Los vecinos de Santa Cruz, indignados con la 'botellona' que destroza el barrio, exigen una solución
Exigen más vigilancia y que se adelante el cierre de los Jardines de Murillo para evitar la concentración de jóvenes
El vandalismo: Una lacra para los parques y jardines de Sevilla
Indignación e impotencia. Los vecinos del barrio de Santa Cruz están hastiados con la botellona. Los jóvenes, muchos de ellos menores de edad, se reúnen casi a diario para beber en lugares tan singulares como la plaza de Santa Cruz o los Jardines de Murillo. Las consecuencias son los actos vandálicos que han acabado con las cuatro fuentes del jardines o la suciedad que se encuentran cada mañana.
"Estoy cansada de hablar con el Ayuntamiento. Todos los días nos enfrentamos a lo mismo. Ahora con las vacaciones va a ser todavía peor. Estoy indignada y me siento impotente", señala María José del Rey, presidenta de la asociación de vecinos.
Desde la asociación de vecinos llevan tiempo reclamando al Ayuntamiento que incremente la vigilancia, sobre todo en los Jardines de Murillo, donde se ha invertido mucho dinero en su mejora. "No podemos seguir así por desidia. No se arregla nada. Esto se ha convertido ya en un mal general. La única solución que vemos es poner vigilancia o bien que se cierre más temprano. No es algo que nos guste, pero no vemos otra salida, al menos hasta que se busque algo definitivo", explica del Rey.
La concentración de jóvenes para beber es algo que se viene produciendo en el barrio de Santa Cruz desde hace meses. Así ha sido cuando ha habido restricciones y ahora se ha incrementado. Los lugares elegidos son las glorietas de los Jardines de Murillo, o incluso las plazas interiores, toda ellas de un gran valor patrimonial, como la de Santa Cruz o la de los Refinadores. "En las glorietas no queda ninguna de las cuatro fuentes. Las destrozaron y Parques y Jardines nos dijo que no había dinero para reponerlas. Hace unas semanas tuvieron que arreglar otra vez la Cruz de la Cerrajería porque se suben encima", lamenta la representante vecinal.
Algunos vecinos se han puesto en contacto con este periódico para denunciar la falta de respuesta cuando se llama a la Policía, un extremo que del Rey corrobora: "La Policía viene a veces, pero en la mayoría de las ocasiones no acude porque está saturada".
Desde la asociación de vecinos lamentan profundamente que todos los esfuerzos que se han realizado en los últimos meses para mejorar la jardinería o reparar la cerámica vayan a ser en balde. "Es una pena. Hace cinco años destrozaron el parque infantil. Se arregló y la Policía estuvo viniendo todos los días para cerrar antes y evitar problemas. Yo veo que ahora mismo es la única solución, pero no podemos seguir con esta desidia", concluye María José del Rey.
Los Jardines de Murillo, que son recorridos a diario por miles de sevillanos y turistas, son uno de los blancos preferidos de los vándalos, según se recoge en un libro que recopilas los destrozos cometidos en los principales parques y jardines de Sevilla.
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