El Consejo confía en que monseñor Saiz sepa "reconocer e impulsar" la labor de las cofradías

El presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez, ha dado la bienvenida al nuevo arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, en una carta abierta. Vélez pone las cofradías a disposición del prelado y se muestra confiado en que sepa reconocer y potenciar todos los valores que encierran estas corporaciones que atesoran siglos de historia, y que en Sevilla suponen un importante vehículo de evangelización y todo un muro de contención frente a la secularización de la sociedad. Además, Vélez muestra un agradecimiento a monseñor Asenjo por su trabajo para con las cofradías en todos los años que ha estado al frente de la Archidiócesis.

"Desde este mismo instante nos ponemos a su completa disposición, en la seguridad de que sabrá reconocer e impulsar la importante labor cultual, asistencial, formativa, social y cultural que desarrollan las hermandades sevillanas". Con estas palabras recibe las cofradía al nuevo pastor de la Archidiócesis. El presidente del Consejo de Cofradías no ha querido dejar pasar mucho tiempo para dedicar unas palabras de bienvenida a monseñor Saiz. En su carta, Vélez se muestra confiado en que el arzobispo electo sepa trabajar de la mano con las hermandades y le recuerda "que son uno de los movimientos laicales más importantes de España". No en vano, en la ciudad de Sevilla hay un total de 124 hermandades, entre penitencia, glorias y sacramentales, que acogen en su seno a miles de fieles.

El nuevo arzobispo ya ha mostrado en más de una ocasión su interés por las hermandades y cofradías. Ha acudido a predicar a la Hermandad de la Macarena, donde ya lanzó un mensaje en el que reconocía su importancia. En los próximos años, el prelado y el Consejo deberán afrontar importantes retos. El primero de ellos será, sin duda, la vuelta del culto público en las calles.

Agradecimiento a Asenjo

Francisco Vélez dirige en su carta unas sinceras palabras de agradecimiento al ya administrador apostólico de la Archidiócesis de Sevilla, monseñor Asenjo, del que destaca su "profunda religiosidad, vida de oración, afabilidad, sencillez, laboriosidad, responsabilidad o paciencia".

Ciertamente, los inicios de Asenjo con las cofradías no fueron del todo buenos, aunque siempre ha reconocido su valía y su importante labor. "Si no existieran, habría que crearlas", ha llegado a decir en más de una ocasión. Durante sus años de servicio en Sevilla, monseñor Asenjo ha tenido que hacer frente a circunstancias como la dimisión de dos presidentes del Consejo, o la organización del frustrado e fallido Vía Crucis de la Fe.

Pero monseñor Asenjo, siempre ha tenido actos de cariño hacia las cofradías y los cofrades, que fueron entendiendo su manera de ser y de trabajar. "Poco a poco, don Juan José se ha ido adentrando en el tesoro de religiosidad popular que guardan las Hermandades de Sevilla, de las que siempre se ha preocupado para que cada día vayan creciendo en amor, conocimiento y caridad hacia Dios y todas las personas, a fin de que todas y cada una de ellas contribuya de forma decisiva a la edificación del Reino", señala Vélez.

Asenjo siempre ha sido exigente con las cofradías, consciente del enorme potencial que tienen, pero a la vez las ha tratado siempre con respeto y cariño. Como legado quedarán las vigentes normas diocesanas, los estatutos del consejo, o los decretos que regulan las coronaciones canónicas y las salidas extraordinarias. En la carta, el presidente del Consejo le agradece todos estos servicios: "Como presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías, haciéndome eco del sentir de los hermanos mayores y de mis predecesores, debo agradecer a nuestro querido arzobispo su acogida siempre afectuosa, su comprensión ilimitada y su entrañable afecto, más fraternal que paternal. Sin duda, los frutos del pontificado de monseñor Asenjo dejarán una profunda y perdurable huella en esa parcela del Pueblo de Dios que es la Archidiócesis de Sevilla".