La esclerosis múltiple, una enfermedad con cara de mujer joven
Unas 55.000 personas tienen en España esta dolencia, la segunda causa de discapacidad
El desarrollo de esclerosis múltiple se relaciona con la falta de sueño durante la adolescencia
Madrid/Agotamiento, visión borrosa, falta de equilibrio y torpeza a la hora de usar las extremidades son algunos síntomas comunes de la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune que afecta mucho más a las mujeres -2,5 mujeres por cada varón- y que es la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes, por detrás de los accidentes de tráfico.
En España 55.000 personas tienen esta enfermedad neurológica que se diagnostica principalmente en mujeres jóvenes, de entre los 20 y los 40 años, sin que se sepa exactamente por qué es más prevalente en ellas que en ellos, aunque se cree que hay factores hormonales como sucede con otras enfermedades autoinmunes.
Para concienciar a la sociedad sobre el impacto de esta enfermedad se ha puesto en marcha la campaña Un ritmo imparable frente a la esclerosis múltiple, con la que se busca que cualquier persona se pueda poner en la piel de quien sufre esta enfermedad.
Con la esclerosis múltiple, las defensas naturales del organismo dejan de trabajar con normalidad y dañan el sistema nervioso central, pero no se manifiesta de igual forma, por eso es en ocasiones difícil de detectar.
"La enfermedad de las mil caras", como se la conoce precisamente por esas diferencias en los síntomas, se asocia sobre todo con la fatiga y con la inflamación del nervio óptico, que causa problemas de visión borrosa. Otros posibles signos son la dificultad para mover las extremidades, los temblores, la pérdida de equilibrio y los mareos.
Es por eso que los pacientes necesitan rehabilitación, pero en el sistema público de salud raramente reciben toda la que precisarían.
Carmen Valls, presidenta de la Asociación Española de Esclerosis Múltiple, ha explicado que muchos de ellos encuentran en esa entidad el apoyo que necesitan para sobrellevar el día a día. Psicólogos, rehabilitadores, neurólogos y formadores trabajan con el objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes.
De hecho, se ha conseguido: en la última década ha disminuido bastante el número de pacientes que tiene que dejar de trabajar como consecuencia de la enfermedad, aunque aún hay un 33% de personas que deja su empleo, frente al 64% que lo hacía en 2007.
La mayoría de las personas diagnosticadas con esclerosis múltiple son mujeres con entre 20 y 40 años, es decir, en edad fértil. Una de cada tres afirma que la enfermedad influye bastante a la hora de tener o no hijos.
Según ha explicado la neuróloga Ana Belén Caminero, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), a la hora de poner un tratamiento se tiene en cuenta si las mujeres desean ser madres, porque el embarazo se puede planificar.
Y ahora mismo vivir con esclerosis múltiple es mucho más fácil que hace unos años. De hecho, la campaña de Merck, según ha explicado Marisa García-Vaquero, busca promover una mejor integración de las personas que sufren esta enfermedad, para evitar el aislamiento social que en ocasiones sufren estos enfermos.
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