La restauración de la Giralda continuará en el interior, el cuerpo renacentista y el delicado Giraldillo

El cabildo cambiará las rejas, las protecciones e instalará bancos de descanso

Técnicas empleadas en la tumba de Tutankamón revelan los secretos de la Giralda

La restauración de la Giralda continuará en el interior, el cuerpo renacentista y el delicado Giraldillo. / Juan Carlos Vázquez

Los trabajos de restauración de la Giralda continuarán en su interior, el cuerpo renacentista y el delicado Giraldillo. La veleta, restaurada en 2005, no goza precisamente de una salud de hierro. Su estado sigue siendo comprometido, de hecho el Cabildo era entonces partidario de que fuera la réplica la que coronara permanentemente la Giralda. “Necesita una intervención. Entendemos que no será como la de 2005, pero necesita ayuda”, explica el arquitecto Eduardo Martínez. En cualquier caso, hasta que se hagan los estudios correspondientes no se sabrá el alcance de la misma.

En los próximos meses se elaborarán los proyectos correspondientes de las siguientes fases. Ya se ha pedido licencia para actuar en los huecos y balcones de la cara norte. Se va a mejorar la habitabilidad incorporando algunos bancos para el descanso y se cambiarán las rejas por unas más adecuadas. Estas tareas se extenderán al resto de fachadas.

Los trabajos en el interior afectarán a todas las rampas. Se tratará el pavimento, las bóvedas o las cámaras del interior de la caña central almohade, que también se conserva en el cuerpo de campanas. Los soportes de las campanas se cambiarán.

El Cabildo no descarta que en el futuro, cuando toda la torre esté restaurada, se pueda proyectar sobre la fachada algún videomapping en el que se reproduzca toda la información recabada en los distintos estudios.

La última tarea pendiente será la renovación de la antigua y poco eficiente iluminación exterior, cuyo tono distorsiona la visión del monumento. Para ello será necesario llegar a algún acuerdo con el Ayuntamiento, de quien depende esta instalación.

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