Alberto Núñez Feijóo es "la respuesta a una crisis que nunca debió existir". Con estas palabras de Isabel Díaz Ayuso, los presidentes autonómicos del PP se han conjurado en torno al líder gallego horas antes de su proclamación como máximo mandatario de los populares a nivel nacional. En el auditorio de Fibes, el palacio de exposiciones de Sevilla, los jefes de los ejecutivos regionales del PP han bendecido el viraje del partido, la transición exprés del PP de Pablo Casado al de Alberto Núñez Feijóo que se fragua en el XX Congreso Nacional del PP que se celebra entre hoy y mañana en Sevilla.

El todavía presidente del PP ha llegado al lugar donde se celebra el cónclave durante esta mesa redonda de líderes regionales, una fórmula que se ha inaugurado en los congresos populares que se han celebrado bajo su mandato, como ha recordado el murciano Fernando López Miras. Él ha sido el dirigente territorial más cercano a Casado y, de hecho, fue el último que cambió su lealtad en el golpe que los barones propinaron al político abulense a mediados de febrero y que se abrió la crisis que se está cerrando este fin de semana en la capital andaluza. 

López Miras, como sus compañeros, ha hecho un llamamiento a la unidad, pero también a la integración. "En esta casa caben todos, no sobra nadie; todos somos necesarios, mas necesarios que nunca", ha dicho el dirigente murciano, convencido de que el PP "debe atraer de nuevo a todas las personas que dejaron de votarnos por desafección". Aún así, pese a esta llamada a la integración que también ha hecho Isabel Díaz Ayuso, López Míras no se ha acordado de Casado. 

Sólo Juan Jesús López Vivas, que ha entonado un discurso de casi despedida, ha aludido directamente al líder popular, que será desde el sábado el segundo líder más breve de la derecha española. Sólo Antonio Hernández Mancha, que también está presente en el Congreso de Sevilla, tuvo un mandato más corto y, paradójicamente, también se cerró con un cónclave en la ciudad hispalense que, entonces sí, fue una refundación. Lo ha recordado Juanma Moreno, que ha hablado del "talismán" de la ciudad. "Siempre que hemos hecho un congreso aquí hemos ganado", ha dicho el jefe del Ejecutivo andaluz, en referencia a la victoria de José María Aznar en las elecciones generales de 1996.

Juanma Moreno, durante su intervención en la primera jornada del congreso del PP en Sevilla

El presidente de la Junta, anfitrión del cónclave, llega a este encuentro reforzado, como el barón más importante del partido tras la conversión de Alberto Núñez Feijóo en líder nacional. "Parecía imposible que el PP tuviera un presidente en Andalucía", ha ensalzado el político malagueño sobre su llegada al Palacio de San Telmo. Lo que no ha recordado Moreno es cómo llegó al palacio barroco que hace las veces de sede del Gobierno andaluz, tras una coalición con Ciudadanos y un pacto con Vox.

Esta mañana, en una entrevista radiofónica, Juanma Moreno ha hablado por primera vez de su intención de lograr una mayoría que le permita presidir un gobierno "monocolor". Esto es precisamente lo que no podrá hacer Alfonso Fernández Mañueco, que durante su intervención ha defendido que va a formar un "Gobierno eficaz y lógico". "Estamos preparados para hacerlo", ha dicho, sin referirse a sus socios de Vox, que tendrán una vicepresidencia y tres consejerías, entre ellas la de Agricultura. Se entiende así que Fernández Mañueco haya ensalzado al PP como el partido "del campo, de los agricultores y de los ganaderos".

"No estamos aquí para ganar el congreso, sino las elecciones", ha defendido Isabel Díaz Ayuso en el cierre de su intervención, que ha dedicado a mostrar su apoyo decidido a Alberto Núñez Feijóo. Como el resto de sus compañeros, ha agradecido al todavía presidente de la Xunta de Galicia el "sacrificio personal" que le supone asumir el liderazgo del PP. Ese paso que no se atrevió a dar hace cuatro años, cuando la salida de Mariano Rajoy indujo la pugna entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal que intimidó al gallego y abrió paso a Pablo Casado.

Un paréntesis que termina este sábado para que el PP se convierta, en palabras de Díaz Ayuso, en la "casa común de los que quieren vivir en paz". En frente, "un Gobierno con comunistas como no hay otro en occidente, que nunca ha ilusionado a nadie", según la presidenta madrileña, otra de las ganadoras de este cónclave tras ser la primera en mover el sillón de Pablo Casado en la polémica del contrato del que salió beneficiado su hermano, Tomás Díaz Ayuso, y que está siendo investigado por las Fiscalias europea y anticorrupción española. "Que se aparten si no saben".