“La cripta arqueológica del Alcázar se va a abrir ya para exponer sus importantes fondos históricos”
Andrés Luque Teruel | Alcaide del Real Alcázar de Sevilla
Los nuevos responsables del monumento seguirán trabajando en la recuperación de las casas del Patio de Banderas que guardan el primer recinto del siglo XI, pero sin imponerse plazos
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Andrés Luque Teruel es una de las voces más respetadas del mundo de arte en Sevilla. Catedrático de la Universidad de Sevilla, de la que es además director de relaciones institucionales, es de desde hace unos meses alcaide del Real Alcázar, principal monumento civil de la ciudad que, además, se ha convertido en el más visitado. Con este nombramiento entra de lleno en la gestión y conservación de un conjunto de palacios que son Patrimonio Mundial. Tras la reforma de los estatutos, el alcaide ha dejado de ser una figura simbólica e institucional y ha asumido funciones ejecutivas y de alta dirección por lo que pondrá toda su sapiencia y conocimiento al servicio del conjunto palaciego. Atiende a Diario de Sevilla en esta primera entrevista en la que desgrana cuáles serán las claves de los próximos años en el mismo despacho que ocupó, entre otros Romero Murube. Insiste en la apuesta por la recuperación de los restos del primer recinto del siglo XI, aunque asevera que su puesta en uso deber ser conjunta para su correcta interpretación y no desgajada, por lo que no se impone plazos. Adelanta la apertura de nuevos espacios, como la inminente de la cripta arqueológica bajo el palacio del rey Pedro I, y reconoce que hay muchos visitantes y actos culturales, aunque no cree que se haya llegado a un punto de saturación.
–¿Cuál es el presente del Alcázar y hacia dónde se encaminará en los próximos años?
–El Alcázar es un palacio en uso, un conjunto de palacios, el más antiguo de Europa que sigue cumpliendo su función original. Probablemente, también del mundo. Es cierto que los hay más antiguos pero no están en uso. Esto implica una serie de necesidades, como es lógico, porque hablamos de una antigüedad mínima de mil años y necesita de una atención preventiva y conservativa importante y acorde a la normativa establecida. En ese sentido, hablamos de un edificio histórico-artístico, un bien cultural excepcional que tenemos que cuidar. También es un edificio en uso para la ciudad de Sevilla. El Alcázar es la casa del Rey pero también de todos los sevillanos y como tal pensamos que debe estar abierta a los sevillanos. No sólo con la visita turística sino también con una serie de actividades de tipo cultural al servicio de Sevilla.
–El crecimiento del Alcázar pasa por seguir mirando al Patio de Banderas. ¿Se seguirán adquiriendo el resto de casas que esconden los restos del primer recinto?
–En determinados sectores sociales se ha sido siempre muy consciente de lo que escondían esas casas. Sí es cierto que ahora han empezado a liberarse y el Alcázar está pudiendo acceder a ellas. Esto supone que podemos estudiar y recuperar espacios importantes del recinto fundacional del Alcázar que son del siglo XI y sabemos que conectaban directamente con el salón del trono del rey Alfonso XI, cuyo primer nivel constructivo, es decir, hasta la altura de las cornisas, es también del siglo XI. Por lo tanto, sería el salón del trono del primitivo Alcázar taifa de Sevilla. Se va a continuar con lo que estaba proyectado y se va a trabajar en su recuperación. Indudablemente no podemos poner plazos porque estamos hablando de obras milenarias y habrá que estudiarlo muy bien, elaborar los proyectos oportunos. Seguiremos avanzando en ello pero sin poner plazos de antemano.
–¿Cuándo se abrirán las casas 7-8?
