Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
Educación
Madrid/El 90% los centros educativos concertados de mayor tamaño cobran una cuota a las familias, mientras que en los centros medianos y pequeños la proporción baja a entre un 60% y un 70% de los colegios.
Así lo refleja el informe El coste de acceso a la escuela concertada en España: las cuotas que pagan las familias y sus causas, elaborado por Esade, que destaca que el cobro de cuotas en los centros concertados "son ilegales en teoría pero habituales en la práctica".
La investigación recoge dos bases de datos elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE): la primera mira al fenómeno desde el lado del pago de cuotas (familias) y la segunda desde el lado del cobro (centros educativos).
Mientras que un 67% del alumnado acude a centros de titularidad pública, cerca de un 30% lo hace en centros financiados con fondos públicos pero de titularidad privada, llamados centros concertados (y solo un 4% acude a centros privados auto-financiados).
El estudio pone de manifiesto que, a día de hoy, "no hay gratuidad universal para acceder a la escuela concertada" en España. Además, la concertada, en comparación con la pública, escolariza en una proporción mucho menor al alumnado de renta baja y origen migrante, lo cual "daña significativamente la igualdad de oportunidades y la equidad, uno de sus objetivos fundamentales".
La razón principal que explica la no gratuidad es el sistema de financiación establecido para la escuela concertada y una regulación más laxa de sus servicios. "Ambos incentivan el cobro de cuotas, que son ilegales en teoría pero habituales en la práctica", señala el documento de Esade.
Dependiendo de la etapa educativa, entre un 81% y un 95% del alumnado paga cuotas, según datos de la Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación (EGHE), realizada por última vez en 2019/2020.
La cuota media se encuentra entre los 680 y los 860 euros al año por alumno (incluyendo a las familias que no pagan como equivalentes a una cuota de 0 euros), lo que supone una cantidad total entre los 947 y los 1.186 millones de euros para las tres etapas (Infantil, Primaria y ESO), dependiendo de la definición de cuotas que se use.
Hay un 13% del alumnado que no paga cuota en estas etapas, mientras que un 18% pagan una cuota muy baja (de menos de 20 euros al mes por alumno). En el lado opuesto, el 10% de alumnado que más cuotas paga asume el 45% del gasto total.
En este sentido, el estudio advierte de que existen importantes diferencias de pago de cuota por renta de las familias: el 20% de renta más baja paga una media de 310 euros anuales de cuota, mientras que el 20% de renta más alta paga cuotas ligeramente superiores a los 1.000 euros.
En cuanto a las comunidades autónomas, el grueso de las cuotas (70% del total) se concentra en Cataluña, Madrid y País Vasco, donde más del 90% de las familias que acceden a centros concertados pagan cuotas. El porcentaje es algo menor en el caso de la Comunidad Valenciana (82% de las familias) y se reduce significativamente para Andalucía (60%).
La cuota media por alumno al año (solo de las familias que pagan) es de 1.696 euros en Cataluña, 1.156 euros en la Comunidad de Madrid, 959 euros en el País Vasco, 597 euros en la Comunidad Valenciana y 453 euros en Andalucía. Cataluña, seguida del País Vasco y Madrid, son las comunidades autónomas con mayor homogeneidad en el pago de cuotas entre familias, mientras que Andalucía muestra el reparto más desigual.
A partir de la Encuesta de Financiación y Gasto de la Educación Privada (Efgep), el estudio analiza el cobro de cuotas por parte de los centros educativos concertados y las razones por las que lo hacen.
Así, revela que la financiación es "extremadamente desigual", con un 20% de centros con resultado económico negativo o esencialmente cero, otro 50% con un resultado económico positivo e inferior a los 300 euros por alumno al año y un 30% que tienen una clara situación de sobre-financiación.
El porcentaje de centros que cobra cuota oscila entre un 66% y un 75%, dependiendo de la etapa educativa, según apunta el informe, que señala que la probabilidad de cobro de cuotas y la magnitud de la cuota pagada "es mayor en los centros con peor y mejor financiación, y más bajo en la zona intermedia de la financiación".
Entre las razones por las cuales los centros educativos cobran cuotas, el estudio identifica tres situaciones posibles: centros infrafinanciados que cobran cuota para sobrevivir; centros adecuadamente financiados que cobran cuotas para hacer frente a gastos no concertados (esto es, partidas de gasto no contempladas por las administraciones educativas y que permiten ampliar los servicios ofertados); y centros bien financiados que cobran cuota por diferenciación o beneficio económico.
En concreto, precisa que, para cada etapa educativa (Infantil, Primaria y ESO), un 17%, 20% y 19% respectivamente no cobran cuotas y están adecuadamente financiados; un 14,5%, 12% y 14,5% respectivamente no cobran cuotas y están infra-financiados; un 23% en todas las etapas educativas sí cobran cuotas para cubrir el hecho de que están infra-financiados; un 28%, 29% y 28% respectivamente sí cobran cuotas para cubrir gastos no concertados; y un 17,5%, 15% y 15% respectivamente cobra cuotas por diferenciación o beneficio económico.
Al realizar un análisis específico para las cinco comunidades autónomas con mayor presencia del sector concertado, el estudio señala que Andalucía se caracteriza por una financiación baja respecto a la media nacional, unos gastos no concertados razonablemente contenidos en la mayor parte de la distribución de financiación y, sobre todo, el nivel más bajo de cuotas de entre todas las comunidades autónomas consideradas.
Cataluña muestra una financiación de la red concertada muy polarizada (centros muy bien financiados o muy mal financiados) y un cobro de cuotas casi universal que responde con la misma herramienta a realidades económicas opuestas, ya sean las de infra-financiación (entre un 46% y un 53% de centros dependiendo de la etapa educativa) o las de diferenciación de la oferta o beneficio económico (entre un 25% y un 33% de los centros dependiendo de la etapa educativa).
En la Comunidad de Madrid, hay una relación muy fuerte entre el cobro de cuotas y el resultado económico (los centros mejor financiados tienen una mayor probabilidad de cobrar y cobrar cantidades altas) y una enorme importancia del tamaño de centro para entender las dinámicas de cobro de cuotas.
En esta comunidad se identifica una proporción baja de centros infrafinanciados y una proporción ligeramente superior respecto a la media nacional de centros que cobran por razones de diferenciación respecto a otros centros o beneficio económico.
Por su parte, la Comunidad Valenciana presenta una relación positiva entre el cobro de cuotas y el resultado económico (especialmente en la ESO), una enorme importancia del tamaño de centro para entender las dinámicas de cobro de cuotas y una proporción elevada de centros con infrafinanciados (casi un 40%) con cuotas bajas que viven una situación precaria a nivel financiero.
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