La Institución Colombina: un tesoro de Sevilla

Se encarga de conservar, describir y dar difusión a las bibliotecas y los archivos de la Archidiócesis

Cuenta con libros del siglo IX y documentos desde 1251

La joya es el legado de Hernando Colón, con 1250 incunables

Tras la huella de Colón en Sevilla

La Institución Colombina: un tesoro de Sevilla

Un libro del siglo IX, manuscritos de Colón, una de las mayores colecciones de incunables de España, primeras ediciones, volúmenes únicos, documentos de gran relevancia histórica... un auténtico tesoro. Sevilla es una ciudad que cuenta con un patrimonio impresionante y hay uno que es muy desconocido para la mayoría pero que tiene una importancia capital: el documental y bibliográfico. Uno de los mayores exponentes es el que conserva y gestiona la Institución Colombina, nacida en el seno de la Archidiócesis a iniciativa del Cabildo de la Catedral.

Este centro se encarga de conservar, describir y dar difusión a dos bibliotecas y dos archivos: la Biblioteca Capitular Colombina, la Biblioteca del Arzobispado; el Archivo de la Catedral y el Archivo General del Arzobispado. Un auténtico compendio de saberes e historia. “La Institución Colombina gestiona los archivos y bibliotecas de la Catedral y de la Archidiócesis de Sevilla. Tras el hundimiento de una bóveda de la Biblioteca en 1986 el Cabildo comenzó a pensar en otra forma de gestión. Se crea en el año 1992 y han participado diversas fundaciones, pero desde 2013 la dirección y financiación las llevan el Cabildo y la Archidiócesis en solitario”, explica Nuria Casquete de Prado, directora gerente de la institución. Los fondos se distribuyen en dos sedes. Las bibliotecas se encuentran en la Catedral. Y en el Palacio Arzobispal los archivos cuentan con unas instalaciones modernas que fueron renovadas hace poco tiempo. En la institución trabaja un equipo de diez personas.

La entrada se realiza a través de un arco de herradura almohade.
La entrada se realiza a través de un arco de herradura almohade. / José Ángel García

Los fondos bibliográficos se concentran en la sede de la Catedral que por sí misma es una joya. Se dispone en forma de L sobre los extremos este y norte del Patio de los Naranjos, desde la Puerta del Lagarto a la del Perdón. Se accede por la calle Alemanes, a través de una capilla dedicada a la Virgen de la Antigua que no tenía culto, por lo que el Cabildo decidió abrir el espacio para dar acceso directo a su biblioteca. En el interior se conserva el único arco de herradura original del patio de abluciones de la antigua mezquita almohade o la lápida de la tumba de Cristóbal Colón en La Habana.

La lápida que tuvo la tumba de Cristóbal Colón en La Habana.
La lápida que tuvo la tumba de Cristóbal Colón en La Habana. / José Ángel García

La joya de la corona es la llamada Biblioteca Colombina, un compendio de libros recopilados por Hernando Colón, hijo del almirante. “Él dedicó su vida a reunir en una biblioteca única todo lo que había escrito el hombre. Hay dos libros del siglo IX y los más modernos son de 1537. Los hay de todas las temáticas. Se deposita en la Catedral a mediados del siglo XVI”, explica la directora. Está compuesta por 3.500 volúmenes que contienen unas 6.000 obras y es la segunda en número de incunables de España, con 1.250, sólo superada por la colección de la Biblioteca Nacional.

El gabinete en el que se conserva la biblioteca donada por Hernando Colón.
El gabinete en el que se conserva la biblioteca donada por Hernando Colón. / José Ángel García

Los libros de Colón se unieron con el resto de la biblioteca de la Catedral cuando llegan. No es hasta el siglo XIX cuando se vuelven a agrupar utilizando los índices y las notas dejadas por el propio Hernando Colón. “Los trabajos coincidieron con una visita de la reina Isabel II. El Cabildo le pide ayuda para llevar a cabo la tarea y le ofrece costear el gabinete donde se encuentran. Por eso en las estanterías se puede ver su emblema: Y2”, añade Nuria Casquete de Prado.

Una de las vitrinas en las que se pueden admirar algunas de las joyas de la Colombina.
Una de las vitrinas en las que se pueden admirar algunas de las joyas de la Colombina. / José Ángel García

Por su parte, la biblioteca de la Catedral empieza a conformarse prácticamente en 1248, tras la Toma de la Ciudad por Fernando III de Castilla. A lo largo de los siglos se han recopilado libros de todo tipo, con numerosas donaciones de los diferentes arzobispos o de reyes, como Alfonso X El Sabio. Reúne a casi todos los cronistas de Indias o la primera revista científica del mundo. Suma unas 75.000 obras. El arzobispo Luis de Salcedo es considerado el fundador de la biblioteca del Arzobispado. Se empieza a formar en el siglo XVIII por si inquietud para que la curia dispusiera de libros de consulta. Hoy tiene unos 17.000 volúmenes.

Libro de las Profecías (Cristóbal Colón). Manuscrito. Siglo XVI. Pertenece a la Biblioteca Capitular Colombina.
Libro de las Profecías (Cristóbal Colón). Manuscrito. Siglo XVI. Pertenece a la Biblioteca Capitular Colombina. / M. G.

