Alojarse en la paz de un convento de clausura de Sevilla
San Leandro avanza la construcción de su hospedería de cuatro habitaciones
En marzo habrá un evento gran evento de arte para recaudar fondos
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Recursos para invertir en el resto del convento. Con ese objetivo las monjas de San Leandro están restaurando la antigua casa del portero para construir una pequeña hospedería. Lo hacen sin prisa, pero sin pausa, invirtiendo esta ilusionante obra cada euro que recaudan por los conciertos, la venta de dulces, las visitas guiadas y cada evento que realizan. Con la cantidad ya recaudada prácticamente han terminado los trabajos de la segunda planta. El proyecto también incluye la creación de varias salas expositivas para enseñar el gran patrimonio conventual. El próximo evento para recaudar fondos será una exposición colectiva los días 8, 9 y 10 de marzo.
La futura hospedería de San Leandro constará con todas las comodidades propias de un hotel, tienen baño incluido, y con la tranquilidad que dan alojarse en un oasis de paz en medio de la ciudad. Las cuatro habitaciones se construyen en la antigua casa del portero, un espacio en ruinas que tuvo que ser desalojado hace unos años. El primer proyecto fue hacer seis apartamentos turísticos. Una idea descartada tras la mala experiencia anterior de las monjas, con tribunales incluidos. Como explica el historiador Salvador Guijo, persona de confianza de la comunidad, “una hospedería es mucho más acorde por la propia naturaleza del convento”. Todo se está realizando con fondos propios. Por ejemplo, las visitas guiadas por Guijo han sido realizadas ya por más de 1900 personas.
Precisamente, además de la construcción de las cuatro habitaciones, se están acondicionando dos nuevas salas de exposiciones en las que se podrá admirar la gran cantidad de obras de artes que se guardan en la clausura y que pondrán en contexto cómo es la vida monástica. La tercera sala, como vistas al gran claustro, será la antigua biblioteca. La idea es que se pueda visitar unos días a la semana como sucede en Santa Paula.
Las habitaciones de esta hospedería se distribuyen en dos plantas en torno al compás del convento, donde se encuentra el torno en el que se pueden comprar las exquisitas yemas de San Leandro, un producto registrado desde hace más de un siglo. Para separar los espacios y preservar la clausura cuando el torno esté cerrado, se ha instalado una cancela. Además, la entrada a la hospedería es independiente.
Las obras están recuperando los artesonados de madera, los muros de ladrillo visto, las nobles puertas, los suelos de barro o las rejas de siglos pasados. “Todo se está haciendo con sumo cuidado”, sostiene Guijo.
No hay fecha de apertura para esta hospedería monástica, puesto que el avance de los trabajos depende de los fondos que se vayan consiguiendo. Para darle un buen acelerón los próximos días 8, 9 y 10 de marzo tendrá lugar el proyecto “De Corazón”, que nace del taller de pintura de Nuria Postigo. Se trata de una gran exposición de arte que se montará en el claustro principal del convento. Todas las ventas serán para la comunidad. Además, durante esos tres días las religiosas montarán un pequeño ambigú con su dulces, café y chocolate y otros productos donados por hosteleros.
Como destaca Guijo, la apertura de la hospedería serviría para que la comunidad obtenga unos ingresos que invertir en obras de mantenimiento en el resto de la casa. Por ejemplo, en los antiguos dormitorios.
San Leandro es uno de los conventos más pujantes de la ciudad. Cuenta actualmente con 19 religiosas y su edad media no supera los 40 años.
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