–Las casas están ya restauradas en su primera fase estructural y de acondicionamiento. Están en muy buen estado de conservación. Sólo falta la fase final de adecuación a esa posible visita o usos que se le puedan dar. Esas casas tienen dos partes. Una que es de finales del XIX y principios del XX que nos va a permitir hacer unas nuevas taquillas, tener unos espacios previos con dos grandes patios que van a dar muchísimos servicios y una nueva conexión con el circuito. Por otra parte, en esas casas está integrada también una crujía del primitivo palacio taifa con muros originales, una bífora impresionante, todo del siglo XI, con pinturas medievales posiblemente del siglo XIV y lógicamente tienen que ponerse en relación con el resto de ese palacio que está en otras casas. Habrá que hacer una prevención de conjunto de cara al futuro y no desgajarla en la actualidad para un uso que después no sería lógico. Esperamos poder incorporar ese recinto fundacional, con partes importantes islámicas del siglo XI sin adulteraciones, pero ningún experto o conservador puede prever plazos sin que se hagan los estudios oportunos que se requiere: tanto estructurales, como de lecturas paramentales, catas arqueológicas, de consolidación… Sólo a partir de la absoluta seguridad en la conservación del conjunto se podrá prever una puesta en uso. Pero no me cabe la menor duda de que en el futuro, esperemos que próximo, Sevilla contará con un nuevo palacio en el Alcázar.
–¿Cuándo se abrirá la cripta arqueológica en los sótanos del palacio de Pedro I?
–Es algo que se empezó con el anterior alcaide. Estaba en estudio, ignoro el motivo por el que se quedaría parado. Se va abrir ya con los importantes fondos históricos propios del Alcázarso que van desde obras romanas, puesto que bajo el Alcázar hay niveles romanos y aquí han aparecido fragmentos de mosaicos, material cerámico, fragmentos de esculturas… a la época islámica, imagínese lo que tenemos desde el siglo XI; piezas mudéjares… todo eso conforma una colección muy importante de la que se hará una selección y en la que los fondos se irán renovando. Yo creo que va a quedar una cripta muy bonita. Tiene que tener un programa adecuado para la colección que hay. Es un proyecto que está en marcha ya, insisto, y lo podremos disfrutar lo antes posible.
–¿Habrá algún tipo de limitación para acceder?
–En el momento que concretemos el proyecto museológico podremos hacer una previsión de usos del espacio, es decir, qué recorrido le podemos dar, si hay que determinar una entrada y una salida, y no como ahora que hay distintos accesos… claro, ahora se visita un espacio vacío al que bajan algunos visitantes y los que lo hacen miran un poco y se van. No es lo mismo que haya una colección que centre el interés.
–¿Y qué pasa con la cripta del Patio de Banderas?
–Ahí se hizo una excavación histórica, que es la de Bendala Galán. Las últimas las ha dirigido Miguel Ángel Tabales y han aportado mucha más información. Existe un edificio romano importante de uso portuario. No es un edificio artístico en el que haya que buscar grandes mármoles, pero es un edificio muy interesante desde el punto de vista espacial, que tiene una historia material muy interesante y que documenta muchos siglos de la historia de Sevilla y de su puerto. Era parte de un foro portuario que se extendía hasta San Telmo. Esa cripta es sumamente interesante. Pero claro, no podemos hablar de cripta propiamente dicha porque lo que se puede ver es una pequeña parte. Nos enseña el pórtico de ese edificio. El resto quedó enterrado de nuevo. No hay una cripta arqueológica para enseñar al público. Hay una pequeña cripta visitable pero no para abrirla al público. La pregunta es si se podrá abrir algún día la gran cripta. Porque interés tiene. Ahora mismo no lo puedo asegurar. Está en estudio y para nosotros tiene un interés importante, puesto que es una zona fundamental para conocer la historia de Sevilla desde el siglo IX antes de Cristo como está documentado. Pero como digo nosotros acabamos de llegar, estamos haciendo un plan director para marcar las actuaciones de los próximos años. Eso no se hace en 20 días. Estamos estudiándolo todo para que ese plan director lo podamos tener a principios de año y saber exactamente qué podemos acometer, que no podemos acometer y qué podemos estudiar para que se pueda hacer en los años siguientes. Aquí cualquier actuación debe tener unos estudios rigurosísimos por parte de especialistas previos a ninguna toma de decisión. El Alcázar va a estar trabajando constantemente en su patrimonio. Las primeras actuaciones que ya están en marcha son la restauración del Cenador de Carlos V, la sala de exposiciones del Apeadero alto y la sala de exposiciones de la cripta del palacio de Pedro I. Esas tres obras se van a licitar ya.
