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"Para no engordar en la cuarentena hay que recuperar la cocina de nuestras abuelas"

Crisis por el coronavirus

El vicedecano del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía recomienda planificar menús variados y no descuidar la ingesta de frutas, verduras y alimentos que impulsen el sistema inmunológico

Mapa interactivo con la descontrolada expansión del coronavirus en tiempo real

Entrevista a Arantxa Areta: Hay que hacer alquimia en la cocina"

Patatas aliñadas con encurtidos. / M.G.
Tamara Velázquez

04 de abril 2020 - 18:39

Tres semanas de confinamiento para escapar del contagio por coronavirus y subir de peso ya se ha convertido en una de las preocupaciones más extendidas. Con tan poca actividad y la nevera tan cerca todo el día, el temor por que las básculas marquen algunos kilos de más se ha generalizado. Saber cuánto peso se puede ganar durante el aislamiento es complicado.

"Nunca se ha dado una situación como la que estamos experimentando, por lo que los resultados que deriven de esta circunstancia tan excepcional serán tan raros como ella misma", asegura Pablo López, vicedecano del Colegio Profesional de Dietistas y Nutricionistas de Andalucía.

López compara la cuarentena con la época navideña, aunque insiste en que engordar o mantenerse "dependerá, en gran medida, del tiempo que dure" el encierro. Lo más importante es "siempre quedarse con la mejor opción" y "darle naturalidad" a esta coyuntura. Es imprescindible "no descuidar la ingesta de frutas, verduras y otros alimentos como el jengibre, la cúrcuma o los probióticos, que podemos encontrar en los yogures, para mantener fuerte nuestro sistema inmulógico y poder afrontar cualquier tipo de contagio, ya sea un resfriado, una gripe o, con más razón aún, el coronavirus".

Lentejas con verduras. / D.S.

Uno de los consejos en los que insiste el nutricionista es "no improvisar". "Debemos evitar abrir el frigorífico y escoger lo primero que vemos". Recomienda "planificar los menús con tiempo para comer variado y hacer combinaciones con lo que tenemos en la despensa". Algo así como "recuperar la cocina de nuestras abuelas que, con lo que tenían en la alacena, preparaban un potaje". Durante la cuarentena, la falta de tiempo no es un problema así que con esta técnica "matamos dos pájaros de un tiro porque nos entretenemos y comemos sano", sugiere.

Para hacer los guisos más saludables hay que priorizar las verduras y legumbres, evitar el azúcar, las grasas saturadas y también controlar la cantidad de aceite de oliva que se utiliza. "Hay que emplear el justo para que nuestro plato quede bueno y ligado y ahorrarnos ese chorrito de más".

Otra manera de cocinar más ligero es sustituir los fritos por el horneado o la cocción al microondas, emplear especias que proporcionen un sabor parecido al de los embutidos en los potajes, por ejemplo utilizando comino y pimentón en lugar de chorizo en las lentejas; y optar por harinas integrales en lugar de refinadas, "siempre que sea posible, no hay que obsesionarse, debemos tener en cuenta que sólo hay que ir a hacer la compra si es imprescindible y no emplear mucho tiempo en esa tarea", recuerda el experto.

Evitar el picoteo es clave pero, si la ansiedad y el estrés que puede general la cuarentena incita a comer, "es mejor elegir snacks saludables, como guacamole o húmus con tiras de zanahoria, pepino o calabacín, aceitunas y encurtidos". Y si se prefiere lo dulce "puede tomarse chocolate con más de un 70% de cacao, añadirle cacao en polvo y semillas a un yogur o hacerse tortitas caseras con huevo, avena y canela", para matar el gusanillo.

Macedonia de frutas.

La hidratación también es muy importante. "No hay que olvidarse de tomar infusiones sin azúcar ni de beber agua, aunque sea añadiéndole fruta fresca, limón, naranja o manzana" para mejorar su sabor.

No todo se limita a ganar o no peso. Las consecuencias de descuidar la alimentación durante estos días de reclusión pueden llegar a ser muy perjudiciales. Algunas de ellas van desde el aumento retención de líquidos, tener el sistema circulatorio menos activo, presentar resistencia a la insulina o acumular grasas que deriven en enfermedades cardiovasculares.

Asimismo, existe la posibilidad de desarrollar síndrome metabólico o de que el aparato locomotor se resienta al estar más pesado o atrofiado por la falta de actividad, provocando problemas de rodilla o de espalda. Por lo que es imprescindible "descansar bien, mantener la rutina de nuestro día a día y hacer ejercicio", aconseja.

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