Díaz Ayuso se puede "pillar una infu" confinada en sus apartamentos de lujo de un hotel de Madrid.

A pesar de lo que aseguran los políticos para justificarse, nunca es toda Sevilla, ni toda Andalucía, ni toda España.

Las caceroladas no le han dado mucho juego a Vox, que ahora va a intentarlo con los claxonazos.

El Gobierno andaluz de Griñán auspició en 2009 el Consorcio del Guadalquivir. En diez años no hizo nada.

Hay mucho Norman Bates suelto, y no necesariamente con un cuchillo de carnicero, les basta con un móvil.

Aguardamos pacientes a volver a sortearnos para no tropezar en la calle Tetuán o en la calle Sierpes.

Le dan la vuelta al eslogan: su libertad empieza donde acaba -o peor, no empieza nunca- la de los demás.

A falta de caseta donde lucirse, el 'grasioso' contará este año con el balcón para lucir sus dotes.

La pregunta del CIS sobre la libertad de información no es un desliz. Un disparate también se pergeña.

Los apartamentos, pisos y cuchitriles turísticos están deshabitados. De ellos sale la humedad del vacío.