El auge de la extrema derecha marca los comicios en los países europeos
El partido de Le Pen puede ser la primera fuerza enFrancia mientras que el de Giorgia Meloni busca consolidar su poder en Italia
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Bruselas/La incógnita sobre qué resultados obtendrá la extrema derecha, la seguridad, la migración y las cuestiones domésticas dominan buena parte de las campañas a las elecciones europeas, que se celebran desde el jueves hasta hoy para renovar la Eurocámara y cuyos resultados influirán en el futuro de la Unión Europea, desde el apoyo a Ucrania hasta la respuesta a la crisis climática.
Por países, la campaña alemana estuvo centrada en ver cómo afectan a la ultraderechista Alternativa para Alemana (AfD) los escándalos que han afectado al partido, al que los sondeos dan como segunda fuerza tras la Unión Cristianodemócrata (CDU), a la que pertenece Ursula von der Leyen.
Contra su cabeza de lista, Maximiliam Krah, hay una investigación preliminar por sus supuestos vínculos con China. Krah fue apartado después de que declarara que no todos los miembros de la SS del régimen nazi eran criminales.
La campaña francesa estuvo marcada por reproches mutuos entre lo que ha hecho el Gobierno y lo que ocurrirá si, como anticipan las encuestas, se produce un fuerte ascenso de la extrema derecha. La maltrecha situación de las cuentas públicas y las dudas sobre el compromiso del Ejecutivo de reducir el déficit estuvieron muy presentes, como las polémicas sobre el posible envío de militares franceses a Ucrania, el pacto europeo sobre inmigración y asilo, que en Francia solo defiende el grupo del presidente, Emmanuel Macron, o la respuesta a las protestas de los agricultores.
La campaña italiana se centró en el peso del país en la UE y la primera ministra, Giorgia Meloni, que aspira a ser clave en la formación del gobierno comunitario, busca exportar a Europa su modelo de pacto entre derecha y extrema derecha, además de reforzarse internamente tras 18 meses en el poder. Mientras, fuerzas como la ultraderechista Liga defienden la primacía de los intereses italianos por encima de los de la UE.
Otras cuestiones de peso fueron la migración ilegal, así como la defensa común o la guerra de Ucrania, mientras la principal fuerza opositora, el Partido Demócrata, abogó por una Europa “más social” o más derechos para el colectivo LGTBQ+.
Con la vuelta al poder de Donald Tusk, una Polonia más cercana a Bruselas encara las elecciones con inquietud por la influencia de la propaganda prorrusa y el objetivo de incentivar la participación de los electores. En la campaña polaca, el gran tema es la guerra de Ucrania y sus múltiples implicaciones.
Por su parte, la formación euroescéptica Ley y Justicia, partido que gobernó hasta hace seis meses, redobló su discurso contra Bruselas y su élite “burócrata y amoral”.
En Portugal, las fuerzas políticas coinciden en que es necesario controlar mejor la entrada irregular de migrantes y combatir las redes de tráfico de personas, mientras que en temas de defensa centraron el debate en el apoyo a Ucrania y su integración en la UE, y un mayor desarrollo de la industria militar europea.
La crisis de vivienda, los bajos salarios, el apoyo a los jóvenes y la transición energética completaron los temas de debate.
Con la frontera más larga con Rusia (1.340 kilómetros), Finlandia tiene tres cuestiones que acaparan el debate político: la seguridad, la emisión de deuda europea y el auge de la ultraderecha. Un panorama similar en Dinamarca y Suecia.
La carestía, la inmigración, el cambio climático y la invasión rusa de Ucrania son los principales temas de la campaña en Austria, en un momento en que el xenófobo, euroescéptico y prorruso FPÖ lidera la intención del voto con hasta el 28%.
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