¿Quién es Juana Canal, la mujer desaparecida hace casi dos décadas?
Crímenes sin resolver
En 2019 se encontraron restos de la mujer y hace unos días otros; ahora se ha procedido a la detención de su ex pareja como sospechoso del crimen
La pareja de Juana Canal confiesa que la mató
Las claves de la resolución del caso
Juana Canal, una mujer de 38 años, dos hijos, divorciada, y con una nueva pareja, desapareció en 2003 en el distrito de Ciudad Lineal de Madrid. Se esfumó de la faz de la tierra hasta que en 2019, 16 años después, se encontraron unos restos óseos en un paraje de Ávila. Los restos eran un fémur y un cráneo. En octubre de 2022 se han encontrado otro fémur y otro hueso de cadera por el mismo lugar. Los restos son de Canal, y 19 años después el caso parece estar más cerca de resolverse después de que la Policía Nacional haya detenido ahora en las cercanías de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz a la pareja de Juana Canal. Fuentes policiales han informado de la detención del hombre, J.P.R, tras un operativo conjunto de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Los últimos restos, que se analizan en los laboratorios de Criminalística, fueron encontrados el día 17 de este mes en la zona de Navalacruz, en Ávila, donde se llevaron a cabo varias batidas del operativo conjunto de la Guardia Civil y de la Policía Nacional para intentar hallar más restos y determinar si, como los hallados en 2019, correspondían a la mujer desaparecida.
En el despliegue policial participaron más de 60 agentes de la Policía y del instituto armado, además de perros expertos en la búsqueda de restos biológicos, así como un georradar y drones que detectan cambios en el subsuelo.
Una carta en el piso familiar como pista
El cerco que se marcó se situó en una zona rural situada a cinco kilómetros del pequeño municipio abulense de Navalacruz, concretamente en el paraje donde hace tres años un senderista encontró un fémur y un cráneo que resultaron corresponder, tras los resultados de las pruebas de ADN, a Juana Canal.
En febrero de 2003 uno de los hijos de Juana encontró en el piso familiar una carta en la que la pareja de su madre, el ahora detenido, le decía que ella se había marchado después de una "discusión" y de haber ingerido muchas "pastillas".
La familia no volvió a saber nada de ella hasta finales del pasado mes de junio, cuando a través de la asociación SOS Desaparecidos la Policía Nacional le comunicó que unos restos óseos hallados por un senderista en Ávila en 2019 pertenecían a la desaparecida.
La coincidencia entre los restos encontrados y el ADN de Juana se conoció policialmente a los pocos meses, pero nadie dio traslado de ese resultado a sus familiares hasta más de dos años después, según explicóel entorno de la mujer.
Actualmente, el juzgado de Ávila encargado del caso, el de Instrucción número 3, está impulsando diligencias, como fueron los nuevos rastreos o la inspección de la Policía Científica y Judicial realizada a finales de septiembre en la casa donde vivía Juana, en la calle Boldano del barrio madrileño de Pueblo Nuevo, donde se recabaron numerosos vestigios.
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