Network as Code y comunicación nube a nube, algunas de las tendencias tecnológicas para 2023
Tecnología
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La mayoría de sectores está experimentando las consecuencias de la digitalización y cada vez son más los modelos de negocio que dependen de los servicios que presta la red.
En este sentido, los puntos de intercambio de internet juegan un papel crucial al garantizar un intercambio fluido, seguro y rápido de paquetes de datos entre redes de cualquier tamaño; desde operadores hasta proveedores de streaming, de servicios en la nube o el resto de organizaciones.
Teniendo en cuenta este contexto, DE-CIX, el principal operador mundial de puntos de intercambio de internet, ha identificado cuáles serán las cinco tendencias tecnológicas el próximo 2023:
La comunicación de nube a nube
Actualmente, cada vez más empresas optan por una estrategia multicloud que no sólo rebaja la dependencia de un único proveedor sino que permite a los usuarios elegir los mejores servicios de diferentes proveedores.
La cantidad de datos que manejan las organizaciones pueden suponer un inconveniente a la hora de realizar su portabilidad. Por eso, la presencia de los routers de nube en las plataformas de interconexión se generalizarán en 2023. De esta manera se permitirá la comunicación de nube a nube al garantizar que se minimiza la latencia y se maximiza el ancho de banda disponible.
Así, las diferentes aplicaciones presentes en dos o más nubes pueden interactuar entre sí como si estuvieran alojadas en la misma, mejorando la interoperabilidad, y permitiendo la sincronización de datos. De este modo se dará un mayor impulso a los escenarios multicloud, facilitando su gestión y proporcionando una mayor protección a los datos.
Mayor uso del 5G en la industria
A medida que las empresas empiecen a utilizar el 5G para el IoT (internet de las cosas), la infraestructura tecnológica evolucionará para satisfacer la demanda. Esto supondrá:
- picos de velocidad de datos de hasta 20 Gbit/s
- millones de dispositivos conectados por kilómetro cuadrado
- una transmisión de datos altamente fiable, con latencias de tan solo un milisegundo
La red 5G va a revolucionar la industria manufacturera, con fabricantes del sector de la automoción, como BMW, Mercedes-Benz, VW y Ford, construyendo y probando sus propias redes 5G en escenarios de uso del IoT.
Aunque actualmente es imposible saber qué va a provocar el uso de la red de quinta generación como impulsor de innovaciones, productos y servicios hasta dentro de una década, a medida que se hagan realidad casos futuristas cada vez más complejos. Probablemente, en los próximos 12 a 24 meses se podrán ver más y más casos de uso a escala completa.
La resiliencia de la conectividad
Una infraestructura de conectividad es esencial para garantizar la fiabilidad y resistencia de una empresa digital. Pero los incidentes y cortes de suministro son habituales y constituyen una preocupación creciente para las empresas que necesitan proteger sus datos y activos digitales.
Por lo tanto, otra tendencia es la de construir la conectividad de la empresa para minimizar el impacto de los eventos externos en los flujos de datos relacionados con las operaciones de la empresa y la continuidad del negocio. Una estrategia Multi-X -que utiliza múltiples tecnologías, múltiples ubicaciones y múltiples proveedores- es una excelente solución para el diseño de la infraestructura propia y subcontratada de la empresa.
Al construir múltiples capas, es posible diseñar la infraestructura digital de una empresa para que los flujos de datos críticos eviten puntos únicos de fallo. Una estrategia Multi-X ofrece una hoja de ruta para construir la redundancia en términos de tecnología (por ejemplo, utilizando servidores, routers y otros componentes de red de diferentes diseños y de diferentes fabricantes), asegurándose de que el almacenamiento de datos se distribuye geográficamente a través de múltiples centros de datos y utilizando rutas de fibra redundantes y no superpuestas para conectar las distintas ubicaciones, y también desarrollando relaciones comerciales sólidas con una serie de proveedores de infraestructura digital para evitar el bloqueo del proveedor.
Network as Code
Conforme la infraestructura digital se vuelve más importante para las empresas, es también más difícil de gestionar y, por eso, el Network as Code (o la red como código, por su traducción del inglés) será una de las novedades en infraestructura de conectividad.
La tecnología Network as Code permite programar los distintos componentes de la red para desarrollar la arquitectura de la misma como software y esto permite aprovechar todas las ventajas procedentes de la industria del software.
El consorcio IX-API hace exactamente esto, proporcionando servicios de interconexión de IXs, centros de datos e ISPs, empaquetados como un elemento de red como código. El proyecto Tellus, financiado dentro del proyecto europeo de infraestructura de datos Gaia-X, va un paso más allá, ya que no se limita a empaquetar los servicios de interconexión de los centros de datos, los IX y los ISP, sino que abarca toda la cadena de suministro de los distintos proveedores de interconexión.
Construir los cimientos del nuevo internet
Durante este último año, el metaverso ha ido ganando terreno. Pero para que lo que hasta ahora parece ciencia ficción se convierta en una realidad en los próximos años, habrá que disponer de sofisticados equipos de realidad virtual e inteligencia artificial que estarán conectados entre sí mediante una red final de alto rendimiento para garantizar la entrega sincronizada de datos de vídeo, audio, sensoriales y ciberlocalización hacia y desde nuestra ubicación física.
Dado que la mente humana tarda sólo medio milisegundo en percibir las entradas sensoriales, los proveedores de infraestructuras digitales están ya trabajando para poder sentar las bases de lo que será el continuo ciberfísico.
Esto significa que la infraestructura digital -redes, centros de datos y plataformas de interconexión- tendrá que construirse densamente en todas las direcciones. Para los casos de uso de menor latencia de la Internet inmersiva, la distancia desde el usuario/dispositivo hasta el lugar de procesamiento de los datos debería ser como máximo de 35-50 kilómetros. Y eso será necesario en todas partes, no sólo en los centros digitales.
Con este contexto en mente, los proveedores de infraestructuras de todo tipo tendrán que trabajar de forma concertada y cada vez más detallada en todo el mundo para crear la malla interconectada de infraestructuras que soportará los casos de uso de la Internet inmersiva.
Las primeras aplicaciones del metaverso ya están en marcha, pero las aplicaciones más potentes están a la vuelta de la esquina, esperando que la infraestructura les dé vida.
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