Restituido el dedo arrancado al monumento a Bécquer del Parque de María Luisa

El monumento a Gustavo Adolfo Bécquer en el Parque de María Luisa vuelve a lucir en todo su esplendor. La empresa Dédalo Bienes Culturales, por encargo del Ayuntamiento, ha restituido un fragmento de dedo a una de las esculturas del conjunto realizado por el marchenero Lorenzo Coullaut Valera.

El pasado 9 de julio se recogió en las dependencias del Parques y Jardines el fragmento de uno de los dedos que había sido arrancado en un acto vandálico de una de las figuras femeninas que conforman el monumento a Bécquer se alza en la glorieta del mismo nombre del Parque de María Luisa. Se trata de uno de los enclaves más transitados y visitados por sevillanos y turistas, por lo que las redes sociales se hicieron rápidamente eco del suceso.

El informe de intervención redactado por Dédalo sostiene que "salvo el hecho de la separación de ambos elementos, la mano de la figura femenina y el dedo se encontraban en perfecto estado de conservación, puesto que la rotura se produjo por la línea de unión. Tan sólo se detectaron puntuales restos del adhesivo anterior".

Los trabajos realizados para la restitución volumétrica han consistido en la limpieza de las zonas de unión mediante un bisturí para retirar los restos de adhesivos anteriores; la limpieza de los planos de unión mediante bayetas, brocha y jabón neutro, con el posterior secado; y la unión del fragmento desprendido mediante una resina "epoxi" y la posterior retirada del material sobrante.

Se da la glorieta y el monumento al poeta romántico fueron sometidos recientemente a una completa restauración que concluyó el pasado mes de febrero. Gracias a la intervención, este espacio recuperó su fisonomía original, reponiéndose varios elementos perdidos, como el anaquel, los bancos y el carcaj y el arco para el ángel caído. Previamente, en el año 2016, Previamente, en 2016, se restauró el conjunto escultórico, devolviéndole la disposición primitiva.

La coste total de las distintas fases de la rehabilitación integral supuso un desembolso de más de 100.000 euros por parte del Ayuntamiento y tres años de trabajo. Para evitar que se produjeran ataques vandálicos en la glorieta, se puso en marcha un sistema de seguridad distinto al del resto del parque, con un horario de visita más reducido para la glorieta, de 10:00 a 20:00.