La artista italiana Alexandra del Bene se pone Sevilla 'Por monteras'

“Sevilla ha sido para mí como una hoja en blanco con todas las herramientas a disposición para dejarse llevar”, confiesa Alexandra del Bene, artista italiana que llegó a la ciudad en 2010 y desde entonces, efectivamente, se deja llevar por la enorme carga sensorial que inspira el entorno.

Una de sus fuentes de inspiración ya avispó la creatividad de numerosos artistas: la tauromaquia. Los resultados de su mente en constante estado de ebullición se pueden disfrutar ya en el suntuoso hotel CollRooms Palacio de Villapanés, calle Santiago 31. Este jueves 11 se inauguró la exposición Por monteras, que estará abierta, con entrada gratuita, hasta el próximo 28 de abril.

De las paredes de la señorial casa-palacio cuelgan abiertos cinco capotes de lidia pintados por Alexandra, unos inspirados en obras de Pablo Picasso –otro enamorado del toro y sus circunstancias–, y otros en la inmortal mitología griega: el toro de Creta, el minotauro.

“La exposición no podía tener un marco más hermoso, muchas gracias a José Guzmán Byrne, director del Distrito Bellavista-La Palmera, por su importante respaldo para hacer realidad esta muestra, también a los patrocinadores, como González Byass o Bodegas Salado, y a María José Cabrera, que aporta los trajes de flamenca que tan bien lucen estas espléndidas modelos”. Alexandra del Bene no es la primera sensibilidad artística que se enamora de Sevilla hasta el punto de unir su destino a ella. En toda la ciudad, hay más de 120 obras suyas entre grafitis y murales.

José Guzmán Byrne lo decía con sus palabras: “Ojalá todos los sevillanos quisieran a esta tierra como la quiere Alexandra”.

Entre las piezas de la exposición, destacan los cuatro naipes con las figuras de conocidísimos matadores de toros. El primero que recibe a los visitantes en el sevillanísimo patio del hotel es Morante, nada menos.

La polifacética artista romana, que es pintora, muralista, decoradora y escultora, también ha modelado originales monteras en cerámica.

"Los hombres que viven en una tierra que no es la propia, sino adoptada, suelen desplegar las características nacionales en forma más vigorosa que los propios nativos". Lo escribió Thomas Mann.