El decálogo de Sevilla para la lucha contra el cambio climático
Fomentar el transporte público, limitar el uso del coche, el uso de energías limpias o aumentar las zonas verdes, son algunas de las medidas
Una cuestión de supervivencia. Sevilla es una de las ciudades más amenazadas por el cambio climático. Según un reciente estudio publicado en Nature Communications, la subida del nivel del mar vaticina que las inundaciones costeras como consecuencia del cambio climático amenazarán al triple de personas para 2050 de lo que se se había previsto anteriormente. Un riesgo que incluye un buen número de ciudades, entre ellas Sevilla, todas vulnerables al aumento del nivel del mar. Los terrenos en los que se asienta la capital de Andalucía eran en la Prehistoria zona de marisma, poniendo la subida de las aguas en jaque a toda la zona que rodea el río Guadalquivir.
A ello, hay que sumar que Sevilla supera el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre concentración de partículas PM2.5, que está fijado en 10 microgramos por metro cúbico, según se desprende de un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine. Ante este desalentador panorama, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un decálogo de medidas para que la ciudad pueda afrontar el futuro con garantías.
Más y mejor transporte público
La primera medida que se marca el gobierno municipal de Juan Espadas es fomentar las infraestructuras de transporte público y movilidad sostenible. Sevilla debe avanzar para lograr conseguir los objetivos de reducción de las emisiones de CO2 y NO2 a la atmósfera. El Ayuntamiento considera que es "imprescindible" un diseño global con una visión metropolitana que incorpore la ampliación del Metro, el Metrocentro, los carriles bici y el Cercanías. Según la VI Radiografía de los Hábitos de Movilidad de los españoles, realizada por el Foro de Movilidad promovido por la empresa de renting Alphabet, el 65% de los sevillanos sigue utilizando el coche para sus desplazamientos habituales frente a un 51% que sí usa el autobús y un 19% que se mueve en Metro.
El objetivo marcado es la construcción de la red completa de Metro, con la línea 3, que unirá Pino Montano con el hospital de Valme, la que tiene mayores usuarios potenciales al conectar los barrios más poblados. Tampoco hay que olvidar la línea 2, que tendría una especial incidencia en el transporte de personas al centro de la ciudad, una circunstancia que permitiría que muchos optaran por este modo de transporte en lugar del coche, ya sea público o privado.
El Consistorio continúa trabajando para que la ampliación del Metrocentro hasta la estación de Santa Justa sea una realidad durante el actual mandato. También será fundamental para el futuro que se conecte por tren Santa Justa con el aeropuerto de San Pablo, ya que es un déficit que se arrastra desde hace años. Mientras estas infraestructuras se convierten en realidad, se sigue invirtiendo en la ampliación de la red de carriles bici, tanto en la ciudad, como en su área metropolitana.
Más restricciones de tráfico
Todas estas mejoras en las infraestructuras para evolucionar hacia un modelo más eficiente y sostenible llevarán al Ayuntamiento a crear lo que han denominado Plan Sevilla Respira, con "áreas saludables y con acceso restringido a vehículos privados". El objetivo es empezar este próximo año en la zona de Triana comprendida entre Betis-Pagés del Corro-Altozano y la Plaza de Cuba. Una vez puesta en marcha esta la limitación del tráfico en este eje, se seguirá con el conjunto histórico.
Dos son las principales actuaciones proyectadas. La peatonalización el eje comprendido entre la Gavidia y la Plaza de la Encarnación se pondrá en marcha parcialmente en los próximos días con la reapertura de la calle Baños, que ha sido semipeatonalizada en el tramo comprendido entre San Vicente y la plaza de la Gavidia. La segunda gran actuación debe ser la que lleve a eliminar la mayor parte del tráfico del eje San Esteban-Águilas. El Ayuntamiento abrirá en los próximos meses el mismo proceso participativo que en Baños.
Combustibles limpios
En tercer lugar, la ciudad seguirá con el fomento de los combustibles alternativos no contaminantes. En la empresa municipal de autobuses, Tussam, por ejemplo, la flota que se mueve con gas natural supone ya el 53%, lo que equivale a 210 vehículos. El compromiso municipal, como ha revelado recientemente el delegado de Transición Ecológica, David Guevara, es lograr antes de 2023 que el 75% de los autobuses utilice gas natural. Este aumento permitirá ahorrar un 30% en combustible y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera en 291 toneladas.
