Cien años de la Bofetá: un antes y un después en la imaginería

La Hermandad de la Bofetá ha dado inicio a los actos del centenario de la ejecución de la imagen de Nuestro Padre Jesús ante Anás y el misterio de la Bofetá. Los hermanos de la corporación de San Lorenzo conocieron en el cabildo general celebrado en la noche del martes las líneas generales de una celebración que se extenderá hasta septiembre de 2024, para hacerlos coincidir también con el siglo de la Virgen del Dulce Nombre, también realizada por Antonio Castillo Lastrucci. La hermandad ha creado una comisión para diseñar el programa de actos durante todo este tiempo.

El sábado 11 de marzo, sábado quinario, se cumplen los cien años exactos de la bendición del Señor. Por ello, el arzobispo, José Ángel Saiz, presidirá ese la celebración, que se traslada a las 12:30.

El primer hito será la presentación de la nueva túnica para el Señor, que ya se encuentra en avanzado estado de realización por parte de José Antonio Grande de León y que será presentada durante la cuaresma, tal como informó el hermano mayor, Enrique Machado. También se va a encargar un azulejo conmemorativo del paso del misterio para instalar en la casa de hermandad.

La hermandad quiere darle realce a este aniversario, puesto que la irrupción del misterio de Jesús ante Anás fue un hito para la imaginería procesional y para la Semana Santa. Por ello, en colaboración con la Universidad de Sevilla, se va a organizar un ciclo de conferencias que se desarrollará a lo largo de este próximo año y medio. Estas ponencias, coordinadas por Andrés Luque Teruel, catedrático de Historia del Arte de la US, tendrán lugar tanto en la propia casa de hermandad y en la universidad, pretendiéndose que tengan rango académico.

Las ponencias cerradas actualmente, aunque con fecha por determinar, son las siguientes:

• El palio de la Virgen del Dulce Nombre, modelo regionalista, a cargo de José León.
• Iconografía e inconología: el misterio de Jesús ante Anás, por Pablo Borrallo.
• La iglesia de San Lorenzo de Sevilla, pronunciada por Teodoro Falcón Márquez.
• Un siglo de procesiones, el modelo del Dulce Nombre, ofrecida por Álvaro Dávila Armero.
• La Virgen del Dulce Nombre y los modelos de Dolorosa del siglo XX, pronunciada por Alicia Iglesias Cumplido.

La hermandad también va a organizar conciertos de marchas procesionales a cargo de las bandas de las Cigarreras y de la Oliva de Salteras, que acompañan cada Martes Santo a los pasos.

Una revolución en la Semana Santa

Esta imagen y este paso de misterio supusieron hace un siglo una auténtica revolución en la Semana Santa de Sevilla y propiciaron la irrupción del genio de Antonio Castillo Lastrucci, que si bien ya era un artista maduro, apenas había realizado trabajos menores para las cofradías de Sevilla.

Aunque los contactos entre la recién reorganizada Hermandad de la Bofetá y Castillo Lastrucci se habían iniciado meses antes, fue el 25 de octubre de 1922, en un viejo caserón de la calle Federico de Castro 16 —hoy Cuna—, domicilio del hermano mayor José Vacas Librero, cuando se formalizó el contrato con Antonio Castillo Lastrucci para la ejecución del misterio de Nuestro Padre Jesús ante Anás. Así lo relata la publicación editada con motivo del centenario de la reorganización de la corporación, coordinada por Juan Pedro Recio.

La imagen del Señor, realizada en madera de cedro policromada, fue valorada por su autor en 3.500 pesetas, mientras que por el resto de las imágenes del misterio fue pagada la suma de 6.725 pesetas, efectuándose el primer pago el 14 de octubre de 1922 por importe de 500 pesetas, como vimos anteriormente, y el último el 26 de marzo de 1923 por igual importe. El Domingo de Pasión 18 de marzo, Antonio Castillo Lastrucci hizo entrega de las seis esculturas que, junto al Señor, forman el misterio.

El estreno del pasaje evangélico de la Bofetá el Martes Santo de 1923 supuso un antes y un después en la composición de los pasos de misterio. La salida procesional fue todo un acontecimiento que contó con las mejores críticas de cofrades, artistas, periodistas y público en general. Una muestra elogiosa de esa aceptación generalizada pudo leerse en la edición del diario La Unión del Miércoles Santo, en que se ensalzaba al genial conjunto realizado por Antonio Castillo Lastrucci.

Cien años después de su estreno, la hermandad ha sabido mantener la esencia de la creación de Castillo Lastrucci, sin romper la escenografía, como hicieron otras hermandades. Aunque las imágenes secundarias fueron despojadas en los años 60 de sus túnicas encoladas, con el consiguiente enfado y disgusto del imaginero.