El Puerto de Sevilla renueva el lucernario del Faro de Chipiona

La Autoridad Portuaria de Sevilla va a renovar el lucernario del Faro de Chipiona, construcción que se halla bajo su jurisdicción. El Puerto va a invertir algo más de 55.000 euros en realizar una nueva estructura para instalarla en la cubierta del Faro. ¿Por qué lo hace el Puerto de Sevilla si el faro está en Cádiz? Pertenece a esta Autoridad Portuaria. Éste es un faro de recalada y cualquier embarcación que quiera llegar a Sevilla por el Guadalquivir tendrá que buscar, como referencia, su linterna.

La principal actuación consistirá en sustituir el antiguo, compuestos por vidrio armados y perfiles de acero, por uno con vidrios dobles con cámara y adosado a unos perfiles de aluminio lacados en blanco. También se reemplazará la barandilla de la fachada principal, los sumideros de la cubierta. Por último, se aprovechará la intervención para pintar la solería y los pretiles por su cara interior, para evitar la humedad. El plazo de ejecución es de tres meses.

El proyecto de la Autoridad Portuaria de Sevilla detalla que el lucernario del faro “presenta graves patologías en muchos de sus elementos constructivos de la zona de la cubierta, debidos en gran parte a la climatología a la que esta expuesto y el ambiente altamente salino por su proximidad al mar”.

El lucernario se encuentra en la parte central de la cubierta, tapando el patio de luces. Tiene unas dimensiones de 7,00 por 7,00 metros de base, y una altura de 3,65 metros desde la cota de la cubierta hasta la parte superior de la cumbrera. Esta formado por cuatro paños a cuatro aguas de forma triangular con una inclinación de 30 grados. Los vidrios son simples de 3 milímetros de espesor con armadura de alambre interna y translucidos, adosados a los perfiles metálicos de la estructura del lucernario.

Se pueden apreciar una gran oxidación producida en la perfilería portante del lucernario, las uniones atornilladas y soldadas, las cuales provocan que peligre la estabilidad de la estructura portante, “pudiendo originar en un futuro un mayor problema como el desprendimiento de una parte o la totalidad de este lucernario, con las consecuentes pérdidas materiales o personales que se pudieran generar”. A estas patologías se le añade la ausencia de piezas de vidrio en muchas zonas.

En cuanto a la balaustrada, que se encuentra en la parte superior de la fachada principal, presenta una gran cantidad de grietas y roturas en los barrotes torneados prefabricados y en las piezas superiores de pasamanos. Estas grietas provocan que el agua pueda acceder al interior.

El lucernario se desmontará, piezas por piezas mediante medios mecánicos y manuales. Será sustituido por otro con la misma silueta, de cuatro aguas de forma triangular, simétrico, que se ejecutará mediante una estructura portante de perfiles tubulares de acero inoxidables con pintura y uniones soldadas inoxidables también. Las placas de vidrio contarán con una cámara de aire para evitar la perdida y entrada de temperatura del interior, mientras que el de la cara exterior vidrio será de baja emisividad para evitar las fuertes radiaciones hacia el interior del patio.

La balaustrada se remplazará entera dejando las pilastras en su lugar. Se colocarán nuevos balaustres de piezas de hormigón con refuerzo interior de PRFV para evitar problemas por corrosión. Sobre ellos irá el pasamanos de hormigón prefabricado. Para terminar, se pintarán con pintura plástica impermeable del mismo color y tonalidad que la actual.

El pavimento de la cubierta se limpiará en su totalidad y se aplicarán dos capas de pintura. Por último, los actuales sumideros se sustituirán por cazoletas de PVC sifónicas.