La 'luz restaurada' del Ayuntamiento de Sevilla

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Obras en la fachada del Ayuntamiento de Sevilla / José Ángel García

Devolverle la luz original y reparar las fábricas de piedra. Con esos dos objetivos principales avanza de manera decisiva la restauración de las fachadas neorrenacentistas y neoclásicas de la Casa Consistorial de Sevilla. Se trata de una intervención que comenzó en febrero y que se centra en los tramos realizados en el siglo XIX. La actuación también se extiende a una de las azoteas del edificio, donde se encuentran los frontones exteriores de la cubierta de la Sala Capitular Alta, del siglo XVI. Esta fase incluye un trabajo de cantería debido al deterioro que sufren numerosos sillares, especialmente los de los zócalos, que son los elementos que se encuentran en peor estado de conservación.

“En esta intervención se está restaurando la pureza renacentista de los frontones de la cubierta de la Sala Capitular Alta, la dignidad del lenguaje neoclásico de las fachadas hacia Plaza Nueva y la calle Granada y el decoro de las fachadas neorrenacentistas del retranqueo del extremo norte del edificio”, explica la arquitecto Lola Robador, redactora del proyecto y directora de la obra.

Fases de la restauración del Ayuntamiento de Sevilla. / Dpto. Infografía

Esta fase de la restauración que ahora se afronta es la que más superficie abarca. Aunque las más lucidas, las correspondientes a la construcción renacentista del siglo XVI, primorosamente talladas, se restauraron hace unos años, es ahora cuando se va a recuperar completamente toda la luminosidad de la construcción. La intervención, que busca la protección física del edificio, es totalmente respetuosa con el mismo. Los materiales empleados en la restauración son piedra, morteros de cal y micromorteros de cal de protección,los mimos con los que fue construido. Así se garantiza un resultado duradero y sostenible.

Los trabajos en los grandes frontones de la Sala Capitular Alta. / José Ángel García

“Estamos restaurando la luz. Recuperando la luminosidad de la piedra, al emplear los sistemas de protección actualizados que tuvo originariamente el edificio: micromorteros de cal. Restaurar la luz es el prodigio que la naturaleza nos regala cuando se recuperan los revestimientos de cal, nobles materiales naturales con gran poder de reflexión debido a los pigmentos minerales y la birrefracción de la calcita. Así se organiza una danza de colores rítmica y cambiante que varía con las horas del día y con las épocas del año”, destaca la arquitecto.

En la imagen de la arriba, datada 1862, se puede observar el edificio antes de la reforma del XIX. Se percibe perfectamente la Sala Capitlar Alta y la galería renacentista de Hernán Ruiz. A la derecha, se puede ver el resultado de las transformaciones de Demetrio de los Ríos que le dan la imagen actual al edificio. / M. G.

El edificio de la Casa Consistorial de Sevilla está vivo. Es como un libro de historia que presenta sus diferentes fases de construcción: renacimiento, neoplateresco, neoclásico. Las fachadas neoclásicas son armónicas, sobrias, elegantes y proporcionadas. Las fachadas neoplaterescas hacia la calle Granada presentan los sólidos capaces para la talla, abstracción de los volúmenes escultóricos. El estado inicial y previo a la terminación de la decoración en el que estuvo cualquier edificio, anterior a la talla escultórica. Los frontones de la Sala Capitular alta son los de mayor dimensión y monumentales del siglo XVI en Sevilla. Bello coronamiento del edificio que se percibía desde la Plaza de San Francisco y desde la calle Génova, actual Avenida de la Constitución, antes de la ampliación de Demetrio de los Ríos. Todo ello va a recuperar su antiguo esplendor.

La arquitecto Lola Robador muestra en los andamios instalados los resultados de la intervención / José Ángel García

“En todo el proceso se mantiene el primordial criterio de fidelidad al origen, siendo importante el respeto del tiempo, la valoración de los aportes, la anulación de las disonancias y la aportación constructiva coherente, armoniosa en nuestro tiempo, con racionalidad, que conserva y realza nuestro patrimonio”, abunda Robador. Con esta filosofía en los elementos de piedra de las fachadas se están eliminando los materiales extraños y nocivos, como por ejemplo los yesos, los morteros de cementos y los materiales acrílicos de anteriores actuaciones, que dañan a la piedra y provocan la pérdida de autenticidad”.

Se ha compensado y remediado la degradación paulatina y lenta de la piedra, que imperceptible se va desmoronando, va desapareciendo. “Esta restauración tiene en cuenta esta circunstancia de la piedra que se va borrando y que tenemos la obligación de conservar para generaciones futuras. Para ello se emplean técnicas verdaderamente eficientes y realmente comprobadas para la conservación de la misma”.

