóvenes son el futuro y el presente de la Iglesia. Hay que darles entrada y responsabilidad y confiar mucho en ellos. Y estar muy atentos a sus necesidades, quejas, lamentos, a sus valoraciones...
Los sevillanos han vuelto a mostrar un masivo respaldo a la labor de la Iglesia a través de la Renta.
Eso es algo objetivo. Por más que a veces se quieran destacar las carencias o los pecados y los problemas, que a veces los hay. Donde hay seres humanos hay miseria. Pero la Iglesia hace una tarea extraordinaria en la sociedad. De hecho históricamente cuando sólo los niños de las familias más pudientes tenían acceso a la educación gente de Iglesia comienza a educar a los más pobres. Ahí están los Escolapios, los Claretianos, los Salesianos. O cuando sólo la gente más pudiente tenía acceso a la salud... la Iglesia ha ido ofreciendo respuesta a las necesidades que se han ido dando en la sociedad. Y así continúa en pleno siglo XXI. La gente eso lo valora. Tanto los fieles de la Iglesia como otros que quizás no son tan practicantes.
Algo que parece que no ha mejorado mucho es la situación de los barrios más desfavorecidos. ¿Hacen las administraciones todo lo necesario?
Sevilla es una ciudad rica económicamente, hay riqueza cultural, histórica, artística, religiosa. La realidad de estos barrios que encabezan cada años los ránkings nos golpea a todos. La Iglesia hace lo que puede a través de la labor extraordinaria de las Cáritas, de las hermandades, que tienen una obra social impresionante, las ONG de la Iglesia, las que son laicas, que trabajan muy bien... Cuando yo hablo con los responsables de las administraciones me manifiestan también su preocupación. Todos queremos resolver el problema. No es tan sencillo, pero es cierto que hay un nivel estructural que requiere de una intervención de las administraciones. La música que yo voy oyendo es que hay mucho interés, preocupación, proyectos y expectativas. Dios quiera que entre todos podamos ayudar a dar un giro a la vida de estos barrios.
Hablemos de patrimonio. Qué maravilla la restauración de la iglesia de San Pedro de Sanlúcar la Mayor, que se está haciendo gracias a una importante ayuda de la Junta de Andalucía. ¿Confía en ampliar esta colaboración a otros templos?
Yo creo que sí. El patrimonio religioso es inmenso. En la Catedral, en tantas iglesias, los monasterios... Hacemos lo que podemos para mantenerlo, pero también necesitamos a las administraciones y eso redunda en beneficio de toda la ciudadanía. La relación es muy fluida y espero que sigamos colaborando.
Usted tiene un amplio conocimiento de la situación política y social de Cataluña. ¿Qué le parecen los últimos acontecimientos, como la Ley de Amnistía que tramita el Gobierno?
Hay que respetar el Estado de Derecho, la Constitución. Nuestros gobernantes tienen que trabajar por el bien común y la paz social. Y armonizar todas las inquietudes, deseos y expectativas pero dentro de ese marco que nosotros mismos nos hemos dado.
La Conferencia Episcopal ha presentado hoy el informe Para dar Luz, sobre los abusos sexuales. Concluye que son un grave problema en la vida de la Iglesia. Usted, como ha hecho la Iglesia en su conjunto, ha recalcado el compromiso con las víctimas y la tolerancia cero hacia los abusos.
En la misma línea que nos marca el Papa hemos mostrado tolerancia cero y pedimos que se aplique la ley a los culpables. Este informe se ha acabado de completar y tiene en cuenta los propios datos de la Conferencia Episcopal. El informe es completísimo. Hay un estudio histórico y un Plan de Reparación Integral a las víctimas de abusos y tiene en cuenta las aportaciones de relevancia el Defensor del Pueblo, el Ministerio Fiscal y la fundación Anar y la ONG Save the Children, como otras investigaciones sociológicas, junto al informe Cremades. Todo ello para integrarlo en ese Plan de Reparación Integral a las Víctimas de Abusos buscando en primer lugar reconocer el mal hecho y pedir perdón; reparar, acompañar y ayudar a las víctimas; y después también trabajar en la prevención que es muy importante. En esto no estamos empezando.
