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El vandalismo se ceba con la zona histórica de Sevilla

El reciente ataque a la cruz de la Placita de Santa Marta, pieza renacentista de 1564, es sólo la última cuenta del rosario de las agresiones que vienen sufriendo los bienes de la ciudad en los últimos tiempos

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Varios casos vandalismo en el centro de Sevilla / D.S.

Una constante que no cesa. El vandalismo que sufre el patrimonio de la ciudad es una de las principales lacras a las que se enfrenta el Ayuntamiento, como responsable de los espacios y de la mayoría de los bienes; y la sociedad en general, que observa con estupefacción cómo cada vez hay menos respeto y educación. El ataque al crucero de la placita de Santa Martaperpetrado en la madrugada del pasado domingo es sólo el último episodio de una larga lista de incidentes: la Cruz de la Inquisición, el Casino de la Exposición, la escultura de Martínez Montañés, las fuentes de los Jardines de Murillo, el monumento a Bécquer o las glorietas del Parque de María Luisa, son algunos de los espacios vandalizados en los últimos tiempos. El Ayuntamiento invierte cantidades millonarias en reparar estos desperfectos que vuelven a producirse con el tiempo por la falta de civismo y vigilancia.

La escondida placita de Santa Marta, cuya configuración actual data de 1929, es uno de los espacio más bellos del casco histórico. Presidiendo este espacio situado en la trasera del convento de la Encarnación se encuentra esta cruz renacentista que ha sido destrozada. La traza de esta obra fue encargada por el Cabildo de la ciudad al maestro mayor Hernán Ruiz II, autor del campanario de la Giralda, para ser colocada en el camino del Hospital de San Lázaro. Fue realizada en 1564 por Diego de Alcaraz, siguiendo el diseño dado por el arquitecto.

Destrozo de la cruz de Santa Marta. / M. G.

Como explica la Gerencia de Urbanismos en el catálogo de monumentos de la ciudad, se trata de una cruz de brazos abalaustrados realizada en mármol. En la parte central se representa en relieve a un Crucificado y una Quinta Angustia en su reverso. Se dispone sobre pequeña columna con capitel compuesto, que se alza sobre pedestal dispuesto en unas gradas de ladrillo. Su tipología recuerda a la existente en el templete de la Cruz el Campo, recientemente restaurado.

La cruz de la Plaza de Santa Marta tras el ataque.

El crucero de la placita de Santa Marta fue restaurado en el año 2009 debido a su mal estado de conservación. El autor de aquella intervención, José de León, ha advertido en sus redes sociales a la vista de los destrozos que no cree posible que el original vuelva a presidir el espacio.

La Cruz del Arquillo del Ayuntamiento

La llamada Cruz de la Inquisición vandalizada. / Antonio Pizarro

Hace apenas cuatro años, en la madrugada del 10 de septiembre de 2019, se produjo un ataque vandálico muy similar al de la cruz de la Plaza de Santa Marta en la conocida como Cruz de la Inquisición o de Las Siete Cabezas, con el agravante de que este fue en pleno Ayuntamiento, aunque las cámaras no grabaron nada al estar estropeadas. A los pocos días se detuvo a una joven que, bajo los efectos del alcohol, se había encaramado al crucero hasta que se partió.

Esta cruz situada junto arquillo del Ayuntamiento, en su fachada plateresca del siglo XVI, es una de las más reconocidas de la ciudad, aunque su origen es mucho más reciente que la cruz de Santa Marta: fue realizada en el año 1903 y vino a sustituir a una anterior, de 1703, pero de líneas más puras y sin decoración.

Tras distintas vicisitudes, el crucero fue restaurado y volvió a lucir en su lugar dos años después del ataque.

Destrozos en el Parque de María Luisa

Una de las esculturas del monumento a Bécquer con los dedos arrancados. / José Ángel García

La principal zona verde de Sevilla, con su carácter monumental, es uno de los epicentros del vandalismo. El Ayuntamiento tiene que invertir cantidades millonarias en su mantenimiento. En total, se han invertido más de tres millones de euros según el último balance municipal de principios de año, sin contar las intervenciones realizadas en la Plaza de España, la joya de la corona, donde se ha puesto en marcha un contrato de conservación preventiva para que esté siempre en perfecto estado de revista.

Desde el año 2016, se ha acometido diversas intervenciones en la Glorieta de Bécquer, quizás el lugar más mágico del Parque de María Luisa y también uno de los más atacados. Se emplearon más de 180.000 euros en la recuperación del conjunto escultórico del marchenero Lorenzo Coullaut Valera, al que se devolvió su diseño original y se adecuó al complejo entorno en el que se dispone. Además, el Ayuntamiento recuperó también todas las piezas que en su día formaron parte del conjunto, como el carcaj (funda para guardar las flechas) y el arco del ángel, los bancos de piedra y el anaquel en el que se guardaban libros. Desgraciadamente, el vandalismo se ha vuelto a cebar con este espacio y se han producido nuevos destrozos en los últimos tiempos.

