La antigua iglesia de Sevilla que lleva 25 años esperando una rehabilitación
El inmueble pertenece al Ayuntamiento desde el año 1999 como consecuencia de una operación inmobiliaria
Los nuevos usos de la antigua iglesia de San Laureano de Sevilla
El pasado emerge con fuerza en la antigua iglesia de San Laureano de Sevilla
La sorpresa que escondía la antigua iglesia de San Laureano de Sevilla
Una espera insoportable. La de San Laureano es una de esas heridas abiertas en Sevilla que nunca acaba de cerrarse. Han pasado 24 años y 6 alcaldes desde que el Ayuntamiento recibió el antiguo templo mercedario como parte del pago por la construcción de un complejo residencial en el patio del mismo nombre, levantado sobre el que fuera palacio de Hernando Colón en el siglo XVI. Por el camino se frustraron los proyectos para que la Universidad de Sevilla construyera la sede del Instituto de Desarrollo Regional o el interés de la Fundación Doña María, que se haría cargo del inmueble a cambio de poder construir un edificio en la parcela de los Humeros. En los últimos años se han dado pasos decisivos, como el arreglo de la ruinosa cubierta, y se han enfocado los posibles usos de la iglesia una vez rehabilitada. El proyecto de rehabilitación está redactado y a la espera de la valoración del actual equipo de gobierno, que debe decidir qué hace. Mientras, los vecinos esperan que, por fin, en este mandato se pueda concluir una intervención que conlleva la recuperación del tramo de la muralla islámica de la ciudad de la calle Goles.
El abandono de la antigua iglesia de San Laureano se remonta al siglo XIX. El mariscal Soult, de tan desagradable recuerdo, la espolió y la puntilla fue la Desamortización de 1836. Entonces se cerró y quedó como mero almacén. Así se llega a los albores del siglo XXI. La familia propietaria de la propiedad –el patio de San Laureano y la iglesia– vende el espacio a una promotora para hacer viviendas. Fruto de esta operación, la Gerencia de Urbanismo recibe la propiedad del templo, de 400 m2, y acuerda el derribo del edificio situado en el llamado jardinico alto, una parcela de 200 m2. Era el año 1999. Hasta el año 2003 la promotora desarrolla una importante actuación arqueológica en el patio a petición de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y realiza una actuación básica de afianzamiento de las cubiertas del templo. Gracias a la ingente información que depara la campaña se consigue reconstruir de manera virtual las distintas edificaciones de Hernando Colón.
Así se llega al año 2007. El Ayuntamiento firma un convenio con la Universidad de Sevilla por el que le cede de manera gratuita y por 50 años la iglesia. La intención de la US era la de levantar la nueva sede del Instituto de Desarrollo Regional (IDS), un proyecto de dos millones de euros. La US también realiza unas catas en el suelo del templo. Este esperado proyecto no tardó en truncarse. El IDS desaparece y la US renuncia a la cesión. En diciembre de 2011 la iglesia de San Laureano regresa a manos municipales, en este caso, a las del Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS). Prácticamente han pasado ya once años y tan sólo se ha hecho una actuación menor para afianzar las maltrechas cubiertas.
Es ahora cuando el vecino Rafael Valero se implica en cuerpo y alma en recuperar este patrimonio para los residentes de la histórica Puerta Real y para todos los sevillanos. Gracias a tesón y habilidad consigue que la concejal popular Amidea Navarro ponga su miras en el antiguo templo mercedario. En estos años, el Ayuntamiento trató de que el arzobispado se hiciera cargo del templo. La opción planteada por la Iglesia fue la de ofrecérselo a los cristianos de rito ortodoxo, que declinaron la oferta por la importante inversión económica que había que hacer para rehabilitar el edificio. Bajo el mandato del popular Juan Ignacio Zoido se impulsa un proyecto para rehabilitar las cubiertas. Habrá que esperar todavía unos años para que estas obras se realicen.
La llegada del socialista Juan Espadas al Consistorio, con Antonio Muñoz como delegado de Urbanismo y Juan Carlos Cabrera como delegado del distrito, supusieron el impulso definitivo para esta actuación. Tras la elaboración del proyecto, se adjudicó a la empresa Campano la reconstrucción de la cubierta y el reforzamiento de los muros. Esta obra fue recepcionada en octubre de 2020 tras una inversión de 227.000 euros.
Durante la actividad arqueológica preventiva realizada durante el transcurso de las obras de conservación se realizaron un total de 20 catas que permitieron corroborar que la presencia de pintura mural en San Laureano era más abundante que la que en un principio se suponía. La Gerencia de Urbanismo encarga entonces unos estudios para restaurarlas e integrarlas en el futuro proyecto de restauración. Se han invertido casi 100.000 euros en esta actuación. El Ayuntamiento ha señalado ya la intención de convertir San Laureano en un gran laboratorio urbano. Para realizar el proyecto de rehabilitación se convoca un concurso público al que se presenta tan sólo el arquitecto Alberto Atanasio Guisado, quien en los últimos meses ha estado elaborando el documento. El proyecto fue entregado a la Gerencia de Urbanismo para su traslado a la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. Pero el cambio en el gobierno municipal ha deparado que se dilaten de nuevo los plazos, ya que han de estudiarlo en profundidad antes de decidir el futuro final el edificio.
Un nuevo edificio y la integración de la muralla islámica
El proyecto que obra en manos de la Gerencia habla de convertir el templo en un nuevo Centro Multifuncional y de Información del Ayuntamiento de Sevilla. La idea es que este espacio se convierta en un laboratorio urbano para el seguimiento y evaluación de procesos de planificación y transformación urbana que albergara actividades expositivas, divulgativas y de comunicación a la ciudadanía, con independencia de otras coadyuvantes como la realización de foros de debate, conferencias o seminarios.
El proyecto busca además aprovechar la parte edificable de la parcela delantera de la iglesia, de 200 m2, para construir un nuevo edificio para oficinas, aseos, almacenes y usos auxiliares donde se integrarían los restos de muralla islámica que discurre por la calle Goles, para lo que se rebajaría la cota. No sólo está previsto que la muralla se respetará e incorporará a este proyecto sino también las valiosas y antiguas pinturas murales que se han detectado estaban en origen bajo las paredes de esta antigua iglesia.
Rafael Valero, a quien habrá que agradecerle algún día la recuperación de este espacio, espera que en los próximo cuatro años de mandato de José Luis Sanz se acuerde el proyecto definitivo, se realicen las obras y que San Laureano tenga una nueva vida como equipamiento multiusos. Para ello confía en el compromiso y la sensibilidad ya mostrada por Amidea Navarro, a quien Sanz ha encomendado la gestión del patrimonio municipal.
Las huellas del palacio de Hernando Colón
La historia de San Laureano está ligada a la familia del descubridor de América. A principios de 1526 Hernando Colón compra la huerta a la fábrica de la iglesia de San Miguel y el muladar de la Puerta de Goles le es cedido por el Cabildo del Ayuntamiento a cambio de construir sobre él una casa, según relata el profesor Hernández Díaz. Allí levanta su residencia de estilo renacentista que, según los estudios arqueológicos realizados durante la construcción del edificio de viviendas Patio de San Laureano, fue destruido por un corrimiento de tierras.
La construcción del Patio de San Laureano desveló que la huella de las crujías principales del palacio de Hernando Colón se extienden hasta la antigua iglesia del colegio de frailes mercedarios, la misma que hoy sigue en pie y esperando su reutilización. Las lindes del edificio colombino fueron conservadas por los frailes para levantar el colegio y la iglesia a principios del siglo XVII.
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