Agreden a un veterano médico de Urgencias en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla
Sanidad
Doctor Javier Gutiérrez Caracuel: "Sentí mucho miedo y sigo sintiendo miedo por las amenazas que recibí".
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"Sentí mucho miedo y sigo teniendo miedo. El paciente se levantó de la cama y me persiguió amenazándome de muerte e insultándome. Es mucho peor la agresión emocional que incluso la física. Tenemos que atender a muchos pacientes, de la mejor manera posible, y encima... este trato". El doctor Javier Gutiérrez Caracuel describe la agresión que recibió de un paciente y de su familiar en el área de Observación, que pertenece al servicio de Urgencias del Hospital de Traumatología Virgen del Rocío.
Desde hace casi 30 años el doctor Javier Gutiérrez Caracuel ejerce como especialista de Urgencias en este hospital, que es de referencia para Sevilla y provincias limítrofes para procesos muy especializados entre los que destacan las intervenciones de Neurocirugía.
Todas las cirugías requeridas por traumatismos graves son derivados a Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde llegan enfermos de toda la provincia y de Huelva. La llegada de pacientes a este centro es continua. "Hace muchos años también fui agredido y amenazado, pero este último episodio ha sido especialmente violento", lamenta el veterano médico.
Los hechos
Los hechos ocurrieron la mañana de este domingo, 8 de enero, cuando doctor Gutiérrez Caracuel se encontraba en su puesto en las Urgencias del Hospital de Traumatología. "Ocurrió en la hora de la visita cuando la sala de Observación, que es muy grande, se encontraba llena de pacientes y familiares", recuerda.
Uno de los pacientes ingresados, que se encontraba esperando desde hacía horas en ayunas y pendiente de evolución, se mostró muy alterado por las esperas y reaccionó de forma violenta.
Tanto el paciente como su acompañante persiguieron al doctor por distintas estancias del hospital tirándole de la bata y propinándole insultos. "Temí que en cualquier momento me diera un golpe de ahí que tratara de alejarme de ellos, pero el hombre se levantó de la cama con el brazo escayolado y me persiguió por el hospital", añade la víctima.
El doctor persistió en su intento de alejarse pero comprobó que le seguían allí donde se dirigía hasta que llegó el guardia de seguridad y, posteriormente, agentes de la Policía Nacional. Durante la "persecución", el doctor sufrió una caída con lesiones en la cadera y el codo.
En el parte de lesiones consta: "paciente vigil, orientado, con voz temblorosa, taquicárdico, hipertenso y nervioso en consulta con temblor de manos". El estado de ansiedad que le generó este ataque le requirió tratamiento ansiolítico. "Lo peor es la afectación emocional", explica la víctima, al insistir en que el paciente le amenazó de muerte y le insultó repetidas veces mientras le prestaba asistencia.
Un área saturada
Urgencias y Atención Primaria son las áreas que suelen recibir más agresiones por parte de pacientes y familiares. Las esperas y la saturación de las salas contribuyen al aumento de la violencia en las consultas, lacra que se ha disparado tras la pandemia.
Los problemas enquistados motivados principalmente por las listas de espera, las demoras insoportables y el déficit de profesionales acentúan la agresividad en estos espacios asistenciales, como vienen denunciado desde hace años instituciones profesionales y sindicatos médicos.
Déficit de facultativos
Las Urgencias del Hospital de Traumatología Virgen del Rocío sufren déficit de personal desde hace años, lo cual redunda en las esperas y genera malestar entre los pacientes. El turno de mañana tiene asignado cinco facultativos pero la ausencia de sustitutos para cubrir bajas o permisos provoca que esta plantilla quede en cuatro especialistas o incluso en menos.
El turno de tarde, hasta las 22:00, suele funcionar con cuatro efectivos y desde las 22:00 hasta las 8:00 estas Urgencias se quedan con sólo dos médicos adjuntos, que tienen que afrontar todos los casos que llegan a este punto de referencia para la Neurocirugía. El déficit de especialistas merma la calidad asistencia y genera malestar en las salas de espera.
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