San Isidoro, una de las figuras más importantes de la historia de Sevilla

San Isidoro de Sevilla es una de las figuras más importantes de la historia de Sevilla y de su época. Arzobispo de la ciudad durante casi 40 años (599-636), fue uno de los grandes eruditos y recopiladores de su tiempo. Autor de las famosas Etimologías, enciclopedia donde reunió todo el saber de su época. Presidió el II Concilio de Sevilla, en 619 y el IV de Toledo, en 633.

Completó el misal y el breviario mozárabes, cuya adaptación había iniciado su hermano, y predecesor en el episcopado hispalense, San Leandro. Como explican Jesús Luengo y Juan Pedro Recio en su obraEl culto a los santos en las hermandades sevillanas (Espuela de plata), Sevilla se convirtió durante su episcopado en la capital cultural visigoda. Fue canonizado en 1598 y declarado doctor de la Iglesia en 1722 por el papa Inocencio XIII y es el patrono principal de la Archidiócesis de Sevilla, que recientemente ha erigido su Facultad de Teología bajo su patrocinio.

La presencia de San Isidoro, cuya festividad se celebra este martes 26 de abril, está muy presente en la ciudad de Sevilla, aunque los sevillanos ignoran en su mayor parte su importancia histórica y cultural. Como resalta el Arzobispado con motivo de su festividad, la figura de San Isidoro se puede apreciar en los escudos de algunos colegios profesionales, como de Humanidades, Filósofos, Filólogos, Historiadores, Geógrafos, Geodestas y Topógrafos. Aparece además como insignia del escudo de la ciudad de Sevilla o en el pendón del Ayuntamiento o en el escudo insignia del Sevilla F.C. Además, una escultura de San Isidoro preside las escalinatas de la Biblioteca Nacional, en Madrid. Durante la festividad del Corpus Christi sale en procesión la imagen de San Isidoro de Sevilla, imagen que permanece todo el año en el altar de la Catedral.

La parroquia de San Isidoro es una de las mandadas a construir por San Fernando tras la Reconquista de la ciudad. San Isidoro también tiene su reflejo en dos instituciones educativas: el colegio diocesano fundado en la calle Mateos Gago hace más de 170 años; y el instituto del mismo nombre de la calle Amor de Dios, el más antiguo de la ciudad y con un gran prestigio.

Los restos en Sevilla

Tras su muerte en el año 636, San Isidoro sería enterrado en una pequeña ermita sobre la que se edificaría, muchos siglos después, el monasterio de San Isidoro del Campo, en la localidad de Santiponce.

En tiempos de la taifa de Sevilla gobernada por Al Mutadid, padre de Al Mutamid, los restos de San Isidoro fueron trasladados a León para su correcta salvaguarda.

En Sevilla se conservan varias reliquias. Las principales se encuentran en el altar mayor de la Catedral, a los pies de la Virgen de la Sede, titular del Templo Metropolitano. Estos restos se encontraban hasta hace poco en la capilla del Palacio Arzobispal, pero fueron trasladados por iniciativa de monseñor Asenjo, arzobispo emérito.

Para acoger la reliquia se realizó un fanal que contiene la arqueta con los restos del santo. Obra del orfebre Fernando Marmolejo Hernández, según explica Ana Isabel Gamero, conservadora del Cabildo Catedral, "se repujó en plata de ley tomando como modelo el estilo y técnica de la titular de la Catedral de Sevilla, la Virgen de la Sede. La ornamentación vegetal y geométrica es de influencia Bizantina, estilo que imperaba en la época". En la cartela central de la base repujada donde asienta la urna, aparecen en latín Sancti Isidori Hispalensis. En la parte superior, hay una pequeña cartela con el escudo del Cabildo de la Catedral de Sevilla. Los vidrios que cierran las urnas están biselados y el interior reforzado con maderas nobles tratadas y tapizadas de terciopelo rojo.

Los restos de San Leandro también han sido trasladados desde la cripta de la Capilla Real a los pies de la Virgen de los Reyes en un fanal de iguales características.