El sueño inquebrantable del Santo Ángel
En la iglesia de la calle Rioja se celebra el quinario al Cristo de los Desamparados.
Superado el trance de la frustrada la salida, la comunidad buscará una solución con el Arzobispado.
"Padre, ¿cuándo sale el Cristo?". "El cinco de abril en vía crucis". Quien pregunta es una feligresa del Santo Ángel y quien responde, el prior de la comunidad de carmelitas que rige el templo, fray Juan Dobado. El diálogo se produce una mañana de cuaresma. El portentoso Cristo de los Desamparados preside el presbiterio entronizado en su bello y clásico paso. Por la tarde se celebra el quinario en su honor. El Crucificado de Montañés, para muchos desconocido hasta que se celebró en 2017 el IV centenario de su hechura con un excelente programa de actos y cultos, ha calado hondo en la feligresía y en la ciudad. El sueño de que la imagen pueda salir en su paso, como estaba previsto hasta que fue desautorizada la procesión por el Arzobispado, sigue latente. Mucho.
La asociación de fieles ha arraigado con fuerza. Cada día de quinario han jurado una media de 30 personas. La nómina ya supera los 550 hermanos. La iglesia se llena cada tarde. El programa formativo y caritativo puesto en marcha es sólido. La base es sólida y el sueño inquebrantable.
"Nuestra intención es sentarnos a hablar con Arzobispado. Hemos dado un paso atrás. No hemos actuado nunca de mala fe. Nuestras relaciones con el arzobispo son magníficas y hay muy buena voluntad", afirma Dobado, quien reconoce que la situación no es agradable para la comunidad carmelita. "La asociación está erigida canónicamente, pero es cierto que culto público lo regula el Arzobispado. Tenemos que llegar a un acuerdo”.
La comunidad decidió dar el paso y crear una asociación para dar culto al Cristo de los Desamparados y a la Virgen de la Salud, una bellísima Dolorosa atribuida a Astorga, al ver la acogida que tuvo la salida de hace dos años. "Sabemos que a Sevilla le gusta. Lo ha acogido bien. Es una realidad imparable. El Señor, la feligresía... el crecimiento es abismal".
Dobado indica que el objetivo de los primeros años era sacar al Cristo en vía crucis, pero cuando llegó la oportunidad de adquirir el paso todo cambió. "Ha sido la providencia". Entiende la complejidad que supone salir en las jornadas de víspera, como era la intención, por lo que señala al quinto sábado de cuaresma como una fecha más acorde para la procesión. La idea de la asociación es que la Virgen de la Salud se incorpore en un futuro en un segundo paso. "Ahora mismo es una utopía, aunque hay muchos fieles que se han hecho hermanos por ella".
El camino que han empezado a recorrer tiene una meta clara: que la hermandad pase a ser diocesana. "Pero primero teníamos que empezar nosotros. Los estatutos están hechos como marcan las normas de Archidiócesis". La incorporación a la Semana Santa ahora mismo también se antoja utópica, aunque el sueño existe. "El Cristo ya salió con la Lanzada. En el Santo Ángel ha habido cofradías, aunque en circunstancias distintas".
El prior de los carmelitas, frente a los que acusan a los frailes de "jugar a los pasitos", sostiene que los cimientos son muy sólidos. El templo se llena cada día de fieles. Ofician cinco misas al día. El número de comuniones a la semana está en torno a las 4.000. Las confesiones también se han incrementado. Además, el nivel de formación es muy sólido. "La formación carmelitana es un sello. Está ahí. Ahora vamos a tener una charla de Salvador Ros, prior de Segovia y especialista en San Juan de la Cruz que hablará sobre La experiencia mística de Dios hoy". La asociación ha recuperado la leyenda del Cristo de la Sopa para su programa caritativo. Durante los meses de febrero, marzo y abril se encargan de la comida del comedor social de San Juan de Dios de la calle Misericordia.
"Padre no se preocupe que el Señor lo hace todo. Los contratiempos se superan", dicen los feligreses. La ilusión sigue intacta en el Santo Ángel.
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