Junto a la apuesta del uso del gas para los autobuses, el Ayuntamiento continúa con la renovación del parque móvil municipal. El Consistorio cuenta ya con más de 600 vehículos movidos por energías limpias, una cifra que supone el doble de lo que había en 2015. Lipasam, Tussam y Emasesa están destinando importantes recursos a renovar sus flotas contaminantes por unas eléctricas o híbridas. Igual sucede con los coches de los concejales, que han pasado recientemente a ser eléctricos.
Consumo municipal
El consumo energético municipal es otra de las principales fuentes de emisiones de la ciudad. El alumbrado público, las fuentes, los edificios municipales, las instalaciones deportivas, las empresas municipales… Todos ellos tienen ya por primera vez contratos de energía 100% renovable. Desde 2018, el nuevo contrato firmado con Nexus, a través de la Corporación de Empresas Municipales de Sevilla (Cems) –con una duración de cinco años y un presupuesto de 26,9 millones de euros– tiene como objetivo que todo el consumo energético de las empresas se realice a través de energías renovables. Por primera vez, las cuatro corporaciones municipales adquieren sólo energía 100% verde. Tussam cuenta, además, con una planta solar y Emasesa usa energía hidroeléctrica.
Por su parte, La Gerencia de Urbanismo aprobó por contrato que el suministro eléctrico para el alumbrado público, las fuentes ornamentales y los edificios municipales el requisito de que sólo se pudiera suministrar energía 100% verde y, por tanto, procedentes de fuentes renovables no fósiles. Con esa medida se prevé una reducción de las emisiones de CO2 de en torno a 20.000 toneladas al año.
Eficiencia energética
Por su parte, los edificios municipales y espacios públicos van afrontar un proceso de mejora y de eficiencia energética a través de la innovación y de nuevos proyectos. El Ayuntamiento cuenta con cinco millones de euros para un programa de gestión telemática del consumo a través de fondos europeos y otros 23 millones de euros para rehabilitación energética de colegios, mercados, el CREA o las Naves de Renfe.
Medidas de Emasesa
Emasesa, la empresa municipal de aguas, tiene en marcha un plan de acción contra el cambio climático con hasta 50 medidas dirigidas a mejorar la gestión del agua ante la situación de emergencia. Se trata de buscar nuevas fuentes de agua, afrontar el reto de mejorar la calidad o reducir el consumo.
Otro concepto urbano
Nuevos diseños urbanos. El objetivo de la Gerencia de Urbanismo es ir acometiendo intervenciones sostenibles y que responden a un nuevo modelo urbano más verde, con más sombra y agua, drenaje sostenible e itinerarios peatonales. Se trata de repetir casos como los de la Avenida del Greco. Las siguientes actuaciones serán en la Cruz Roja o Thomas Alva Edison. El drenaje sostenible se está implantando ya en otras intervenciones, como la desarrollada en la Avenida de Séneca.
Una isla 100% renovable
El Ayuntamiento trabaja para impulsar proyectos singulares en Sevilla como e-city en Cartuja con Endesa y la Junta de Andalucía que pretende hacer del parque tecnológico Cartuja un espacio de consumo de energía 100% renovable, sostenible y que apueste por la movilidad eléctrica con una reducción sustancial de las emisiones. El estudio presentado por Endesa el pasado verano adelanta en 25 años los retos que deben afrontar las ciudades del futuro.
Aumentar el número de árboles
La reciente aprobación del plan director del arbolado es otro de los hitos que debe marcar el futuro de la ciudad. Este documento realiza un diagnóstico de la situación y marca los retos para afrontar la situación de emergencia climática. Concretamente, se pretende alcanzar un nivel de masa arbórea en la ciudad del 25%. Otro de los objetivos es alcanzar las 300 especies distintas en la ciudad, de forma que en cada distrito haya 80 tipos diferentes de arbolado viario y 110 en las zonas verdes. El plan director detalla que existen 253 especies en total en la ciudad y con un bajo índice de sensibilidad contra el cambio climático.
Fomentar el reciclaje
Finalmente, el Ayuntamiento trabaja en alcanzar una cuota del 50% en la recogida selectiva de residuos. En los últimos años ha aumentado hasta el 18% . Se ha puesto en marcha un sistema para permitir la recogida de biorresiduos, se están ampliando los puntos limpios, hay una red de 14 ecopuntos por la ciudad, se han incrementado los servicios de recogida selectiva y se han multiplicado las campañas y acciones de concienciación y sensibilización.
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