Carlota Casiraghi, clienta del Rinconcillo de Sevilla
La aristócrata cenó en la planta alta de la taberna centenaria y se asomó a un balcón a contemplar una procesión de Gloria. El homenaje previsto en Sevilla. Carlos Herrera no es fijo en la empresa. Diez razones para considerar a Sevilla una ciudad vulgar.