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La Aemet pronostica un verano muy caluroso

Meteorología

La primavera que finaliza el jueves ha sido la octava más calurosa del siglo XXI

El próximo trimestre podría ser más seco de lo habitual

La AEMET confirma que el pasado marzo fue el cuarto más lluvioso en 60 años

Varios turistas miran abanicos en una tienda en la Plaza de España de Sevilla. / Raúl Caro (Efe)
Efe

19 de junio 2024 - 11:59

Madrid/Tras la octava primavera más cálida del siglo XXI, el verano, que comienza el jueves a las 22:51, hora peninsular, todavía con frío y lluvia por el paso de una dana, se prevé muy caluroso en toda España y podría estar entre el 20% de los más cálidos registrados hasta la fecha.

Con respecto a las precipitaciones, el próximo trimestre podría ser más seco de lo habitual, especialmente en el norte e interior de la península, ha adelantado Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia de Meteorología (Aemet), quien ha advertido de que el pronóstico respecto a las lluvias estivales hay que tomarlo con "cautela".

En una rueda de prensa para presentar la predicción estacional del verano y el balance climático de la primavera, Del Campo ha señalado que el verano que empieza el jueves "no acaba de arrancar", aunque el viernes se notará ya un "escalón" con temperaturas más normalizadas para la época, frente a estos días tan fríos.

Por temperaturas, la última primavera normal fue la de 2021, y la última muy fría la de 2018; "desde entonces no ha habido ni una sola estación ni fría ni muy fría", todas cálidas o extremadamente cálidas, ha hecho hincapié el portavoz de Aemet.

Cálida primavera

La primavera de 2024 (entre el 1 de marzo y el 31 de mayo) fue cálida en el conjunto del país, con una temperatura de 13,1 grados, lo que supone 0,7 grados más que la media de referencia, 1991-2020.

Ha sido la octava primavera más cálida del siglo actual y la décima desde el inicio de la serie en 1961, ha incidido el portavoz, quien ha resaltado que "ocho de las diez primaveras más cálidas se han registrado desde 2006".

La primavera fue muy cálida en la mayor parte de las regiones mediterráneas, y entre cálida y normal en el resto de la España peninsular, aunque fue fría en puntos del interior de Galicia y del noroeste de Castilla y León; en Baleares fue muy cálida, mientras que en las Canarias, cálida o extremadamente cálida.

Por meses, marzo fue cálido, abril muy cálido y mayo, normal; en general, fueron frecuentes los episodios de temperaturas superiores a las normales y se llegaron a superar en estaciones principales los 39 grados a finales de mayo, con algunos récords absolutos para la primavera, como en Tenerife sur o Tortosa.

A la par, hubo también episodios fríos destacados, como el de comienzos de marzo, con importantes heladas en capitales de provincia, sobre todo en Burgos o Soria, donde se llegó a 4 grados bajo cero.

Como efemérides de temperatura media más alta registrada en esta primavera entre estaciones principales de Aemet, el portavoz ha destacado la de Palma-Puerto con 17,9 grados que supera en 0,1 grados, el registro anterior de 2020, con datos desde 1978.

Respecto a la temperatura máxima diaria, sobresale la estación de Tenerife/Sur (Santa Cruz de Tenerife) que el 11 de abril registró 38,3 grados, es decir, 0,6 grados más que la anterior efeméride del 30 de marzo de 2023, cuando se llegó a 37,7 grados.

Normalidad en las precipitaciones

Ha sido una primavera normal en precipitaciones, con una media sobre la España peninsular de 189,4 litros por metro cuadrado, lo que representa el 105% del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020.

Del Campo ha explicado las grandes diferencias geográficas en la distribución de las lluvias: extremadamente húmeda en Galicia, en la provincia de Gerona, en gran parte de Andalucía y en puntos de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Pirineos.

Sin embargo, fue seca a muy seca en la mayor parte de la Comunidad Valenciana, extremadamente seca en la provincia de Alicante y seca en la Región de Murcia y Almería, mientras que en los archipiélagos tuvo un carácter normal.

A lo largo de la estación, hubo desigualdades en la distribución de las lluvias y destaca marzo, el cuarto más lluvioso del siglo XXI, con el doble de precipitación de lo normal por las lluvias asociadas a la borrasca Nelson, en la última semana del mes.

En cambio, abril fue el cuarto más seco del siglo actual, y las lluvias sólo alcanzaron la mitad de los valores habituales; en mayo, las precipitaciones también quedaron por debajo de lo normal en la mayor parte del país, con un valor que llegó únicamente a las dos terceras partes de la media.

En cuanto al valor más alto de precipitación diaria en el trimestre de primavera (marzo, abril y mayo) destaca Segovia, que el 5 de mayo acumuló 31,4 litros por metro cuadrado, superando en 6,8 litros el anterior valor del 21 de mayo de 1994.

Sequía meteorológica

Del Campo ha explicado que finalizada la primavera, las cuencas que vierten al océano Atlántico han salido de la sequía meteorológica (12 meses) por falta de lluvias, pero las cuencas de la vertiente mediterránea continúan en esa situación, a excepción de la del Ebro.

En cambio, si se analiza la situación de escasez hídrica a largo plazo (36 meses), en buena parte de la Península continua la sequía de larga duración, ha concluido el portavoz de Aemet.

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