Calle Asunción: la vida de Los Remedios y el pulmón comercial

Cómo hemos cambiado

Cómo hemos cambiado. Calle Asunción. / Juan Carlos Vázquez

UNA calle prácticamente de culto. Asunción es la arteria principal el populoso barrio de Los Remedios. Rebosa vida y es el pulmón comercial de toda la zona. Camino más directo hacia el real de la Feria, esta vía fue trazada en los años cuarenta del siglo XX durante la expansión de la ciudad hacia la margen derecha del Guadalquivir. Hasta Los Remedios se desplazaron en las décadas de los 60 y 70 muchas familias de la burguesía sevillana, una clase acomodada que abandonaba sus tradicionales casa y palacetes el centro para instalarse en los nuevos pisos y una zona que ofrecía todas las comodidades del momento. En la actual Asunción conviven actualmente las nuevas generaciones. Son los hijos y nietos de aquellos pioneros los que siguen arraigados en el barrio. En 1950 se le da la actual denominación por coincidir con la proclamación dogma de la Asunción de la Virgen al cielo, realizada ese mismo año por Pío XII, como explica el Diccionario Histórico de las calle de Sevilla. De trazado recto, es atravesada por Virgen de Consolación, Virgen de Regla, Virgen de la Victoria, Virgen de Loreto, Virgen de Luján, Fernando IV y Virgen de la Cinta, entre otras.

Los vecinos de Los Remedios disfrutan en la actualidad de una calle Asunción que vive la bonanza de una petaonalización, en el tramo entre la Plaza de Cuba y Virgen de Luján, que contó con un importante rechazo al principio. El aspecto de Asunción es mucho mejor que aquella vía caótica y colapsada por la doble fila. Hoy es un lugar de esparcimiento ordenado que cuenta con un espacio reservado para bicicletas. La pujanza comercial también es un hecho incontestable. Existe una mezcla entre tiendas de barrio de toda la vida, como peluquerías, muchos comercios de ropa infantil, panaderías, pastelerías, o ferreterías, con franquicias. “Falta alguna firma más potente, como un Zara o Mango o algo similar”, explica María, una vecina. En este tramo de Asunción tampoco faltan los supermercados, en sus versiones más actuales, ni las cafeterías y bares de toda la vida, que gozan de gran afluencia especialmente para desayunar o para tomar el café de la tarde.

La calle Asunción.
La calle Asunción. / Juan Carlos Vázquez

Asunción es una calle ideal para pasear. Buena muestra de ello es el trasiego constante de personas. Es habitual la presencia de muchos matrimonios con carros de bebés, una muestra de la baja edad media de los vecinos. El pavimento tras la reurbanización combina con acierto el adoquín, con las losas de color rosa y gris. Hay numerosos bancos, algo que se echan en falta en otras calles de la ciudad, y una importante colección de naranjos.

La situación cambia cuando se cruza Virgen de Luján y nos adentramos en el tramo con tráfico. Aquí el debate debe ser el mismo que San Jacinto: ¿Es conveniente ampliar la peatonalización? A la vista del éxito parece que la respuesta es sí. Aunque hay que tener en cuenta que hasta la confluencia con Flota de Indias hay un gran número de edificios con garaje. Son muchas las cafeterías clásicas que se citan encuentran en este tramo. Bares de toda la vida, como el Bugarín; y locales de culto como el Sloopy Joe’s, el Amanecer o el Tijuana, frecuentados por familias y jóvenes desde hace décadas.

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