A la izquierda se ve un tramo de fachada en la Plaza Nueva todavía sin intervenir, mientras que a la derecha se ve ya restaurada (salvo el zócalo). / José Ángel García

Se ha compensado y remediado la degradación paulatina y lenta de la piedra, que imperceptible se va desmoronando, va desapareciendo. "Esta restauración tiene en cuenta esta circunstancia de la piedra que se va borrando y que tenemos la obligación de conservar para generaciones futuras. Para ello se emplean técnicas verdaderamente eficientes y realmente comprobadas para la conservación de la misma".

Fruto de la una intensa investigación arquitectónica, histórica, estructural, petrográfica, y de revestimientos, se redactó el proyecto de restauración con las siguientes etapas de intervención: Trabajos previos. Limpieza de la piedra, de sales, costras y materiales extraños nocivos. Reparación estructural de las fábricas de piedra. Resolución de estanqueidad. Impermeabilización de cornisas. Llagueado de las juntas de unión de la sillería.Sustitución de balaustres de hormigón por balaustres de piedra. Cantería. Finalmente, consolidación y protección de la piedra de las fábricas de piedra. Restauración de la luz.

Detalle del mal estado de los zócalos de piedra. / José Ángel García

Los zócalos, que es la zona que se encuentra más afectada, es donde se realizarán las labores de cantería propiamente dicha. Estos trabajos se ejecutarán finalizada la fase de andamios. Por lo que ahora existe aún esa diferenciación entre las fachadas restauradas, como la esquina suroeste de la Plaza Nueva, y el zócalo todavía pendiente de acometerse.

Con esta intervención se lograrán resolver los problemas de impermeabilidad existentes en las cornisas y gárgolas, continuando los criterios establecidos en los anteriores tramos, principalmente con la colocación de una pieza de remate de piedra en las cornisas, con goterón, para que el agua no discurra por escorrentía hacia la parte inferior a la misma. Se resolverán las lesiones ocasionadas por la acción del agua y se recompondrán los elementos arquitectónicos que lo precisan.

Los andamios en la sala capitular alta. / José Ángel García

La Sala Capitular Alta

En cuanto a los muros exteriores de la Sala Capitular Alta, se han identificado numerosos picados, elementos de metal, y reposiciones con mortero de cemento y hormigón. Se ha perdido la mayoría del llagueado, lo que provoca descohesión entre los sillares. Las aristas aparecen fisuradas e incluso fracturadas. Hay ennegrecimiento generalizado, biopátina, líquenes y pérdida de material, sobre todo en las cornisas. En el exterior de las fábricas renacentistas de este espacio se han descubierto restos históricos de color: rojos, sienas y amarillos de óxido de hierro. Son pinturas de cal con árido de marmolina. “Estamos complementando los estudios científicos de la piedra y estas las policromías”, sostiene Robador. Los dos óculos existentes serán tratados convenientemente.

La Casa Consistorial de Sevilla es el edificio que otorga luminosidad al espacio urbano del corazón de Sevilla, a la Plaza Nueva, a la avenida de la Constitución y a la plaza de San Francisco, “La más principal que hay en la cibdad”, como la definía en el siglo XVI Luis de Peraza en la historiografía sevillana. “La piedra calcarenita con su protección histórica de micromortero dorado de cal colorea la atmósfera de estos espacios públicos irradiando gran luminosidad. Las soberbias esculturas y la arquitectura de la Casa Consistorial inundan de luz el espacio urbano. La luz del sol llega a las plazas de modo directo e incrementada por la luz coloreada de la reflexión en la piedra”, subraya la arquitecto responsable de la intervención.

Descubiertos rojos y sienas en el muro renacentista de la Sala Capitular. / Lola Robador

Gracias a esta restauración en la epidermis, el Ayuntamiento recobrará la luz perdida y su correcta percepción en el entorno urbano, permitiendo admirar su grandeza y singular importancia. Con todo ello se terminará la restauración de las fábricas de piedra y quedaría pendiente para un futuro una intervención en la cerrajería, las vidrieras y la carpintería.

En el año 2026, este fastuoso edificio cumplirá cinco siglos. Es la mejor oportunidad para que los sevillanos disfruten de una de las grandes joyas de su arquitectura.

En restauración desde el año 2009

La intervención en las fachadas de la Casa Consistorial comenzó en el año 2009, aunque varios años antes, siendo José María Cabeza conservador del Real Alcázar, el equipo encabezado por Lola Robador ya restauró algunas de las estancias interiores más singulares e importantes, como la Sala Capitular o la escalera renacentista y sus bóvedas. Desde entonces todos los directores del Alcázar (Cabeza, Antonio Balón, Jacinto Pérez Elliot e Isabel Rodríguez) y el Patronato del Real Alcázar y la Casa Consistorial de Sevilla han apostado de manera firme por la restauración de una joya patrimonial y monumental como es el edificio del Ayuntamiento de Sevilla. La fase que se ejecuta ahora durará tres años y es la más costosa al centrarse en los elementos estructurales y la piedra: 863.859 euros.

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