¿Cuál es el santo preferido por las cofradías de Sevilla?

Las hermandades les rinden culto desde su fundación. El libro 'El culto a los santos en las hermandades de Sevilla' aborda la cuestión en profundidad

¿Cuál es el santo preferido por las cofradías de Sevilla?
¿Cuál es el santo preferido por las cofradías de Sevilla? / José Ángel García

¿Cuál es el santo más cofradiero? ¿Cuáles son las principales ausencias? ¿Cómo se refleja ese culto en las procesiones? A todas estas cuestiones y a muchas más responde el libro El culto a los santos en las hermandades de Sevilla (Editorial Renacimiento), del que son autores Jesús Luengo Mena y Juan Pedro Recio Lamata y que cuenta con fotografías de José Ignacio Velasco.

Tras la publicación en 2021 del Compendio General de las Cofradías de Sevilla, los autores decidieron abordar esta obra que le sirve de perfecto complemento. "Se trata de un tema inédito y pensamos que era oportuno abordarlo. En la actualidad, las hermandades tienen entre sus titulares a 54 santos y 3 beatos. Incluimos todo tipo de corporaciones: penitenciales, de gloria y sacramentales. Incluso también las meramente conventuales, la Archicofradía de María Auxiliadora y la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando", señalan Luengo y Recio.

El culto a los santos en la Iglesia se remonta a la primera mitad del siglo II, por lo se puede afirmar que es un culto antiquísimo, comenzando por el de los mártires. El culto a los santos en las cofradías sevillanas nace desde la propia fundación. La filiación viene dada por diversos motivos: "En algunos casos responde al carácter gremial de la corporación, como San Cristóbal y el gremio de guanteros; y ya en el siglo XX, Santa Marta que es patrona de la hostelería. En otros casos surge por el carácter fundacional ligado a una orden religiosa concreta: la Estrella con los mínimos tiene a San Francisco de Paula, o los Javieres con los jesuitas tiene a San Francisco Javier. O se da por residir en una iglesia con un santo como titular. Hay muchos ejemplos, pero por citar algún caso podemos decir que la Hermandad de Jesús Despojado añadió como titular a San Bartolomé por el tiempo que residió en esa parroquia. Otros ejemplos pueden ser Santa Genoveva, San Esteban o San Isidoro".

Los autores del libro: Juan Pedro Recio, Jesús Luengo y José Ignacio Velasco.
Los autores del libro: Juan Pedro Recio, Jesús Luengo y José Ignacio Velasco. / Juan Carlos Muñoz

En el libro aparece un cuadro con todos los santos y las hermandades de las que son titulares. La estrella del santoral cofradiero es, sin duda, San Juan Evangelista, que es titular de hasta doce hermandades. Le sigue San Fernando, titular en seis; y San José, de cuatro. Recio y Luengo también repasan las ausencias más significativas. "Llama la atención que santos muy relevantes en la historia de la Iglesia no figuren en el título de ninguna de nuestras hermandades. Nos referimos a San Juan Bautista, personaje muy importante en la Iglesia ya que se celebra su Natividad como solemnidad y además se celebra también su muerte. También echamos de menos a San Pablo, figura clave en la fijación de la naciente Iglesia del siglo I y autor de numerosas epístolas. También están ausentes santos muy relacionados con la vida y la Pasión del Señor: San Joaquín y Santa Ana, Nicodemo, José de Arimatea, e incluso el llamativo que Simón de Cirene, que cargó con la Cruz del Señor ni siquiera haya sido declarado santo por la Iglesia".

Santos en pasos

Pintura del paso de San Isaías de la Hermandad de Montserrat.
Pintura del paso de San Isaías de la Hermandad de Montserrat. / M. G.

Hubo un tiempo en el que algunos santos salían en Semana Santa en su propio paso. Un ejemplo fue San Isaías y la Hermandad de Montserrat. Actualmente hay algunas hermandades que tienen como único titular a una santo a santa: Santa Lucía, San Hermenegildo, San Onofre o San Cristóbal. "La presencia de los santos en las procesiones es más frecuente de lo que parece. No sólo aparecen en guiones o banderines, también están sobre los pasos, en los retablos, en las canastillas y respiraderos, en las bases de los varales y en capillas laterales o frontales de las andas", añaden los autores.

A lo largo de la historia ha sido muy importante la veneración de las reliquias de los santos. Son muchas las hermandades que cuenta con alguna. De todo ello se da buena cuenta en el libro: "La lista sería bastante extensa, por citar algunos ejemplos, Jesús Despojado tiene una reliquia de Santa Genoveva Torres y otra del beato fray Leopoldo. Poseen reliquias del Lignum Crucis las hermandades de la Estrella, la Vera Cruz o el Sol. La Sagrada Espina forma parte del cortejo de la Cofradía del Valle. Son muchas las reliquias de santos muy populares, como Santa Ángela de la Cruz, San Francisco Javier, San Juan de Dios...".

Nuevos santos para las cofradías

La Virgen de la Amargura en el convento de las Hermanas de la Cruz.
La Virgen de la Amargura en el convento de las Hermanas de la Cruz. / D. S.

Aunque la devoción a los santos es incorporada por las cofradías desde su fundación, se siguen sumando algunos de reciente creación a sus títulos. Dos ejemplos muy recientes, y ambos de papas canonizados hace poco, son San Juan XXIII y San Juan Pablo II, que son titulares de la hermandad de gloria de la Anunciación. La Hermandad de la Virgen de la Alegría también añadió, desde su beatificación, al obispo San Manuel González García, que fue vecino de San Bartolomé. San Pío de Pietrelcina, canonizado en 2002, es titular de la hermandad de la Divina Pastora y Santa Ángela de la Cruz, titular de las hermandades de la Pastora de Santa Ana y de la Amargura.

El beato Marcelo Spínola, cuya canonización está cercana, ya es titular de dos hermandades: la Soledad de San Lorenzo y el Carmen y Rosario de Santa Catalina. "Por su vinculación con otras hermandades sevillanas no sería extraño que algunas lo añadiesen. Durante su episcopado se aprobaron las reglas fundacionales de Santa Cruz, San Roque, el Carmen de San Gil y la Asociación de fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando. Aparte de esto, fue el promotor de la famosa concordia entre las hermandades de la Macarena y el Gran Poder, hermandad ésta que estaba en San Lorenzo cuando el beato fue párroco", indicen Luengo y Recio.

El eco en el callejero de la ciudad

Como epílogo del libro se ofrece un paseo por los barrios, calles y plazas dedicados a los santos que son titulares de las hermandades sevillanas. De estos 57 santos y beatos, son muy pocos los que no cuentan con una dedicación en el nomenclátor de Sevilla. Aparte de ellos, un gran número de santos sin vinculación con hermandades también forman parte del viario público hispalense. "Esto es una muestra del gran arraigo popular que tienen los santos en nuestra ciudad".

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