Los artesanos de la Semana Santa reclaman ayudas directas ante una crisis sin precedentes

Piden sensibilidad a las hermandades y cofrades para que puedan mantenerse los encargos en estos duros momentos

Dos años sin Semana Santa en Sevilla: ¿qué supone para la ciudad?

Enrique Castellanos trabajando en un paso.
El dorador Enrique Castellanos trabajando en un paso. / Antonio Pizarro

El gremio de artesanos que trabaja para la Semana Santa ha realizado este miércoles un llamamiento a las administraciones públicas para que les concedan ayudas directas ante la crisis que atraviesan. Con las procesiones de la Semana Santa suspendidas por segundo consecutivo, y con las arcas de las hermandades muy mermadas, la Asociación Gremial de Arte Sacro pide que no se les olvide y que se tenga sensibilidad hacia estos talleres centenarios, muchos de los cuales tienen su supervivencia gravemente amenazada.

"Pedimos a las administraciones que nos competen, local, autonómica y nacional, que tengan en cuenta nuestra palpable realidad, como un colectivo muy duramente golpeado por la crisis sanitaria del Covid-19, y por ello pedimos ayudas directas, como se ha realizado con otros colectivos profesionales igualmente perjudicados. Nuestros profesionales y talleres no dejan de ser pequeñas empresas que sustentan a cientos de familias, generando empleo y movimiento económico del que se beneficia todo el conjunto de la sociedad", señala la asociación en un comunicado.

La asociación gremial, cuyo presidente es Francisco Carrera, incide en que arrastran una precariedad precariedad y carencia de trabajos y encargos cuya clientela fundamental son las hermandades y cofradías, desde la suspensión de la Semana Santa del año que ahora termina, que ya supuso un duro golpe para el sector.

Por todo ello, apelan a la sensibilidad de los sevillanos y cofrades en general y a las hermandades y cofradías en particular, "que con una merma de recursos y capacidad de maniobra importante están volcadas en atender la altísima demanda social generada", para que tengan en cuenta sus "durísimas circunstancias" y puedan hacer realidad, en la medida de lo posible, sus ilusiones y sus proyectos de todo tipo. "Sólo de esa manera podremos mantener viva la llama para que pronto podamos volver todos a la normalidad", recalcan.

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