El Arzobispado dedica al año 3,5 millones a tareas de conservación
Las comunidades parroquiales aportan ya alrededor del 34% del coste total de las intervenciones ante las prácticamente inexistentes ayudas de las administraciones públicas.
Un presupuesto que aumenta cada año. El Arzobispado de Sevilla dedica alrededor de 3,5 millones de euros en cada presupuesto a tareas de conservación y restauración de su patrimonio. Estos trabajos para tener en buen estado de revista los valiosos templos y edificios de la Archidiócesis son posibles gracias a los ingresos que se obtienen por la visita cultural a la Catedral. El 30% del coste de la entrada se destinan a las obras. Esta cantidad, además, va en aumento cada año debido al incremento del número de turistas.
En los últimos años, debido a que las administraciones cerraron el grifo de las ayudas al patrimonio por la crisis económica, la colaboración de las comunidades parroquiales se ha vuelto vital para la rehabilitación, ya que aportan una importante cantidad de dinero. Las actuaciones más recientes son en la iglesia de Santa Catalina, que se reabrirá al culto el 25 de noviembre, el Palacio Arzobispal, la parroquia de San Bartolomé, la parroquia del Dulce Nombre de María, la parroquia de la Asunción de Lora del Río, la parroquia de San Miguel de Morón de la Frontera, o la parroquia de San Juan Pablo II de Montequinto.
El presupuesto para las obras del año 2018 arroja una inversión total de 3.310.000 euros. A esta cantidad hay que sumar otros 900.000 para otros edificios diocesanos, como el propio Palacio Arzobispal, el Seminario Metropolitano, la Residencia Betania y la reserva para emergencias que pudieran producirse. De la cantidad total, el 34% es afrontada por las propias parroquias. Por vicarías, las que reciben más aportaciones diocesanas para conservación de su patrimonio son la Sur, con 705.000, y la Este, con 530.000.
Desde el Arzobispado subrayan el esfuerzo que hacen las comunidades parroquiales en la conservación de su patrimonio. En los últimos ejercicios se pueden poner los ejemplos de muchas parroquias cuyos feligreses han demostrado una gran sensibilidad eclesial a la hora de contribuir, en la medida de sus posibilidades, en la recuperación o mantenimiento de sus templos, como la parroquia de Fuentes de Andalucía, uno de los casos más notorio en los últimos años, puesto como modelo en varias ocasiones por el propio arzobispo. La aportación recibida de las administraciones públicas es muy escasa, aunque se siguen dando casos en los que algunos ayuntamientos ponen su grano de arena para rehabilitar el patrimonio local, como los consistorios de Utrera, Lebrija, Dos Hermanas u Osuna.
Las cantidades empleadas en la rehabilitación del patrimonio en el año 2018 serán, casi con toda seguridad, mayores cuando se cierre el ejercicio y se haga el balance final. El año pasado, por ejemplo, los empleos de la Archidiócesis de Sevilla en el capítulo de “Conservación de edificios y gastos de funcionamiento” fue de 14,8 millones de euros. De ellos, 6,6 fueron para “Reparación y conservación”. Además, se sumaron otros seis millones en gastos extraordinarios, con 4,8 millones derivados a distintos programas de rehabilitación.
Una de las obras más importantes que se están realizando actualmente es la de la iglesia de Santa Catalina. El templo será bendecido por el arzobispo, monseñor Asenjo, el próximo 25 de noviembre tras casi tres lustros cerrado. Ahora mismo, los trabajos se centran en el perímetro exterior, donde se está terminando la cámara bufa de ventilación para eliminar las humedades, la torre y el interior, en el que los restauradores están limpiando y restaurando los retablos, esculturas y pinturas. La importante inversión en Santa Catalina, por su carácter extraordinario y los contratiempos que ha tenido a lo largo de los años, no está incluida en el presupuesto ordinario de obras. El coste total de la rehabilitación superará los tres millones de euros.
En la provincia se han realizado varias obras durante los últimos años en templos de gran valía artística. Uno de ellos es la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Lora del Río. Se han reparado las cubiertas, las fachadas y el patio. El presupuesto total ha ascendido a medio millón de euros, de los que la Archidiócesis ha aportado 300.000.
En Guadalcanal, se ha terminado ya la restauración e la torre de la parroquia de Santa María de la Asunción. La inversión de la Archidiócesis ha sido de 125.000 euros de un montante global de 300.000. También han acabado ya las obras de cimentación y otras actuaciones en las bóvedas, de la parroquia de San Miguel de Morón de la Frontera. La obra está presupuestada en 450.000 euros, de los que 100.000 corren por cuenta de la administración diocesana.
La Archidiócesis, dentro de su programa de transparencia, sigue un manual de buenas prácticas que se concreta, entre otras medidas, en el fomento de las empresas de construcción locales para acometer las obras, la separación de las figuras del arquitecto y aparejador, la solicitud de varios presupuestos, o determinados requisitos que deben cumplir las empresas adjudicatarias de obras.
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