“Al estar reunidas ambas bibliotecas en el mismo edificio de la Catedral se facilita la catalogación, la consulta y el trabajo del personal. Los fondos de la biblioteca capitular se siguen enriqueciendo. También se atiende a los investigadores que o bien vienen aquí o consultan nuestra base de datos y solicitan copias gracias a la digitalización que estamos llevando a cabo”, indica Nuria Casquete de Prado. Una de las donaciones más importantes recibidas en los últimos tiempos es la del erudito José Gestoso, cuya completa biblioteca se encuentra también disponible para los investigadores.

La sala de consultas para los investigadores.
La sala de consultas para los investigadores. / José Ángel García

Algunas de las joyas de la Colombina son los dos libros del siglo IX, uno de ellos es una miscelánea de temas religiosos; una Biblia que perteneció a Alfonso X; unos comentarios a la Torá del siglo XIII; un Libro de Horas que perteneció a la reina Isabel la Católica; una obra dedicada por Erasmo de Rotterdam a Hernando Colón; un original de La Eneida de Virgilio; el llamado Libro de las Profecías de Cristóbal Colón, al que le faltan 14 misteriosas páginas; un libro de viajes de Marco Polo que también perteneció al Almirante de Castilla; un mapa de 1508 en el que se dibuja por primera vez lo que se conocía de América; Un facsímil de 1492 con la primera gramática de Nebrija; una carta de Colón a los Reyes Católicos de junio de 1493 tras su primer viaje a América en la que se representa por primera vez a los indios...

Reglas, documentos y donaciones de la Hermandad de San Bernardo. Manuscrito. Siglo XV de la Biblioteca del Arzobispado de Sevilla.
Reglas, documentos y donaciones de la Hermandad de San Bernardo. Manuscrito. Siglo XV de la Biblioteca del Arzobispado de Sevilla. / M. G.

Cinco kilómetros de estanterías de archivos

Armario del siglo XVIII que contenía el archivo de la Capilla Real.
Armario del siglo XVIII que contenía el archivo de la Capilla Real. / José Ángel García

Los archivos, tanto de la Catedral como del Arzobispado, se conservan en el Palacio Arzobispal. La extensión de los mismos sería de cinco kilómetros si se alinearan las estanterías. Fueron trasladados allí tras la gran reforma acometida entre 2022 y 2006. La reapertura tuvo lugar en el año 2007. “El documento más antiguo que se conserva es una carta del año 1251 que el rey Fernando III envía al arzobispo don Remondo concediéndole unas casas que tenía en propiedad y que suponen el germen del actual edificio”, comenta la directora. El archivo del Arzobispado, por su parte, comienza a conformarse en el siglo XVI. La directora de la Colombina explica el motivo: “En los siglos medievales los arzobispos no tenían la obligación de residir en sus diócesis”. Cada archivo, además, está integrado por otros fondos, como el de la Capilla Real, cuyo singular armario clasificador del siglo XVIII se puede ver en las instalaciones.

Libro Blanco del Cabildo. T. I. Siglos XV-XVII. Archivo de la Catedral de Sevilla.
Libro Blanco del Cabildo. T. I. Siglos XV-XVII. Archivo de la Catedral de Sevilla. / M. G.

Son muchas las joyas que se guardan en estas modernas instalaciones. Uno de ellas es el privilegio rodado por el que Alfonso X concede a la ciudad una escuela de estudios superiores, que se puede considerar el germen de la universidad. Destaca también un “libro blanco” que se escribió entre 1411 y 1631. “En él se recoge una dotación de los Reyes Católicos a la Catedral para que todos los años se celebrase la victoria de Toro ante los portugueses en 1477”.

Expediente matrimonial de Luisa Roldán, "la Roldana". 1671. Archivo General del Arzobispado de Sevilla
Expediente matrimonial de Luisa Roldán, "la Roldana". 1671. Archivo General del Arzobispado de Sevilla / M. G.

Un documento de 1598, de la época del gran maestro Francisco Guerrero, recoge las instrucciones para el cuidado de los seises. “Habla de los deberes y derechos de los niños”. Son muchos los expedientes matrimoniales que se conservan, como los de Zurbarán, Murillo o la Roldana. Otro legajo muy interesante es el libro de exámenes del gremio de Plateros del siglo XVIII.

Propuesta de cambio de túnica de los nazarenos de la Carretería. 1859. Archivo General del Arzobispado de Sevilla.
Propuesta de cambio de túnica de los nazarenos de la Carretería. 1859. Archivo General del Arzobispado de Sevilla. / José Ángel García

Las visitas de grupos a la Colombina son posibles. Para ello hay que mandar un correo electrónico y desde la institución se informa de la disponibilidad de reservas para darles a conocer todo este importante legado. Además de conocer el edificio, se pueden ver algunas de las obras importantes en unos expositores. Son muchas las acciones de difusión que realizan para el gran público. Buenos ejemplos son los artículos divulgativos para conocer los fondos que se publican una vez al mes en la revista Iglesia de Sevilla junto a un vídeo que se difunde en el canal de YouTube de la Archidiócesis. Desde el año 2011 se celebra el Día Internacional de los Archivos con alguna temática destacada. También se han realizado tres exposiciones muy interesantes en la Catedral dedicadas a Colón (2006), José Gestoso (2007) y Alfonso X El Sabio (2021).

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