El turismo religioso es un segmento al alza, ¿se plantea crear una delegación propia en el Arzobispado?
De momento no. Es posible que se pueda hacer en un futuro. Sevilla es de los lugares con mayor proporción de turismo cultural y religioso. Hasta ahora no se ha planteado. Con las delegaciones que hay se va organizando. La Catedral tiene su plan muy bien organizado. En las parroquias más visitadas más o menos también. Quizás acabemos creándola.
¿Qué opina sobre la unificación de los seminarios?
Ese es un tema delicado. Cada obispo en su diócesis tiene la misión y la responsabilidad. El criterio ha de ser observar la vida y la realidad que es la que nos va marcando el camino. Cuando se crea la diócesis de Tarrasa había doce seminaristas que tenían su domicilio en la nueva demarcación. Yo tuve la inquietud de crear el seminario. Hubo quien me dijo que no era momento de eso, sino de unificar. Allí comenzamos en junio de 2016 y en estos 17 años ha habido más ordenaciones que jubilaciones. La edad media del clero fue bajando y todas las parroquias estaban atendidas. ¿Qué tenemos que hacer? Si el seminario va menguando lo que no puede ser es que haya tres o cuatro seminaristas y doce profesores. Eso no es una comunidad formativa. La Santa Sede nos dice que lo estudiemos. Hemos de ver cuál es la tendencia en cada diócesis para ver si es conveniente mantener el seminario o hay que llevar los seminaristas a otro lugar o crear un seminario interdiocesano. Todo eso lo vamos a ir estudiando. El de Sevilla goza de buena salud. Me parece que hemos empezado el curso con 35 y 12 o 14 en el Redeptoris Mater. Tenemos facultad de Teología... Aquí esa reestructuración no nos afecta. A lo mejor toca acoger seminaristas de otro lugar o crear un interdiocesano. Pero nuestro seminario metropolitano es de los grandes de España.
¿Hay alguna posibilidad de que venga el Papa para el gran congreso de Hermandades del próximo año?
Ya se lo dije el otro día cuando tuvimos el encuentro de los obispos españoles. Cuando marchaba por el pasillo le dije "Santo Padre, le esperamos en Sevilla..." Es muy difícil, muy difícil, por la edad, los achaques de salud... El Papa quiere a España y valora su aportación en la obra evangelizadora, pero hizo una opción por las periferias. No ha visitado España, tampoco Francia, Alemania, México, Argentina o Brasil. Él ha ido a encuentros como la JMJ, pero no en los viajes típicos oficiales. De todas formas está invitado a venir al congreso y sería una gran alegría. Sino, ya se hará presente de alguna manera. Nosotros estamos en comunión con él. Yo le dije en ese encuentro que estábamos muy agradecidos por la valoración y su apoyo ala piedad popular que es tan decisiva pastoralmente para nosotros. Le expliqué que hoy día no es propia de personas iletradas, como en el pasado. Hoy en las juntas de gobierno hay catedráticos, empresarios, directivos, abogados, médicos, economistas, autónomos, obreros, personas que están en paro y amas de casa... le dije que es una realidad transversal, como la misma Iglesia. Y eso le hizo gracia. Comentó en su respuesta que le había gustado mucho lo de la transversalidad. Él valora mucho la piedad popular y es de los pontífices el que más magisterio tiene escrito sobre este asunto. Eso nos ayuda porque hoy día el caballo de batalla de la misión pastoral de la Iglesia es la transmisión de la fe, que antiguamente se hacía con mucha naturalidad en la familia, la escuela o la parroquia y hoy cuesta mucho más. Las hermandades son un ámbito en el que se realiza de un modo muy natural. Cuando la comisión ejecutiva del congreso estuvimos el 5 de julio reunida de manera privada con el Papa yo le dije que solía ir a primera hora de la tarde a las parroquias a las salidas de las procesiones. Le conté que era muy bonito ver las iglesias llenas de nazarenos con su túnica y los niños en brazos de sus mamás también vestidos de nazarenos, niños que cuando echen a andar irán en la procesión también. Ahí se va realizando la transmisión de la fe. El Papa dijo, "sí, eso es el dialecto materno". Pues ese dialecto materno en las hermandades se practica mucho y ayuda a la transmisión de la fe tan importante en la vida pastoral de la Iglesia.
