Así se cuida el inmenso patrimonio artístico de la Catedral de Sevilla
Cuenta con almacenes tanto en la capital como en el resto de la provincia, en los que se guardan multitud de obras de arte
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El Cabildo Catedral de Sevilla ha reestructurado algunos de los compartimentos donde se guardan enseres de orfebrería, textiles y cuadros que no tienen sitio de forma permanente a la vista del público o se utilizan de forma puntual, con ocasión de acontecimientos litúrgicos. De hecho, el ingente patrimonio artístico de la Catedral de Sevilla se reparte entre las obras que se pueden contemplar en el templo metropolitano y el contingente artístico que se custodia en las propias dependencias catedralicias y almacenes externos.
Ana Isabel Gamero, responsable de Bienes Muebles del Cabildo, ha explicado a la web de la Archidiócesis los criterios que se tienen en cuenta en la Catedral a la hora de exponer o utilizar elementos concretos de su patrimonio, “unas piezas cuyo sentido principal no es otro que enaltecer a Dios y propiciar unas celebraciones acordes con su solemnidad”.
Almacenes en la capital y el resto de la provincia
Ha recordado que la Catedral cuenta con almacenes tanto en la capital como en el resto de la provincia, en los que se guardan multitud de obras de arte. El caso de los textiles es especialmente llamativo. Se conservan unas cuatro mil piezas, entre las que destacan los ternos de los siglos XVII y XVIII. Hay cerca de trescientas capas pluviales o procesionales, con orfre y capillo de imaginería, restaurados y trasladados a nuevos soportes. Los frontales de altar conservados son cerca de veinte, y algunas de las piezas se han ido exponiendo en un mobiliario adaptado para su mejor cuidado. Gamero afirma que “estos ornamentos catedralicios dan fe de la magnificencia del ceremonial con que se celebran las festividades religiosas”.
El capítulo de pintura da para un análisis pormenorizado, ya que, si bien las principales piezas están a la vista de todos en la Catedral hispalense, el Cabildo cuenta también con obras que, por las limitaciones de espacio del templo y la correcta ordenación de lienzos en sus naves y capillas, tienen que permanecer guardados en almacenes o expuestas en dependencias secundarias. La Catedral, con unas novecientas pinturas en su catálogo, entre las piezas insertas en la arquitectura y las de caballete, es la segunda pinacoteca de Sevilla tras el Museo de Bellas Artes.
El cuidado del patrimonio, una prioridad
La conservación de este patrimonio es una prioridad para el Cabildo que, gracias a los ingresos de la visita cultural, puede acometer por sí mismo unas actuaciones costosas y que exigen un mantenimiento posterior. Ana Isabel Gamero recuerda el caso de los textiles que, “por su fragilidad, su empleo permanente y desgaste, necesitan una atención continuada”.
En los últimos años, y gracias a las herramientas informáticas al alcance, se ha apostado por diversificar los sistemas de custodia, inventario, conservación y mantenimiento de las obras de arte de la Catedral, tanto las de primer orden -que están a la vista de todos- como el resto del patrimonio que la Catedral ha atesorado con el paso de los siglos. Armarios, cajoneras, rulos para los textiles, etc. El Cabildo, además, ha establecido un sistema de medición de temperatura y humedad en las estancias reservadas para la custodia de obras de arte, que permite la conservación de estas piezas en las mejores condiciones atmosféricas.
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