Sevilla trabaja para tener unas Fiestas Mayores como antes del Covid
Todos los contratos de la Feria están en marcha y en diciembre se decidirá si se sigue adelante o se suspende
El Ayuntamiento y el Consejo han acordado reducir al máximo el tiempo de montaje de los palcos de Semana Santa
Se barajan itinerarios amplios para la Cabalgata y la posibilidad de no tirar caramelos
Una Feria de Abril exactamente igual que la última que se celebró, la de 2019. El Ayuntamiento de Sevilla es contundente a la hora de responder a la pregunta de cómo será celebración de la próxima primavera. Ni ha habido, ni habrá, un plan alternativo, y aseguran de manera taxativa, como ha expresado públicamente el alcalde, Juan Espadas, que la Feria se hará o no se hará, pero que no habrá experimentos que nunca han estado siquiera en la mente de los responsables municipales. La delegación de Fiestas Mayores se trabaja desde mayo en la conformación de la Feria. Ya están en marcha todos los contratos, algunos de ellos ya adjudicados. En cuanto a la Semana Santa, en la que intervienen otros actores, como el Arzobispado y el Consejo de Cofradías, ya se han mantenido varias reuniones para acortar al máximo los tiempos de montaje de la carrera oficial, principal escollo en caso de una autorización tardía. También se trabaja con el Ateneo de cara a la Cabalgata de Reyes Magos, que podrá discurrir por calles y avenidas más anchas para una mejor distribución del público.
El Ayuntamiento lleva trabajando desde el pasado mes de mayo en la próxima Feria de Abril, que está previsto que se celebre del 1 al 7 de mayo, ya que la Semana Santa del próximo año es tardía, y el único objetivo es su normal celebración tras dos años de paréntesis obligado. La organización de la Feria cuenta con tres grandes contratos principales, además de otros más pequeños pero igualmente importantes. El primero es de la ornamentación eléctrica, que cuenta con un presupuesto de 1,2 millones y ya ha sido adjudicado a Elecnor. El segundo es relativo a la construcción de las instalaciones modulares, con un coste de 1,1 millones de euros, y que se encuentra ahora mismo siendo analizado por la Intervención. El último gran contrato es el que corresponde con las instalaciones tubulares, es decir, la portada o las estructuras de las casetas, que está a punto de adjudicarse.
Todas estas licitaciones tienen un proceso muy largo, que comprende la redacción de los pliegos, su revisión por parte de la secretaría general, el análisis del servicio de contratación y el paso final por la Intervención. Al ser trámites que requieren tiempo, es por ello por lo que se inician los trabajos justo tras acabar la anterior edición de la Feria.
Además, ya han sido adjudicados o están en proceso los contratos de vigilancia, que es para todas las fiestas mayores, el de reparación y conservación de pavimentos, el de mantenimiento del arbolado; los relativos a la instalación de vallas y placas; o la contratación del seguro de responsabilidad civil.
La fecha para seguir adelante con la Feria
Desde la delegación de Fiestas Mayores se insiste en que es la misma línea de trabajo de cada año y se muestran muy confiados en que se pueda celebrar como siempre gracias a la bajada de la incidencia y el cada vez más elevado porcentaje de vacunación.
El año pasado fue en diciembre cuando se anunció definitivamente que la Feria de 2021 no se celebraría. La situación era mucho peor que la actual y no se había comenzado la vacunación. El escenario ahora es bien distinto. La intención es llegar a diciembre con todos los contratos hechos. Aunque en ese momento también habrá que tomar una decisión. Se sigue adelante si la situación sanitaria es buena, o se da marcha atrás. En cualquier caso, como señalan desde Fiestas Mayores, hay un mes desde la adjudicación para desistir o contratar. Pasado ese tiempo, si la Feria se cancela, hay que pagar una indemnización. Los distintos montajes (portada y estructuras diversas) comenzarían entre los meses de enero y febrero.