Un operario del Parque de María Luisa traslada las piezas del anaquel destrozado en el monumento a Bécquer. / José Ángel García

En la Plaza de América se acometieron otras dos intervenciones sobre elementos muy arraigados en la memoria de los sevillanos. La empresa Metis llevó a cabo en 2018 una laboriosa restauración de las populares niñas de las Fuentes de las Palomas. Estas escultura que fueron vandalizadas se pudieron reproducir gracias a un molde una de las primitivas fuentes realizada por su autor, Juan Lafita. También se restauró in situ la otra niña, una réplica realizada en 1993 por Emilio García Ortiz.

En el año 2021 se llevó a cabo La recuperación de otros de los espacios más evocadores del Parque de María Luisa. La Glorieta de Cervantes fue sometida a un proceso de restauración y rehabilitación integral que le devolvió todo el esplendor. Este espacio, que se sitúa ante el Pabellón Real, presentaba importantes desperfectos como consecuencia del paso del tiempo y de diversos actos vandálicos. La intervención promovida por Parques y Jardines, tras una petición de la Asociación Internacional de Cervantistas, contó con un presupuesto de 35.584 euros. Desgraciadamente, la glorieta volvió a ser atacada poco tiempo después.

El Ayuntamiento también restauró en los últimos años la glorieta de Luis Montoto. Se emplearon 18.000 euros en todo en todo el conjunto, incluida la escultura de la mujer, una obra del sevillano Emilio García Ortiz, a la que unos años antes le habían arrancado la cabeza en otro acto vandálico. La glorieta de Ofelia Nieto, también víctima de los vándalos, fue rehabilitada en su conjunto, también el patrimonio vegetal, con una inversión de 30.000 euros tras sufrir un fuego intencionado.

Uno de los grupos de la glorieta de Covadonga tras ser mutilado. / Juan Carlos Vázquez

En el Parque de María Luisa, la glorieta de Covadonga también ha sufrido distintos ataques recientemente. Algunas de sus esculturas dedicadas al Trabajo, la Ciencia, el Arte y el Genio, ha sufrido mutilaciones.

La glorieta de la Virgen de los Reyes es otro de los lugares del parque preferido los vándalos para llevar a cabo sus fechorías.

Los Jardines de Murillo

Este espacio es otra de las dianas de los desalmados. La palma en estos jardines se la llevan las fuentes de las glorietas. En febrero de este año se completó la reposición de las fuentes ornamentales que habían sido objeto de ataques. Están documentados los ataques vandálicos en este espacio desde 1955, así que a finales del siglo XX tres de las fuentes tuvieron que ser reemplazadas por unas de similar composición, aunque muy diferentes en proporciones y ornamentación. Estos nuevos modelos se repitieron en la última restauración del enclave y fueron destruidos progresivamente entre 2017 y 2021.

Estado actual de una de las fuentes de los Jardines de Murillo. / Antonio Pizarro

Los trabajos recientes han tenido por objeto la recuperación no sólo de las fuentes como parte del mobiliario, sino que, dada la consideración de jardín histórico, se han valorado como elementos definitorios de un paisaje emblemático de Sevilla perpetuado en miles de estampas, postales y fotografías antiguas. De ahí que el objetivo no haya sido la repetición de los modelos anteriores, sino la realización de unas réplicas de las fuentes originales instaladas en 1917 por Talavera y Heredia. Las piezas han sido esculpidas artesanalmente en mármol de Macael y colocadas sobre las albercas, que también han sido restauradas.

En otro jardín histórico, el de las Delicias, que reclama mayor atención, el Ayuntamiento ha acometido las obras de restauración de la Glorieta de Roma, una actuación con un presupuesto de 6.557 euros y que acometió la empresa Alféizar Restauraciones S.L.

Limpieza de grafitis

La pintada realizada en el monumento a Catalina de Ribera.

Junto a los destrozos, son las pintadas las que afectan en mayor medida a los monumentos diseminados por la ciudad. Son decenas de miles de euros las que se destinan a las labores de limpieza. El actual equipo de gobierno, encabezado por José Luis Sanz, anunció un plan para acabar con los grafitis que afean la ciudad. Para este fin se dispondrá de una flota de camiones, equipados con una máquina especial que permitirá recuperar el color original de las fachadas afectadas por los grafitis. Para ello, se hará uso de la informática y las nuevas tecnologías. Este novedoso sistema lo podrán solicitar los sevillanos mediante la web del Ayuntamiento, siempre que no se trate de edificios de titularidad municipal. Se quiere poner en marcha este mismo año.

El contrato de conservación de los monumentos

La escultura de El Cid. / Juan Carlos Vázquez

En el año 2018, el Ayuntamiento anunció que ponía en marcha un contrato específico para la conservación de los monumentos que ha ido aumentando su dotación presupuestaria. Destinado a esculturas, fuentes ornamentales, placas conmemorativas, retablos y mobiliario histórico, la Gerencia de Urbanismo se dotaba así de una herramienta válida tanto para intervenciones conservativas ordinarias como para las consideradas de urgencia, que constituían en concreto, otro de los fundamentos de la contratación, puesto que permite contar con un equipo profesional con los medios técnicos y humanos necesarios para solventar problemas que se originen por motivos climatológicos, acciones de vandalismo o accidentes de tráfico.

En los últimos años, decenas de monumentos han sido tratados con cargo a esta contratación, lo que ha permitido en todos los casos devolverles plenamente su esplendor. Los últimos han sido la escultura de San Fernando en la Plaza Nueva y el monumento a la Condesa de Barcelona en el Paseo de Colón.

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