Había mucha expectación por conocer cómo iba a ser la procesión magna y las imágenes que participará. ¿No teme que reste protagonismo al propio congreso?
No, creo que no. Precisamente hemos esperado un año para anunciarlo porque lo importante, lo sustancial es el congreso. Cuando empezamos a prepararlo me explicaron que hace 25 años tuvo lugar una coronación y que sería interesante hacer una procesión. ¿Y qué imágenes? Porque es muy complicado. Pensamos en las principales devociones de la ciudad y del territorio diocesano. Cuando yo lo anuncié me resultó agridulce porque era una noticia bonita pero quizás a algunos les hubiera gustado procesionar y no podían. Lo que sí es importante es que en el congreso hemos de estar todos. Habrá otras actividades, como besamanos, en las que podrán participar más imágenes. El criterio que seguimos lo hemos comentado a lo largo de meses. Se ha ido madurando y se fue consolidando.
Asistimos a una proliferación de salidas extraordinarias. Muchos consideran que el abuso es contraproducente.
Hay como una eclosión que creo que es efecto de la postpandemia. Me imagino que en parte se debe a ello. También estamos en un ciclo en el que la gente quiere salir y expresa su fe. Pero como dicen los clásicos: en el término medio está la virtud. Hemos de ir encontrando ese término medio. Llevo meses alertando un poco de este tema. Las coronaciones, las salidas extraordinarias... hemos de ir regulando. Lo que pasa es que hay unos criterios diocesanos que me encontré al llegar. Cuando una hermandad pide una salida y se ajusta a esos criterios no se le puede decir que no. Tenemos que endurecer los criterios. Yo me imagino que iremos a un equilibrio, pero de momento ya he ido alertando del asunto. Si hay tanta proliferación de salidas extraordinarias y coronaciones se convierten en ordinarias. No podemos coronar un titular de cada hermandad si tenemos 700. Tampoco hemos de competir por ver quién hace más cosas externas.
Hace poco se ha celebrado con gran realce el 775 aniversario de la reconquista de la ciudad y la recuperación del culto cristiano. El Arzobispado y la Catedral se han volcado. Aún así, la figura de San Fernando sigue estando un tanto relegada en la ciudad.
Es una figura grande, grandiosa. Gracias a él estamos aquí. Realmente fue un gran rey, persona, cristiano, hijo, esposo, padre... Cuando inauguramos la exposición en la Catedral dije: "¿Es posible ser rey, gobernante, político y ser santo?" Pues San Fernando es el ejemplo. Tampoco lo tendría fácil, pero puso a Dios en el centro y en torno a su fe articuló toda su vida. Muy noble de corazón, fue magnánimo con los lugares conquistados. Tenía una actitud avanzadísima para lo que era la praxis en su época. Es una figura grande de la historia civil y de la Iglesia. Espero encontrar tiempo para leer sobre su figura. Que lo tengamos presente en nuestra vida es cuestión de todos. Pero aquí se le tiene devoción y es uno de los patronos de la ciudad.
El pasado sábado se celebraba en la Catedral la misa por el 125 aniversario del Colegio Sagrado Corazón. ¿En qué estado se encuentra la canonización del cardenal Spínola, su fundador?
Se estaba estudiando un milagro y al final no ha podido ser porque hay muchos requisitos. Pero seguimos rezando mucho y pidiéndole al Señor un milagro por intercesión de don Marcelo y seguro que la canonización llega porque ha sido un pastor santo de la Iglesia Hispalense que tiene una historia brillante. También está en proceso la causa del padre Torres. Tenemos una Iglesia local fecunda.
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