El parqué
Caídas ligeras
El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha el plan para el control de las cotorras exóticas invasoras, que también tiene como objetivo principal potenciar las especies de aves insectívoras autóctonas, amenazadas tras la irrupción de las cotorras.
Sevilla, como tras muchas ciudades españolas, llevan años sufriendo la expansión sin control de las cotorras. Según el censo elaborado el pasado mes de julio, unos 5.500 ejemplares campan a sus anchas por la ciudad, con una especial incidencia en el Parque de María Luisa, espacio en el que se ha empezado a actuar. Según el censo elaborado el pasado verano, las cotorras de Krámer sumaban 4.400 ejemplares, y la Argentina, 1.100.
Bajo la supervisión de Enrique Figueroa, catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla, el Ayuntamiento se ha propuesto poner freno a la expansión de las cotorras. Esta misma semana se han colocado seis grandes jaulas en árboles de gran porte del Parque de María Luisa y otras 15 en la azoteas y terrazas de los distintos edificios municipales de la zona. Además, se han colocado diversos cebaderos para propiciar que las cotorras bajen de los árboles.La captura en vivo de las cotorras se extenderá hasta marzo de 2020. Posteriormente, las aves serán sacrificadas con vigilancia de un veterinario siguiendo los protocolos legalmente establecidos.
Entre febrero a mayo, periodo de puesta, se acometerá la esterilización de los huevos en los nidos.
Las dos especies de cotorra llegaron a Sevilla como mascotas y, desde ahí, se extendieron por los parques y jardines de forma accidental mediante escapes cautivos y sueltas intencionadas. Según el Ayuntamiento, posiblemente las primeras sueltas ocurrieron alrededor de 1990. Al adaptarse al hábitat, disponer de alimento y agua y carecer de depredadores, se reproducen con una gran rapidez.
A lo largo de los últimos 20 años se han convertido en un problema para la conservación de la biodiversidad de Sevilla y en un agente de riesgo para la ciudadanía por caída de nidos y ramas, la contaminación acústica que generan las colonias, el deterioro que pueden causar en algunos edificios antiguos y por ser un posible vector de zoonosis (propagación de agentes patógenos. Compiten, además, por el hábitat y llegan incluso a expulsar a especies autóctonas insectívoras, principalmente al cernícalo Primilla (Falco naumanni) y el murciélago Nóctulo Mayor (Nyctalus lasiopterus).
Mientras controla la población de cotorras, el Ayuntamiento ha adoptado una serie de medidas para proteger las aves autóctonas. Se instalarán 30 cajas nido específicas para el murciélago Nóctulo Mayor en el interior o en las inmediaciones del Parque de María Luisa que garanticen que no serán invadidas por otras especies –para ello se atienden recomendaciones de los científicos de la Estación Biológica de Doñana– y otras 15 para las aves insectívoras que compitan con la cotorra de Krámer por los espacios para nidificar. Se colocarán, asimismo, cinco vasijas de barro destinadas al cernícalo Primilla y 15 comederos para aves insectívoras.
Este plan de choque contra las cotorras se ha acotado, en una primera experiencia, en el Parque de María Luisa. En función de los resultados obtenidos se podría exteder al resto de zonas afectadas.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
El parqué
Caídas ligeras
Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
La ventana
Luis Carlos Peris
En la noche de todas las noches
10 Comentarios