El coste del montaje de la Feria para las arcas municipales es de unos 5,5 millones de euros. Una cantidad ínfima comparado con el impacto económico, estimado en mil millones de euros. Por ello, son muchos los sectores implicados que están presionando para que la Feria se pueda llevar finalmente a cabo, ya que son miles las familias que de una manera u otra necesitan estos importantes ingresos.
La Semana Santa
El Ayuntamiento también se muestra muy optimista sobre la celebración de la Semana Santa. En este caso, lo primero que hay que hacer es recuperar el culto público. El arzobispo, monseñor Saiz Meneses, podría publicar un decreto autorizando la vuelta de las procesiones en los próximos días. Para ello, Sevilla tendrá que estar en el nivel 1 de alerta, que previsiblemente se alcanzará a lo largo de esta semana. Una vez dado este paso, tiene que ser el Ayuntamiento el que autorice las salidas.
Queda apenas un mes para la anunciada Santa Misión que llevará al Señor del Gran Poder a Tres Barrios. La hermandad y el Ayuntamiento ya han mantenido diversas reuniones para diseñar un evento que concentrará a miles de personas durante diversas jornadas. Sólo falta que la Junta de Andalucía dé el visto bueno. El delegado, Juan Carlos Cabrera, ha enviado una carta al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, para que se pronuncie, tal y como hacen con los toros o los conciertos. En cualquier caso, la hermandad ya ha dicho que lo deseable es tomar una determinación no más tarde del próximo día 20. La salida del Gran Poder sería una gran prueba de fuego, pero en los próximos meses son muchas las procesiones y cultos externos que realizarían las hermandades en condiciones normales.
Como los trámites administrativos son largos, desde Fiestas Mayores ya se han puesto en marcha los contratos relativos a la Semana Santa. En la carrera oficial, que gestiona directamente el Consejo de Cofradías, está previsto que se incorporen algunas mejoras en materia de seguridad. Serán en torno a un millar los abonados de la calle Sierpes que serán reubicados en otras parcelas, ganando de este modo espacio para los cortejos, como informó en su día este periódico.
Retrasar el montaje de los palcos
En condiciones normales, los abonados de la carrera oficial comenzarían a recibir las comunicaciones para la renovación en el mes de diciembre. La previsión, como confirman desde Fiestas Mayores, es que esta gestión se retrase hasta el año próximo para contar con mayor seguridad. El Ayuntamiento ya ha acordado con el Consejo acortar el tiempo de montaje de los palcos de la Plaza de San Francisco ampliando el número de horas de trabajo al día.
En caso de celebrarse las procesiones de Semana Santa, como se prevé ahora mismo, no habría restricciones de aforo para los abonados de la carrera oficial, no distancia de seguridad. Tan sólo sería necesario el uso de mascarilla siempre y cuando las autoridades así lo determinen. También se descarta aforar y acotar un número elevado de calles, más allá de en las que tradicionalmente se venía haciendo, por motivos de seguridad.
De cara a la Semana Santa también hay que recordar que está en marcha el proyecto trabajadera, un estudio impulsado por ocho médicos vinculados a las cofradías, entre ellos el capataz Antonio Santiago, que pretende responder a la pregunta que muchos se hacen: ¿Es viable el uso de pasos con costaleros?
La Cabalgata de Reyes Magos
El escenario para el Cortejo de la Ilusión también es optimista. El Ayuntamiento y el Ateneo también apuestan por su celebración. En la Docta Casa ya han comenzado a trabajar en la construcción de las nuevas carrozas, algo que sucedió el año pasado. Fiestas Mayores ya ha activado la subvención municipal y han empezado los trabajos de coordinación.
Son muchos los que ven en la Cabalgata una prueba de fuego para el resto de las fiestas, sobre todo de cara a la Semana Santa. Sobre la mesa hay varias ideas, como suspender el lanzamiento de caramelos, para evitar que las personas se tiren al suelo. El caso de las carrozas, serían sencillo controlar a los participantes mediante una prueba PCR o un test o mediante el certificado de vacunación. Y también sería obligatorio el uso de mascarillas en su caso.
