Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
Nadie en el mundo más afortunado que Víctor Orta
Los restos de Gonzalo Queipo de Llano y Francisco Bohórquez salieron de la Basílica de la Macarena de madrugada, con discreción y sin demasiado alboroto, salvo por algunas personas que se acercaron para mostrar su contento y descontento con la medida con la que la Hermandad de la Macarena cumplía con la Ley de Memoria Histórica y Democrática.
Enterrados ambos en el templo a principios de los 50 (también fue sepultada allí y ahora exhumada la esposa de Queipo), salieron en sendos coches fúnebres, para ser incinerados en el tanatorio de Alcalá de Guadaira. Allí sus cenizas fueron entregadas a sus familiares, que han asumido su custodia hasta que sean trasladadas a un nuevo destino y que no han dicho nada sobre cuál será ese lugar.
Fue la última noticia que se tuvo de una operación en las antípodas de otra que permanece aún en la retina de muchos: la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. Retransmitida en directo, con la entonces ministra de Justicia Dolores Delgado dando fe como notaria mayor del reino, otras autoridades, una veintena de familiares y con el traslado del féretro en helicóptero hasta el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
Nada de eso se ha vivido ahora en la Basílica de la Macarena. Ni representantes del Gobierno, ni de asociaciones de memoria histórica, ni retransmisión en directo ni helicóptero.
La nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática, que entró hace unos días en vigor, no exige la presencia de ninguna autoridad (eso sí, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática recibió el informe sobre la incineración de los restos de los tres exhumados) y tampoco que se conozca el destino final de los restos mortales, pues no tienen obligación de comunicarlo al Gobierno.
La ley solamente prohíbe que sean depositados en un lugar preeminente, por lo que es de suponer que tanto los familiares de Queipo como los de Bohórquez optarán por una nueva inhumación privada (también podrían esparcir sus cenizas en algún enclave, si así lo desean), posiblemente acompañada de un responso o una misa que también habrá de ser discreta y privada.
Por ahora lo único que se conoce sobre el posible destino final de los restos de Queipo es la petición de varios vecinos de Tordesillas, su ciudad natal, para que sean llevados allí. El alcalde de la localidad vallisoletana ha admitido que ha recibido muchas solicitudes informales al respecto, pero nada más.
El regidor tampoco sabe si la familia dispone de un panteón en el cementerio de Tordesillas donde pudieran depositar los restos de sus antepasados. De no ser el caso, el traslado a la localidad requeriría trámites oficiales y un embrollo burocrático en el que, a unos meses de las elecciones municipales, ningún ayuntamiento se va a querer adentrar.
Tras terminar los trabajos de exhumación, la Hermandad de la Macarena, que ha pedido que a partir de ahora nadie la utilice ya con "fines partidistas", ha colocado una alfombra sobre las lápidas de Queipo de Llano y su mujer.
La mañana siguiente la basílica ha abierto con normalidad sus puertas, aunque la noticia, sobre la que comentaron a lo largo de todo el día personajes públicos y políticos de todos los colores, también ha sido uno de los temas centrales de conversación entre quienes entraban al templo o simplemente pasaban por la zona.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
Nadie en el mundo más afortunado que Víctor Orta
Real Madrid - Sevilla | Nombres propios
Del "no valen los crujíos" de Álvaro Fernández a un Agoumé que no está casi nunca en el sitio del medio defensivoBetis-Rayo Vallecano | Nombres propios
Lo Celso fue más Lo Celso cuando no tuvo que compartir la pelota en el medio
35 Comentarios