–Un proyecto que debe estar a punto de finalizar es el de los alfarjes del palacio mudéjar.
–Ese es un proyecto en el que no hemos trabajado nosotros. Sí, está muy avanzado. Va a estar listo ya mismo. Son proyectos gestionados por el anterior alcaide y la anterior directora. Pero insisto, aquí todo el que entre tiene que trabajar con informes científicos. Tiene que haber unos estudios y unas analíticas previas y después eso se tiene que aprobar. Cualquier obra tiene todas las garantías. Luego esa restauración de los artesonados venía avalada y progresa adecuadamente. Está en su última fase y muy pronto podremos ver los excelentes resultados.
–¿Está previsto hacer una rehabilitación del patio del yeso?
–Ahora mismo no está previsto. Sí puedo asegurar que como el patio del yeso es contiguo al salón del trono del rey Alfonso XI y sabemos que este es del siglo XI y forma parte del palacio fundacional, es un espacio que va a estar relacionado y que, por lo tanto, deberá tener una revisión cuando llegue el momento oportuno. Sucede que ahora mismo no es prioritario porque no sería adecuado entrar en la rehabilitación de un espacio que después tiene que ir en relación con otro que no todavía no se ha intervenido. Tiene que formar parte de un proyecto común aunque después cada estructura tenga sus necesidades y una intervención propia. Pero pensamos que se debe valorar de manera conjunta con todo ese recinto del siglo XI.
–¿En qué estado se encuentra la reforma de la Puerta del León que además permitiría el acceso a las murallas?
–No soy partidario de denominarla reforma. La Puerta del León es un bien protegido y va a seguir como hasta ahora. No es una reforma. El recinto amurallado del primer alcázar tiene un adarve y es transitable. Es algo que está en estudio y ya veremos si lo podemos abrir. En ningún caso implica reforma. Sería la limpieza y habilitación de un espacio ya existente.
–¿Hay una saturación de visitantes o todavía se pueden asumir más?
–Yo no creo que la haya. Que hay muchos, sí, indudablemente, pero saturación entiendo que sería cuando un número de entradas no controladas pueden perjudicar a un edificio. Eso no está sucediendo. Tenemos marcados recorrido para evitar que pueda suceder eso. Los guías tienen unas normas marcadas y saben lo que hacen. Son profesionales muy cualificados. Es verdad que el número de visitantes es alto pero es muy bueno para la ciudad. Lo que tenemos que hacer es adoptar las medidas necesarias para que no genere ningún inconveniente. Lo mismo digo con los actos. Hay muchos y los seguirá habiendo, indudablemente. El Alcázar va a estar abierto a Sevilla y a sus actividades culturales. En una ciudad que ha estado hasta hace poco tan falta de actividades culturales no vamos a cerrar la casa de los sevillanos. Tendremos un control exhaustivo para que no haya problemas.
–¿Hay margen para seguir creciendo?
–Sí. Si se pudiesen además abrir otros palacios y otros recintos creceríamos en extensión. Si se pudiese incorporar el adarve, como ya hemos comentado... hay recorrido y modos de distribuir a los visitantes. Sí debe saber el ciudadano que un edificio como se deteriora es cerrado y sin uso. Mientras esté en uso se está conservando.
–¿Qué va a pasar con el superávit que acumula el monumento?
–Todavía no podemos hablar de cuestiones económicas porque acabamos de aterrizar y estamos viendo presupuestos. Cuando tengamos una respuesta habrá transparencia total. Como no tenemos toda la información debemos ser precavidos.
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