El mayor problema de la Cabalgata es la concentración de personas en la calle, aunque desde Fiestas Mayores se señala el uso de avenidas más amplias, eliminando en este caso el paso por calles estrechas del centro. No sería la primera vez que el Ateneo cambia el recorrido, y en esta caso sería una fuerza mayor. Hay bastantes itinerarios alternativos para que la Cabalgata sea un éxito. Un problema, con la normativa actual, serían las bandas de música, ya que se requiere una determinada distancia de seguridad para ensayar.
Un detalle que revela el compromiso del Ayuntamiento con la normal celebración de las celebraciones el año próximo es que se encargará el cartel de las Fiestas de Primavera, algo que tampoco ocurrió el año pasado. Ya se han iniciado los trámites para ello. Otro signo inequívoco de que Sevilla recuperará sus fiestas. Y serán como siempre han sido.
"En Fiestas Mayores hemos sido conscientes en todo momento de que la Feria o es o no es"
El delegado de Fiestas Mayores, que también lo es de Gobernación, del Ayuntamiento, Juan Carlos Cabrera, se ha mostrado confiado y esperanzado en que la ciudad pueda recuperar, tras un triste paréntesis de dos años, sus fiestas. Si el 2020 fue el de la impotencia, la incredulidad y el confinamiento, y el 2021 fue el de la decepción provocada por la tercera ola, el 2022 se presenta como el año en el que todo puede volver a la normalidad. Todo está enfocado a que así sea, como subraya Cabrera: “El ayuntamiento trabaja para que podamos volver a la normalidad y a celebrar las fiestas mayores de Sevilla en 2022 después de los dos años de suspensión. Trabajamos con optimismo y con esperanza aunque evidentemente con prudencia y pendientes de la evolución de la crisis sanitaria, de los niveles de vacunación y de las recomendaciones de las autoridades sanitarias. No hay nunca que olvidar que seguimos en una pandemia y con unos elevados niveles de contagio”.
El delegado reconoce que no son pocos los retos organizativos a los que se tienen que enfrentar, como la salida del Gran Poder, la Cabalgata de Reyes, la Semana Santa, la Feria... Pero afirma que hay que trabajar pensando en que se van a celebrar y sin inventar sucedáneos que los desnaturalicen: “Caben algunas medidas, como las mascarillas o que tratemos de respetar las distancias que determinen las recomendaciones sanitarias, pero no cambios que supongan que cualquiera de estos eventos pierda su identidad”.
Cabrera confía en que tanto la Semana Santa como la Feria, dos eventos que tienen un impacto de alrededor de 1.300 millones de euros, además de formar parte del alma y la esencia de la ciudad, puedan llevarse a cabo, y por ello resalta que toda la maquinaria municipal está engrasada y en marcha: “Esperemos que podamos celebrar la Semana Santa, pero lo debe determinar la autoridad sanitaria, la autoridad eclesiástica y el Ayuntamiento. Todos debemos trabajar pensando que se va a celebrar con normalidad y estar pendientes de la evolución sanitaria. En relación a la Feria, hemos impulsado todos los contratos habituales para la celebración: la portada, el suministro eléctrico, los servicios complementarios... Y sin ningún cambio sobre el modelo tradicional”.
El responsable municipal de las fiestas mayores recalca, por último, lo que ha venido repitiendo en los últimos días, ya que asevera que nunca se ha pensado en algo diferente: “En Fiestas Mayores hemos sido conscientes en todo momento de que la Feria o es o no es. No puede haber medidas que la desnaturalicen. Si las circunstancias sanitarias no lo permiten, no habrá Feria, como estos dos últimos años, pero en Sevilla no habrá experimentos raros”.
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