Las monjas de San Leandro necesitan ayuda para terminar las obras del compás

Los problemas en la cimentación y la estructura han duplicado los costes inicialmente previstos.

San Leandro: El milagro de llegar a fin de mes

La Casa del Portero en la que se han realizado las obras.
La Casa del Portero en la que se han realizado las obras. / Antonio Pizarro

La comunidad de religiosas agustinas del convento de San Leandro necesita ayuda para continuar con las obras en la conocida como Casa del Portero, en el compás de entrada al convento por San Ildefonso. Los trabajos de rehabilitación de esta importante zona del cenobio están en suspenso tras duplicarse el presupuesto inicialmente previsto por los problemas encontrados en la cimentación. Inicialmente, la monjas barajaban hacer una hospedería en esta zona, aunque el destino que se dará a estas dependencias está ahora mismo por decidir.

La comunidad comenzó las obras en la llamada Casa del Portero, situada en el compás comprendido entre la plaza de San Ildefonso y las calles Zamudio, Imperial y Caballerizas, hace dos años. El objetivo era construir una pequeña hospedería para albergar tanto a familiares como a grupos organizados de peregrinos o personas afines y vinculadas a la actividad religiosa. Las obras en la Casa del Portero surgieron después de que la Gerencia de Urbanismo obligara a apuntalar toda un ala, obligando a la marcha del portero de la comunidad en mayo de 2016. En abril de 2018, Urbanismo dio el visto bueno a esta intervención que, además de reparar y sanear toda la zona y acabar con el riesgo de derrumbe hacia la calle, tenía como objetivo la creación de una pequeña hospedería.

Tras iniciarse las obras las religiosas se encontraron con la desagradable sorpresa de que la estructura estaba a punto de derrumbarse por unos graves problemas en la cimentación, que ha requerido de un importante refuerzo que debe completarse. Con ello, las obras duplicaron su presupuesto inicial.

Por ello, la comunidad ha tomado la decisión salomónica de no endeudarse más y paralizar completamente un proyecto que iba a servir para que el convento tuviera unos ingresos corrientes con los que poder afrontar el día a día e ir arreglando otras zonas que se encuentran en mal estado. La comunidad está actualmente calculando la inversión que sería necesaria para finalizar las obras de cimentación y continuar con el proyecto.

Las monjas siguen haciendo un llamamiento a los sevillanos para que visiten el cenobio y compren sus deliciosas yemas o cualquier otro dulce y contribuir, de este modo, a que este importante proyecto llegue a buen puerto. La mayor parte de los ingresos de todo el año se producen durante la campaña de Navidad.

Además de comprando dulces, ropas litúrgicas o imágenes que pintan las monjas, se puede ayudar a San Leandro con donativos a la cuenta número 0075-0327-06-0600213682 del Banco Santander.

stats