La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Dos herramientas que serán muy útiles para los investigadores. El Cabildo de la Catedral de Sevilla ha presentado este miércoles dos importantes proyectos para dar a conocer sus valiosísimos fondos documentales y bibliográficos. El primero de ellos es el Catálogo de los documentos de 1086 a 1312 de los Archivos de la Catedral y del Arzobispado de Sevilla, ambos gestionados por la Institución Colombina. Contiene un total de 487 documentos, en su mayoría del archivo catedralicio, fechados entre 1086 hasta 1312. Ha sido elaborado por Isabel González Ferrín, jefa de la sección de Archivos.
La mayoría de los documentos que se recogen provienen del archivo capitular, aunque también los hay del archivo de la Capilla Real o del Archivo General del Arzobispado. El original más antiguo conservado, según ha explicado González Ferrín, es un documento pontificio de Gregorio IX fechado en 1227 de protección para la Orden de Predicadores. Se da la circunstancia de que su fecha antecede en más de 20 años a la Reconquista de Sevilla por Fernando III.
De todos los documentos recogido en este catálogo, que como curiosidad no lleva índice sino un código Qr para su consulta, 353 son originales. Por procedencia, 136 son documentos reales.
También se ha presentado en este acto presidido por José Luis García de la Mata, canónigo archivero y bibliotecario, el Catálogo Concordado de la biblioteca de Hernando Colón, en formato digital. En él que se reconstruye parte de la biblioteca que reunió este humanista a partir de las noticias que consignó en diversos repertorios, tomando como guía los 4.231 libros recogidos en uno de ellos, el Registrum B (índice topográfico con la descripción de los primeros 4.231 libros). Es fruto del trabajo realizado por los técnicos bibliotecarios de la Institución Colombina.
Este proyecto es un hito en el estudio de la biblioteca de Hernando Colón, ya que aporta una valiosísima información sobre las obras que llegó a poseer. Pero su relevancia no radica sólo en los límites de la propia biblioteca, sino que se extiende a un más profundo conocimiento del mundo del libro en Europa en los inicios de la Edad Moderna.
Los archivos, tanto de la Catedral como del Arzobispado, se conservan en el Palacio Arzobispal. La extensión de los mismos sería de cinco kilómetros si se alinearan las estanterías. Fueron trasladados allí tras la gran reforma acometida entre 2022 y 2006. La reapertura tuvo lugar en el año 2007. El documento más antiguo que se conserva es una carta del año 1251 que el rey Fernando III envía al arzobispo don Remondo concediéndole unas casas que tenía en propiedad y que suponen el germen del actual edificio.
El archivo del Arzobispado, por su parte, comienza a conformarse en el siglo XVI. El motivo es que en los siglos medievales los arzobispos no tenían la obligación de residir en sus diócesis. Cada archivo, además, está integrado por otros fondos, como el de la Capilla Real, cuyo singular armario clasificador del siglo XVIII se puede ver en las instalaciones.
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